Loco o bipolar

Diario de una persona que a los 16 de pronto enloqueció, luego a los 40 cree descubrir que es bipolar y en este momento con medio siglo en este mundo, no tiene claro que es lo que tiene.

jueves, 5 de diciembre de 2019

Como se siente entrar en un estado de locura (episodio psicótico)

Antes de aparecer la internet y tener la posibilidad de autoetiquetarme, llamaba "mi problema mental" a mis desbalances de ánimo y de mis emociones cuando sentía que no eran normales, básicamente en esos momentos estoy hablando antes del año 2005, sentía que en una oportunidad me había enloquecido, cuando tuve condiciones bastante estresantes, además que me sentía desadaptado en la sociedad.



Para mi parecer llegué a una locura temporal (Psicosis, según psiquiatras), lo que sentí fue llegar a un estado de clarividencia, donde descubro cosas que han estado al alcance de mi conocimiento, pero que no había captado antes por no analizarlas bien, sin embargo, son tantas y de tantos aspectos al mismo tiempo, que termino abrumado. Es como cuando uno está en un sueño que vislumbra y descubre todo, pero estando despierto; de ahí que Poe lo describa dentro de su forma poética al decir: "Aquellos que sueñan de día conocen muchas cosas que escapan a los que sueñan sólo de noche", para los psiquiatras modernos, esto que he estado diciendo es un síntoma de trastornos mentales, y lo llaman estado psicótico, pero a diferencia de un sueño donde uno interactúa con seres que uno mismo ha creado, cuando se esta despierto se interacciona con seres reales y choca muchas veces con ellos, porque mucho de lo que uno hace esta en contra de las normas y digo normas refiriéndome a lo que la mayoría hace.



viernes, 15 de noviembre de 2019

Mis relaciones con amigos y novias en mi infancia y adolescencia

Esta entrada la clasifico como una pagina de mi diario y asi la voy a etiquetar, voy a hablar sobre como fueron mis relaciones con otras personas en mis primeros años

Estoy apenas logrando entender mi situación personal, es después de 50 años que vengo a saber o mas que saber comprender sobre mis padecimientos respecto a mi funcionamiento mental diferente a la mayoría de las personas a lo largo de mi vida.

Dentro de lo que yo llamo mis problemas mentales puedo tener uno que me hace ser diferente a los demás, esto me ha traído que mis comportamientos no hayan sido los mas adecuados y como consecuencia haya tenido que vivir unas condiciones que se pueden decir particulares.

A pesar que siempre me considere como una persona normal (por normal definiría: Que se comporta en la vida como la mayoría) a veces tenia el insigh que era diferente y que podía ser mas bien raro.

De niño no tuve muchos amigos o mejor dicho mis relaciones con amigos eran diferentes a como las tenían las demás niños, no tuve amigos con los cuales intimara fuertemente o fueran amigos cercanos.

Cuando estaba en edad de tener novia, no comprendía bien lo que era tener novia, es mas mi primer noviazgo fue algo muy raro, luego poco a poco de tanto ver a los otros compañeros y analizar sus relaciones vine a aprender de cierto modo lo que era tener novia.

Ahora vengo a saber que pude tener novia, no porque supiera conquistar a las mujeres con mi comportamiento, si no porque yo las conquistaba más por mi físico, no es por dármelas, pero algo que me salvó de no estar solo siempre es que era algo más atractivo que el promedio de mis contemporáneos y hace poco alguien me dijo que con mi apariencia física me habría podido conquistar a casi cualquier mujer de mi generación, pero al igual que no tenía claro que era diferente a los demás en cuanto a mis comportamientos, tampoco entendía que era diferente y tenía una ventaja en cuanto a mi apariencia física, también jugó a mi favor era que social-mente era alguien bien acomodado, mis comportamientos hacían que entrar en contacto sentimental con otras personas fuera algo muy difícil, es más las novias que tuve fue más por la iniciativa de ellas que por la mía y porque ellas se adaptaron a mi forma rara de llevar estas relaciones.


miércoles, 6 de noviembre de 2019

Es útil la psiquiatría moderna?



En esta entrada planteo mi punto de vista sobre lo que considero está haciendo actualmente el sistema de salud, respecto al abordaje de la salud mental.

En la actualidad el sistema de salud en lo que respecta a la salud mental se ha dedicado mas a diagnosticar con etiquetas confusas a personas con problemas emocionales que defino como saludables fisicamente y entre lo fisico incluyo el cerebro como órgano, en vez de buscar el alivio de los sintomas  de personas con trastornos mentales severos.



Según los nuevos criterios de la psiquiatría moderna se ha creado una clasificación de "enfermedades mentales" donde se  agrupan tanto a personas con trastornos mentales severos (locos), con personas con problemas emocionales cotidianos (cuerdos), donde cada vez es mas difícil diferenciar el limite entre una persona que podría decirse mentalmente normal, con alguien afectado por un trastorno mental severo, en la actualidad la tristeza y el duelo se consideran depresión y la depresión se considera una enfermedad mental de naturaleza neuroquímica; otro caso muy tipico alrededor de las nuevas enfermedades mentales se tiene con que la timidez pasó a ser una enfermedad denominada fobia social, como tambien la distracción y las travesuras pasaron a ser una enfermedad mental llamada TDAH, la psicosis maníaco-depresiva que se consideraba un trastorno mental severo se convirtió en la enfermedad denominada trastorno bipolar de animo o TBP o mas conocida como trastorno bipolar o TB, lo cual a su vez ha ido logrando que cualquier alteración emocional, sea a su vez también considerada como enfermedad bipolar; las diversas formas de comportamiento emocional de las personas que suelen ser diferentes unas de otras y casi nunca perfectas, se convirtieron en definitiva en trastornos de personalidad.  Lo anterior explica como las instituciones de salud mental cuyo objetivo debería ser aliviar el sufrimiento a los que crudamente llamaríamos locos, se han dedicado a enloquecer a los cuerdos.

La psiquiatría y la psicología actual han creado una cultura en la que no sólo todo malestar es interpretado como patológico, sino que toda ausencia de felicidad absoluta es vista como enfermedad. Una psiquiatría así termina por impedir a los seres humanos buscar su felicidad aceptando que nunca la encontrarán por completo, lleva a creer y caer en falsos remedios, a buscar muletas diversas, condenando a muchas personas mentalmente normales a etiquetas de diagnósticos de enfermedades mentales terribles con cronificaciones sin salida.

Adicionalmente la investigación actual que debería ser científica, deja de serlo, porque los análisis y pruebas médicas se están haciendo con personas que realmente no están enfermas.

Esta nueva visión de la psiquiatría ha sido un retroceso, pues se considera que los avances logrados en el tratamiento de las personas con trastornos mentales severos se han estancado a partir de que muchos de los estudios científicos actuales se están haciendo con personas que realmente no sufren de trastornos mentales severos si no que pasan por situaciones que les causan malestar emocional. 

En una anterior entrada publiqué un párrafo extraído de una pagina web, donde se critica fuertemente el abordaje actual sobre la salud mental que dice: La antipsiquiatría y aún algunos psiquiatras plantean respecto a los problemas mentales, "que estos no pueden definirse como enfermedades mentales, porque la gente es compleja y diversa, por lo que los problemas encontrados en el transcurrir por la vida también son complejos y diversos. Algunos de los problemas a que se enfrentan las personas son relativamente menores y fáciles de tratar. Otros pueden ser realmente abrumadores. Algunos son de hecho problemas médicos y requieren ayuda médica. Otros, simplemente, no lo son. La mayoría de las actualmente llamadas enfermedades mentales, son básicamente problemas de conducta personal y no requieren fármacos. la teoría que plantea la medicalización de los problemas emocionales de los humanos es tan falsa, como las antiguas teorías del flogisto o la brujería. Las drogas (medicinas recetadas por psiquiatras, el alcohol o los psicotrópicos ilegales pero de fácil consecución) no son una solución eficaz a los problemas de la vida".

miércoles, 16 de octubre de 2019

Medicamentos para el trastorno bipolar

En esta entrada reposteo una entrada del blog de Eliana Martin, la entrada original es la siguiente: https://blogs.psychcentral.com/being-bipolar/2019/10/06/medication-types-used-to-treat-bipolar-disorder/

Tipos de medicamentos utilizados para tratar el trastorno bipolar
Por Elaina J. Martin
Última actualización: 6 de octubre de 2019

"El tratamiento del trastorno bipolar es difícil y complicado. Con cada nuevo régimen de medicamentos, debemos esperar un mes o más para ver si el cóctel de medicamentos incluso funciona. Esto nos hace sentir frustrados y, a menudo, simplemente renunciamos a la espera y dejamos de tomar los medicamentos pensando que nada nos ayudará. Hay tantos tipos de medicamentos utilizados para ayudarnos a vivir una vida más fácil y más estable. Aquí hay algunos tipos:

Los ISRS, o inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, son una clase de medicamento que sirve como antidepresivo. Estas pueden ser buenas noticias para aquellos de nosotros que luchamos contra las depresiones feas y oscuras. Se usa más comúnmente para el trastorno depresivo o el trastorno de ansiedad.

Los IMAO, o inhibidores de la monoaminooxidasa, son una clase de medicamentos que inhiben la actividad de una o ambas enzimas de la monoaminooxidasa. Más conocidos como poderosos antidepresivos, estos también se pueden usar para combatir los mínimos del trastorno bipolar. Los IMAO también son terapéuticos para el trastorno de pánico y la fobia social.

Benzodiazapinas o benzos. son una clase de drogas psicoactivas cuya estructura química central es una fusión de un anillo de benceno y un anillo de diazepina. Su uso principal es para el trastorno de ansiedad, a menudo un trastorno comórbido para muchos de nosotros que vivimos con trastorno bipolar, así como convulsiones epilépticas y espasmos.

El litio es el medicamento más común (que yo sepa) recetado para nuestra enfermedad. Se ha utilizado para tratar el trastorno bipolar desde la década de 1960. El litio o el carbonato de litio se clasifica como un metal alcalino. A diferencia de los ISRS y los IMAO, el litio es un medicamento antimaníaco. Mania es el colmo extremo que a veces sentimos.

El litio también se considera un estabilizador del estado de ánimo. Creo que debe tomar un estabilizador del estado de ánimo cuando tome un antidepresivo, ya que los antidepresivos pueden hacer que vivir con bipolar se convierta en una manía. Otros estabilizadores del estado de ánimo incluyen lamotrigina (Lamictal), carbamazepina (Carbatrol, Epitol, Equetro, Tegretol), Divalproex sódico (Depakote) y ácido valproico (Depakene).

Algunos medicamentos anticonvulsivos se reconocen como estabilizadores del estado de ánimo. Estos estabilizadores del estado de ánimo tratan o previenen los episodios del estado de ánimo en el trastorno bipolar. Los anticonvulsivos funcionan calmando la hiperactividad en el cerebro de muchas maneras. Estos medicamentos, como su nombre indica, se usan para tratar la epilepsia, prevenir las migrañas y para tratar otros trastornos cerebrales.

Los medicamentos antipsicóticos se utilizan como tratamiento a corto plazo para controlar los síntomas psicóticos, como las alucinaciones, los delirios o los síntomas maníacos. Estos medicamentos ayudan a regular el funcionamiento de los circuitos cerebrales que controlan el pensamiento, el estado de ánimo y la percepción. Los antipsicóticos atípicos se conocen como antipsicóticos de segunda generación, ya que se introdujeron en la década de 1990. La versión anterior, o antipsicóticos de primera generación, se conocen como antipsicóticos de primera generación.

Como puede ver, hay muchas clases de medicamentos para ayudarnos. Dentro de cada clase hay una multitud de medicamentos particulares, cada uno un poco diferente al resto. Podemos ver por qué debe ser difícil para los psiquiatras hacerlo bien, antes en el primer intento. Tan frustrante como puede ser al principio, y durante toda nuestra enfermedad realmente, tenemos que tratar de ser pacientes con el proceso. Sabemos que estos medicamentos tardan un tiempo en funcionar y, a veces, no creemos que podamos esperar a que los medicamentos surtan efecto. Te insto a que confíes un poco en los profesionales. Habla sobre los efectos secundarios"

20 Bipolares famosos

En este post voy a nombrar a 20 bipolares famosos, también voy a hablar del trastorno bipolar y su correlación con la genialidad, trataré sobre bipolares famosos y sobre los que se las dan de bipolares para querer ser famosos o sentirse como los famosos.

El trastorno bipolar es una luz en el infierno



El actor estadounidense Robin Williams dias antes de su deceso




"…El trastorno bipolar es una condición humana fascinante y la vez trágica... Mientras la mayoría de los pacientes bipolares psicóticos no son líderes ni creadores, constituyen el reservorio de los genes que, en una forma diluida, podrían ser las semillas de la genialidad" 

Hagop S. Akiskal 

10 bipolares famosos de la actualidad: Britney Spears, Robin Williams, Kurt Cobain, Catherine Zeta-Jones, Amy Winehouse, John Forbes Nash, Mel Gibson, Carrie Fisher, Jim Carrey, Stephen Fry. 

10 bipolares de tiempos pasados (aunque nunca fueron diagnosticados como tal, porque para su época este trastorno no existía, para muchos psiquiatras actuales, sus comportamientos podían encajar a lo que hoy conocemos como trastorno bipolar), en esta lista se tienen: Edgar Allan Poe, Ernest Hemingway, Virginia Wolf, Winston Churchill, Wolfgang Amadeus Mozart,  Mark Twain,  Isaac Newton,  Vincent Van Gogh, Piotr Tchaikovsky, Ludwig Van Beethoven.

La bipolaridad es una condición mental, donde las personas que la padecen sufren de crisis mentales, caracterizadas por cambios de humor extremos, pasan de un animo exaltado (manía) a un estado de humor extremadamente bajo (depresión), esta condición afecta a millones de personas alrededor del mundo.

El trastorno bipolar y la genialidad

Se ha querido utilizar el hecho de que personas famosas son etiquetadas como bipolares para tratar de hacer ver que de pronto sea deseable y bueno ser bipolar, pero esto no es cierto, soy de la opinión de que con esta estrategia se ha logrado banalizar un trastorno mental severo, para que muchas mas personas se identifiquen con él, se auto-etiqueten como bipolares y poderles vender así medicamentos con efectos psicotrópicos.

En esta época, año 2019, muchos se las dan de bipolares porque serlo esta de moda, pues últimamente se ha dicho que algunas personas famosas son bipolares.

Una de las caras del trastorno bipolar son los episodios maníacos donde se quiere hacer muchas cosas al mismo tiempo y donde se desea sobresalir, sin embargo, es muy difícil destacarse y casi siempre se termina mal, porque las probabilidades de triunfar en un estado alterado son mínimas, es después, cuando se está en la triste depresión, cuando uno siente que en vez de sobresalir se cometieron muchos errores, que pueden traer graves consecuencias, por lo tanto pienso no es favorable ser bipolar.

Existen estudios estadísticos, donde se ha encontrado que entre los jóvenes con capacidades académicas mas altas, es mayor la probabilidad de sufrir trastorno bipolar en la vida adulta, según la BBC se hizo un estudio en Suecia que arrojó estos resultados, sin embargo,  a pesar del estudio anterior, de otros estudios, de opiniones de expertos y de otros no tan expertos, el ser bipolar no es que ayude significativamente para ser famoso y triunfar en la vida. Es posible que los etiquetados como bipolares tengan una capacidad académica algo mayor al promedio, pero aún así, esto de seguro no asegura el poder ser famoso, el ser famoso depende de diversas circunstancias, entre ellas del azar.

Según se dijo en el blog Carnedepsiquiatra, ya dado de baja:

"Mitos aparte. El "bipolaris vulgaris" no es un genio: Tiene sus dones, sí, quizá, como otros humanos no bipolares; porque los hay que dicen que no tienen capacidad creativa y se lamentan por ello; pues no, tener bipolaridad no es sinónimo de nada."

El anterior es un párrafo bastante descriptivo sobre lo que somos la mayoría de los bipolares, que resumo en términos simples, no somos mas importantes por ser bipolares.

También según expresa el Dr E. Vieta respecto a si el trastorno bipolar afecta la inteligencia o tiene que ver con esta: "se puede ser inteligente, tonto, o toda la gama intermedia entre los dos extremos. A lo largo de la historia ha habido grandes pensadores que han sufrido esta enfermedad. Lo que sí es cierto es que las recaídas frecuentes empeoran el rendimiento intelectual, aunque puede recuperarse el nivel anterior si se consigue un período mínimamente largo de remisión."

Considero que las personas que sufrimos de trastorno bipolar somos de pronto mas arriesgadas, por lo tanto las probabilidades de triunfar y ser famosos podrían ser mayores (aunque en un pequeño porcentaje, pienso yo), pero que no son determinantes; si unido a la bipolaridad, se tiene también la fortuna de ser una persona bien relacionada en su sociedad, con capacidades académicas o artísticas sobresalientes, se tiene una mejor probabilidad de ser más exitoso que otros, sin embargo, aun siendo famoso, si se es bipolar y no se tiene bajo control el problema se tendrá una vida triste y desgraciada, ejemplos muchos, uno:  Se dice que Ernest Hemingway sufría de trastorno bipolar, fue uno de los escritores mas famosos de su época, logró el premio Nobel, sin embargo, era alcohólico y terminó suicidándose; Otro caso fue el de Edgar Allan Poe se le tildó muchas veces de loco o de degenerado, dado que escribió relatos de terror, pero solo eran historias de ficción y la gente tiende a confundir; a pesar de ser famoso en su tiempo y mucho más famoso después de muerto, no tuvo una existencia muy feliz que digamos, según algunos psiquiatras actuales sus actuaciones muchas veces erráticas pueden indicar que sufría de trastorno bipolar y su vida fue muy tormentosa y complicada.

Cuando se es bipolar se toman más riesgos, sobre todo cuando se esta en la parte del ciclo de la manía, en cambio, es normal que las personas sientan miedo a enfrentar retos grandes, por lo que este miedo hace que en muchas situaciones no se destaquen, aún a pesar de tener las cualidades para hacerlo.

Ser famoso y bipolar es una cuestión de probabilidades, como en cualquier grupo se tiene que entre los famosos también hay bipolares; de lógica deben de ser un porcentaje pequeño, pero al momento de producir ruido, este es mayor que cuando lo hace una persona no bipolar; la culpa no la tienen los bipolares famosos, sino mas bien los medios de desinformación, que tienden a exagerar con el fin de vender más.

Como no va a vender mas, decir que: Se suicidó un actor de Hollywood muy famoso del que se dice era bipolar o que una una de las cantantes con mas discos vendidos, se ha enloquecido de repente (se especula, que sufre de trastorno bipolar) y esta en una clínica de rehabilitación para personas con problemas mentales.

Según diferentes estudios los etiquetados actualmente como bipolares estaríamos entre menos del 0.5% y el 4% de la población, (aunque los medios de desinformación y las farmacéuticas, quieren que esa cifra sea mayor), pienso que somos alrededor del 1%, pero no del que domina al mundo, de acuerdo con la lógica de las probabilidades, en cualquier subgrupo se debe tender a ser un porcentaje similar, por lo tanto si se hace una encuesta en una empresa con unos 10.000 empleados hablaríamos de unos 100 bipolares que pueden sonar a una cifra muy grande.

De igual forma si se hiciera una estadística entre famosos, digamos que se escogen al azar unos 100.000 famosos, se encontraría que unos 1.000 o una cifra parecida sería bipolar, ¿muchos no?.

Es posible que los porcentajes varíen de acuerdo con el tipo de actividad que se desarrolle, sin embargo, serán unas desviaciones pequeñas, siento y he leído que los bipolares somos personas que tendemos a tomar mas riesgos que otros, por lo que tomamos retos difíciles que implican cuando triunfamos ser destacados, sin embargo, poco se sabe y se dice cuando también por tomar dichos riesgos fracasamos; es decir, por cada famoso bipolar, hay millones que fracasaron en el intento de volverse famosos, pero esto no es noticia, de acuerdo con la lógica de la vida, cuando algo es bastante riesgoso, las posibilidades de triunfar son más bien escasas, pero los pocos que lo logren van a ser muy destacados. El símil desde el punto de vista de los negocios es que entre más riesgoso es un negocio más utilidad produce, pero la probabilidad de fracasar también es mayor, o como en las loterías, mientras mas difícil es de ganársela, cuando alguien se la gana el premio es espectacular.

Se tiende a hacer mucho ruido cuando se descubre que una persona famosa tiene problemas sobre todo si son de la mente, sin embargo, es claro que no es noticia que muchas personas del montón sufran de la mente.

Siendo autobiográfico pienso que mi salida de la última empresa donde trabajé tuvo algo que ver con esta situación, tome un riesgo muy grande que de salir adelante me hubiera servido para un ascenso rápido y ser sobresaliente, pero como las cosas no salieron bien fui catalogado como un fracaso que más bien pronto me llevo a ser retirado de la empresa al realizarse un encogimiento de personal.

jueves, 11 de julio de 2019

MI problema mental version 5.0

Mi problema mental

Son una serie de sentimientos encontrados que se desencadenan en situaciones de crisis personales que me acompañan desde que tenía 16 años, para mi fue el momento en que llegue a una crisis psicótica (era como un loco, hasta un amigo me dijo loco en la cara), he sido tratado por médicos de la mente (llámense psiquiatras, psicólogos, psicoterapeutas etc), tal vez en otro tiempo podría estar completamente loco o sin estarlo ser considerado loco y vivir abandonado en un manicomio o estar vagando por las calles a lo mejor sintiéndome bien así, pero aislado del mundo, o de pronto; habría que tenido que afrontar por mi mismo la situación y la habría resuelto a mi manera.
A pesar de que es posible que para los psiquiatras que me trataron, sobre todo en mi crisis fuerte tenían algo claro mi problema (para 1984 era un paciente que sufría una crisis psicótica debida a un posible trastorno maníaco-depresivo), pero para mi en ese año 1984 era todo un dilema, luego por internet encontré ya en el año 2007 que lo que sufro encaja en lo que últimamente se ha decidido llamar trastorno bipolar y que este tiene varios tipos encajando en el denominado tipo I.

Durante mucho tiempo conviví con mi problema mental sin darme cuenta, o mas bien sabiendo que padecía de algo pero tratando de no darle importancia, por lo que no me atormentaba demasiado por ello, a menos que estuviera cerca a una crisis, adicionalmente la mayor parte del tiempo parezco una persona normal con o sin tratamiento y solo ante unos pocos he parecido como un loco o una persona que actúa raro porque esta siendo afectada por un trastorno mental, sin embargo, vengo a darme cuenta últimamente que mis actuaciones con las personas que me rodean son a veces extrañas y tengo patrones de comportamiento no tan promedio, además que soy una persona que tiende a aislarse.

Como causa de mis desbalances tuve una crisis mayor y otras menores que me causaron muchos problemas, perdí personas que amaba, posibilidades laborales tanto así que después de los 33 años no pude volver a conseguir un empleo formal, me di cuenta también que cuando entraba en crisis me convertía en una fuente de sufrimiento para mi familia, pero a pesar de eso sigo vivo y además optimista de que puedo estar tranquilo aun padeciendo un problema mental.

En la antigüedad y aun hoy en día muchas personas sufren de problemas de la mente sin saberlo o sintiendo que tienen algo pero sin darle importancia, eso les pasaba o les pasa a los que esta etiquetados como bipolares y muchos vivieron o viven felices o no, sin saber que significaba o significa trastorno bipolar, es mas esta etiqueta es muy reciente, en la antigüedad ni siquiera existía (antes o una persona estaba loca o era normal, de pronto sufría crisis de locura y volvía a la normalidad pero no existía la definición de un tipo de trastorno mental como lo es hoy, además como no era tratada con drogas que la modifican esta no presentaba las condiciones de lo que es hoy llamado trastorno bipolar).

Últimamente vengo a descubrir basándome en mi experiencia y según mi criterio personal científicamente no existe un buen tratamiento para mi problema, según las definiciones técnicas de la medicina no cabe dentro de la definición de enfermedad mental y que el hecho de que no este tan enredado, se debe más a mi suerte ya que he contado con un entorno favorable y personas que me quieren y me han ayudado para no haber terminado tan mal como otros.

Mi problema mental ha estado últimamente bajo control, muchas veces con ayuda de médicos, otras solamente por mi experiencia, sé un poco más de cómo es, por lo que trato de mantenerme en equilibrio y cuando tengo los primeros síntomas de un desbalance, he sabido y logrado pararlos, aunque sintiendo los efectos de un sube y baja emocional que me hace sentir realmente mal, para mi fortuna, hasta ahora he logrado cortar el avance hacia una crisis mayor, la cual no he vuelto a tener.

Hace poco vine a saber que dentro de mis características de personalidad, poseo una la cual se denomina baja empatía, donde la empatía la defino aquí como la que le permite a las personas entender de forma autónoma las reacciones de las demás personas y predecir en muchas ocasiones las actuaciones de otros, lo que me trae problemas de comunicación, esto hace que mis relaciones con los demás hayan sido problemáticas, aunque, yo no lo había apreciado, según el psiquiatra que estoy visitando el lo define como un rango de personalidad esquizoide que suena mucho a estar loco de remate, pero bueno esto es lo que opina él, puede que debido a esto (o como se llame) ha hecho que sea una persona que tiende a aislarse, porque se me dificulta establecer relaciones personales a profundidad, sobre todo de amistad o sentimentales.

viernes, 31 de mayo de 2019

De nuevo suspendiendo los medicamentos

Después que he visto llegar a una estabilidad de mis emociones, veo la necesidad de poder rendir mejor en mi vida diaria, he tomado de nuevo la decisión de suspender las medicinas, de todos modos la suspensión la hago de forma paulatina, para que mi organismo no se descompense de forma inmediata, para que pueda alcanzar una normalidad en la forma de comportarme, a la vez sentir que soy yo mismo, sin estar afectado por las sensaciones que  me inducen los medicamentos.

Esto de dejar los medicamentos para una persona, que como yo ha sido catalogada como afectada por un trastorno mental, es una situación complicada, ya que muchos consideran no es buena, es la opinión de casi todos los psiquis, la familia y otras personas que saben que uno tiene problemas mentales, es difícil, pero resulta que para mi concepto y para mi caso es algo que es necesario para poder rendir en el aspecto laboral, con los medicamentos uno está calmado y es lo mas parecido a una persona normal, sin embargo, es muy complicado hacer todas las cosas que puede hacer una persona promedio, como ser altamente productivo laboralmente, los medicamentos que estoy tomando hacen que este demasiado tiempo durmiendo y si no es durmiendo, bastante apagado y somnoliento, siento que no puedo fluir en mi vida diaria, cuando los dejo veo que puedo producir mejor aunque a veces puedo acelerarme, que es lo que tendría que saber manejar sin medicamentos, además de poder dormir lo suficiente, para lograrlo tengo que apegarme a llevar una vida muy juiciosa, ordenada, que puede ser aburrida para muchos y también en algo para mi, es sin embargo, preferible a tener una existencia afectada por los efectos de las drogas psiquiátricas recetadas.

Para poder sobrellevar mi vida viviendo en sociedad, debo autocontrolar mis emociones y  comportarme de forma normal aun sin tomar drogas, para esto debo apegarme a unas rutinas diarias y estar analizando mis emociones, tomo esta decisión además porque he sentido que estoy estabilizado, no estoy tomando la decisión de dejar los medicamentos cuando estoy en esa etapa de sentirme bien y que soy capaz de cualquier cosa, en este momento no me siento tan  feliz, estoy mas bien algo bajo de emociones pero muy aterrizado y llevo algo de tiempo así, en mi situación no cuento con nadie que avale esta situación; en otras oportunidades he dejado los medicamentos psiquiátricos, logrando hacer las cosas como las pueden hacer las personas normales, el inconveniente viene después cuando de nuevo llego a una etapa de desbalances y que puedo perder el control de mis actuaciones, para esto pueden pasar varios días, meses y hasta años, últimamente como en las veces anteriores, cuando veo señales de alarma principalmente que dejo de dormir un mínimo número de horas y siento que me acelero mas de la cuenta, ahi de nuevo vuelvo a tomar medicinas que me frenan y me ponen lento pero que tomo antes de que la situación me cause problemas fuertes, he logrado evitar problemas graves y poder vivir mejor las etapas que logro ser yo mismo sin tomar medicinas, y cuando decido de nuevo tomarlas lo único que me pasa es que de nuevo me vuelvo lento y rebajo mi capacidad productiva al mínimo, pero prefiero esto a desbocar mis emociones y tener problemas con mi entorno, esta situación la he manejado así en los últimos años, en los cuales pienso he podido vivir de buena forma aunque no me haya sentido todo el tiempo bien.

Digo porque si es de sentirme bien todo el tiempo, esto lo puedo lograr mejor con las drogas psiquiátricas las que me hacen estar muy calmado todo el tiempo y hace que no me preocupe mayor cosa de lo que me esta pasando alrededor, la vida pasa entonces de forma mas fácil y se puede tener una sensación de felicidad, pero cuando reflexiono veo que esto no es una existencia plena, el dejar los medicamentos y poder vivir acoplado dentro de mi entorno social implica un gran esfuerzo, sin esa sensación de felicidad.

El poder producir y vivir sin tomar medicinas psiquiátricas durante largos períodos es algo que he logrado varias veces, donde mi vida no ha sido fácil, pienso que tampoco lo es para una persona promedio, reflexionando veo que en esos momentos he vivido de forma plena, donde el diario vivir es complicado pero siento que ha valido la pena este esfuerzo.







sábado, 25 de mayo de 2019

Edgar Allan Poe y sus problemas mentales



"Los hombres me han llamado loco; pero todavía no se ha resuelto la cuestión de si la locura es o no la forma más elevada de la inteligencia, si mucho de lo glorioso, si todo lo profundo, no surgen de una enfermedad del pensamiento, de estados de ánimo exaltados a expensas del intelecto general.
Aquellos que sueñan de día conocen muchas cosas que escapan a los que sueñan sólo de noche
"

Eleonora. [fragmento]
Cuento de Edgar Allan Poe
Traducción: Julio Cortázar.

 Edgar Allan Poe es considerado uno de los mejores escritores del siglo XIX y entre otras cosas se le otorga el título de fundador del genero literario de terror, como también fue uno de los primeros escritores del género de ciencia ficción, muchas de sus historias son similares a las de Julio Verne.

Hoy muchas personas se dicen seguidores de sus ideas, de su forma de ser y existen hasta sectas (los góticos), donde se dice que él es el gran maestro.

Sus escritos son muy poéticos y figurativos, es considerado un poeta, aunque de pronto los escritos mas famosos son los de prosa.

La vida de una persona como Poe, se vió afectada por una personalidad inestable, sobre todo en los últimos días de su vida.

Poe en muchas oportunidades fue tildado de loco, de degenerado, de vicioso, de des-adaptado, pero la realidad fue otra; su vida estuvo marcada por desbalances mentales, que lo hacían muchas veces actuar de modo poco común y que lo llevaron a sus excesos y de pronto a sus adicciones, pero también fueron la fuente de inspiración de sus escritos.

Su vida fue intrincada, huérfano de ambos padres; todos sus amores bastante complicados, se le acusa muchas veces (según Cortázar y algunos investigadores de forma infame e injusta) de haber sido un degenerando, un pervertido, un loco, un alcohólico empedernido; pero según las últimas investigaciones serias, su personalidad se pudo deber mas a problemas mentales que por ser una persona malvada, los terroríficos eran los personajes de sus historias, no Poe.

Muchas veces se quiso mostrarlo como un loco o un vicioso, esto se hacía con el fin de poder vender mejor sus escritos después de muerto y en vida para denigrar de él por sus coterráneos, debido a la envidia que les despertaba, por ser tan buen escritor.

Los personajes de sus historias muchas veces son siniestros, con facetas oscuras, tenebrosas, llenos de maldad; en sus escritos hay descripciones macabras de acciones muchas veces crueles, donde en cortos relatos se muestra una psicología depravada, personajes capaces de las acciones más horribles, por estas historias se considera el padre del genero de terror, sin embargo, son solo historias de ficción y esto no quiere decir que su autor fuera como los personajes de sus cuentos.

Alguna vez según palabras de Poe "Como ofensa, mis enemigos atribuyeron mi locura al alcohol en vez del abuso de alcohol a mi locura"

La adicción al alcohol o a las drogas es algo más común en personas con desequilibrios mentales, que en los que no lo son, por lo que en la antigüedad quienes padecieron ciertos trastornos mentales casi siempre eran alcohólicos, dado que era la droga mas común y fueron muy criticados por esto.

En el caso de Poe al parecer el alcoholismo fue el desencadenante de su muerte, mas bien temprana, murió a los 40 años, pero su muerte también estuvo bastante influenciada por sus desequilibrios mentales, según se intuye leyendo sobre su vida, antes de su muerte estaba en un periodo largo de depresión profunda del cual no pudo salir.

La vida de este poeta fue relativamente corta, considerando que era de una familia mas bien acomodada, podría haber llegado a una vejez tranquila,  sus problemas mentales (no se puede considerar que fuera loco, aunque muchos lo catalogan como tal) lo afectaron seriamente, lo marcaron fuertemente, pero también lo inspiraron.

Su legado y virtud fue saber narrar de una forma casi real, parte de los sentimientos causados por sus afecciones, mediante relatos de ficción escritos de una forma poética.

Instrumental, de James Rhodes, autobiografía de alguien que ha sufrido problemas mentales y problemas de adaptación a la sociedad

Instrumental, de James Rhodes (Libro)





Voy a repostear un artículo sobre el libro, lo leí hace poco, es la autobiografía de alguien que ha sufrido problemas mentales y problemas de adaptación a la sociedad.

Varios apartes de lo que se describe en este libro son parecidos en algo a lo que yo he sentido muchas veces, me identifico con el autor en mucho de lo que describe en cuanto a sus problemas mentales y de adaptación a la sociedad, el autor y a la vez personaje del libro fue víctima de abusos cuando niño y sufrió problemas mentales, mucho más fuertes que los míos, que lo llevó a estar internado en instituciones para personas con problemas mentales en tres oportunidades, tuvo varios intentos de suicidio, estuvo en el mundo del alcohol, de las drogas y se autolesionaba, pero después de todo logro salir adelante organizar su vida y llegar a ser una persona con cierta fama.

En mi caso, cuando era niño físicamente no fuí víctima de abusos sexuales, aunque si fui acosado y afortunadamente ahora vengo a saber no se como, logré evitar que me hicieran daño fisico, solo estuve internado en una oportunidad en una institución para personas con problemas mentales (manicomio) y no toque el mundo de las drogas, aunque si estuve un tiempo tomando bastante alcohol y todavía lo consumo, con poca frecuencia y en poca cantidad, por lo que se puede considerar que tengo un cierto grado de alcoholismo, lo otro es que no soy ni mínimamente famoso.

Esta es una historia de extremos y el caso mío no es de tantos extremos, pero concuerda y me identifico en lo que se refiere a como narra como funciona el cerebro de una persona con  problemas de adaptación a esta cruel sociedad.


La siguiente es una entrada de la pagina titulada La piedra de Sisifo la puede encontrar en  https://lapiedradesisifo.com/2017/09/29/instrumental-de-james-rhodes/, la  copié y pegue de internet.

 "Es difícil creer que algunos libros no sean producto de un milagro.  El libro Instrumental de James Rhodes lo es, Rhodes se ha convertido en uno de los pianistas más célebres del momento, estaba tan empeñado en autodestruirse que el hecho de que haya llegado a los cuarenta años ya es en sí un milagro. Como también lo es la publicación de este libro, este descenso a los infiernos más profundos, después de que la ex mujer de Rhodes interpusiera una demanda para detener su lanzamiento, argumentando que el relato que en él se narra podría angustiar al hijo del pianista, que padece TDAH y dispraxia, además de asperger. 










 Finalmente la corte suprema dictaminó que el derecho de Rhodes a contar su historia era primordial, amparándose en su libertad de expresión. El argumento de Rhodes difícilmente podía rebatirse: es como pedirle a la víctima de una violación que se calle, que no divulgue el crimen. ¡Y voilà! el libro Instrumental está en las librerías.

   Rhodes nació en el seno de una familia acomodada, pero su vida dio un vuelco de ciento ochenta grados cuando, entre los cinco y los diez años, fue violado en infinidad de ocasiones por un profesor de educación física.  Rhodes evita eufemismos como «abuso infantil», que no dan cuenta de la monstruosidad de las heridas físicas y mentales. que deja una experiencia como esta. A partir de ahí se torció todo. Hablar de trauma es quedarse corto. Rodhes desarrolló tics, TOC, depresión, drogadicción, alcoholismo, tendencias suicidas, y muchas más cicatrices, tanto por dentro como por fuera. Nada conseguía sacarlo a flote. Y motivos no le faltaban para seguir viviendo: el nacimiento de su hijo, una carrera exitosa como pianista, buenos amigos, gente dispuesta a invertir tiempo y dinero en él. No importa lo bien que le fueran las cosas. En el último momento Rhodes siempre encontraba la forma de joderlo todo. Cada uno de los capítulos del libro relata un momento crucial en la vida del pianista, ya sea de caída o de recuperación. En algún lugar de su cabeza, hay una retorcida idea que le dice que él es el culpable de sus violaciones; se tortura por ser víctima y por sentirse como víctima. Es como si esas violaciones se hubieran convertido en el inicio y en el centro de su vida.

   Solo la música ‒y tal vez el amor hacia su hijo‒ consiguió arrancarlo de ese abismo. Porque Instrumental no son solo las memorias de una existencia torturada. Recuperando el subtítulo del libro, además de locura hay también música y medicina. Instrumental es la confesión de cómo la música le salvó la vida a un pobre diablo. Cómo lo convirtió en alguien admirado ‒en esta sociedad tan superficial que suele tender a emparejar éxito y felicidad‒. Instrumental es un intento de hacer más atractiva la música clásica. ¿Y qué mejor forma de hacerlo que decir: «la música clásica me salvó la vida»?


   Pero Instrumental es mucho más que una declaración de intenciones, es un mapa de ruta de lo que Rhodes hizo con la música clásica. No solo dijo que había que hacerlo sino que consiguió hacerlo. Despojó a la música clásica de su halo aburrido y polvoriento, atrajo a un nuevo tipo de público más joven y fresco, hizo más humanos a los compositores y a los intérpretes, consiguió que un canon inaccesible y elitista, de poca relevancia fuera del mundo académico o especializado, se hiciera popular. Es como si después de que la música clásica le salvara la vida, se sintiera en deuda y quisiera salvarle la vida a la música clásica. Instrumental también es un ensayo de divulgación musical. Cada capítulo o «tema» se abre con la sugerencia de un pieza musical ‒a la que es posible acceder a través de una página web gratuitamente‒ y con una pincelada del contexto histórico, social y biográfico de su compositor. Cada uno de los compositores elegidos, al igual que Rhodes, arrastra su propia herida. En una visión tremendamente romántica de la creatividad, Rhodes trata de describir cómo cada uno de ellos, al igual que él mismo, utilizó la música como sanación, como terapia.

   Y que no solo la música ‒y, por extensión, el arte‒ salva a los hombres, es también un mensaje que encontramos en Instrumental. También hay buenas personas dispuestas a ayudar a otras personas. Desde la Blanche Dubois de Un tranvía llamado deseo, nadie ha dependido tanto de la amabilidad de los extraños como James Rhodes. La carrera musical de Rhodes se recondució cuando Franco Panozzo, un agente musical internacional, le escucha tocar el piano y lo pone en contacto con el célebre profesor de piano Edoardo Strabbioli, con quien Rhodes tomará algunas lecciones en Verona y le hará centrarse en la
música. Cuando empieza a canalizar su estrés haciéndose cortes en los brazos con cuchillas de afeitar un amigo millonario llamado Bob le paga una estancia en una clínica en Arizona, mientras que Sir David Tang apoya a Rhodes en su sueño de convertirse en pianista de conciertos. ¿Y qué decir de Denis Blais, que no solo financió su primer álbum sino que se convirtió en su representante y que, en buena medida, gran parte del éxito de Rhodes se debe a él?

   Una poderosa historia de supervivencia, lucha, triunfo y esperanza. La historia de un niño que busca refugio en la música, de un hombre que abandona sus sueños por la trampa de un éxito financiero vacío y que retoma su camino, abrazando la existencia que quiere. Un ensayo sobre la industria de la música, una crítica a la psiquiatría, una advertencia a la sociedad para que protejan a sus niños. Para alguien que haya tenido contactos esporádicos con la música clásica es puede suponer un despertar. Todo eso y mucho más es Instrumental, y todo con una prosa agitada, al ritmo de la música, a ratos encolerizada y a ratos brillante, no siempre dentro de los límites de la corrección, pero desde luego llena de emoción. La experiencia que Rhodes vivió fue extrema y qué mejor manera de transmitirla que a través de una escritura igualmente extrema.Pocas veces la faja de un libro, que lo proclama como «libro del año» de una manera que puede parecer un tanto egocéntrica, esconde tanta verdad. Y qué poca justicia pueden hacerle mis palabras a esa verdad, comparada con la lectura del libro."

jueves, 21 de marzo de 2019

Una nueva entrada de diario, llegando a una estabilidad inducida

De nuevo voy a tratar sobre lo que estoy viviendo en estos momentos, en términos generales me siento un poco mas estable que en días pasados.

Hace poco tiempo sentía y también decía que estaba bien y estable, sin embargo, viéndolo desde mi punto de vista actual, considero que estaba en una situación de vaivenes, que aunque no se convirtieron en una crisis, si estuve actuando no tan bien y reflexionando ahora veo que no estaba bien.

En estos momentos me siento como plano, falto de emociones, no siento esta felicidad donde estoy irracionalmente bien a pesar de todo, ni esa tristeza infinita que me embarga a pesar  de estar vivo y de tener razones para continuar viviendo de buena manera.

Estoy de nuevo en una condición de eutimia donde no se siente uno tan feliz, pero si se está consciente de que se ha tenido problemas y que es mejor estar en esta situación que en los vaivenes, se puede decir que estoy en esa estabilidad forzada por las medicinas, no me siento en un estado natural, porque mi sentir está influenciado por los efectos de las drogas psiquiátricas, estoy llegando a unos sentimientos planos, donde no siento con locura (una bloguera define: Somos de los que no podemos sentir si no es con locura), pero para poder vivir con otros toca no sentir tanto, además para poder estar en sociedad toca comportarse de forma masiva.

Aunque puede que para la mayoría de las personas sentir sin llegar a extremos es lo que se siente a diario, para mí no lo es, entonces gracias a que estoy medicado, que me siento plano y algo apagado; ante los demás mis actuaciones parecen normales, para mí convivencia esto es positivo, uno vive en sociedad y en mi caso aunque no tengo muchas interrelaciones debo ser y parecer alguien normal en cuanto a cómo debo expresar mis emociones, es de pronto una obligación si se quiere interactuar con otras personas, no es que me agrade sentir los efectos que en mi producen los medicamentos, pero termino prefiriéndolos a que termine siendo aislado por los demás.

He tratado de dar un cambio a mi vida, hice un intento de irme a trabajar a otra ciudad pero no lo conseguí, por lo que me toca volver a donde he estado en los últimos años, a un pequeño pueblo de provincia donde la vida es apacible, pero donde con el tiempo uno se estanca desde diversos puntos de vista, porque aquí no hay posibilidades de trabajar en algo grande como se dice de forma coloquial.

Estoy en una etapa de vida donde sé que todavía puedo ser productivo laboralmente, puedo aportar así no sea mucho a esta sociedad a la vez que obtengo mis recursos para mi presente, pero también para mi futuro que es mi futura vejez, dentro de lo que sé que puedo hacer, voy a volver a organizarme en mi pueblo y desde aquí trabajar en algo que me agrade así no sea muy grande, debo ser útil y sentirme útil, es lo que lo mueve a uno a vivir.

Aunque se puede decir que vivo solo en estos momentos, de nuevo estoy en una relación sentimental, me siento bien en ella, es un encuentro de personas de mediana edad, donde cada cual por su lado tuvo familia al estilo tradicional y en estos momentos quiere de nuevo tener ese gusto de estar enamorado y pensar que la otra persona puede ser la compañía para los próximos años, no se piensa en tener hijos, pues ya se tuvieron y se piensa en un hogar de dos viejos en compañía de animales y visitando o siendo visitado de cuando en vez por personas allegadas.


domingo, 3 de marzo de 2019

A mis 30 años descubrí que soy bipolar


Por Inés Pujana

1 de marzo de 2019  • 10:03


Esta entrada es  reblogueada desde el periódico La Nación de  Argentina https://www.lanacion.com.ar/2223979-a-mis-30-anos-descubri-soy-bipolar .




Agustina siempre vivió la vida intensamente y quienes la conocen, saben que es una persona que no es indiferente a nada de lo que la rodea. Los amores, las amistades, la política o los derechos de los animales: todo la atraviesa y la hace tomar partido. Ríe a carcajadas cuando algo le da gracia, no tiene miedo de decir lo que piensa frente a cualquier circunstancia y por sobre todas las cosas, exuda arte, en su forma de vestirse y en todo lo que hace. Hace poco tiempo, no más de un año, descubrió que esos picos y valles que estaba tan acostumbrada a transitar, no eran simplemente un rasgo de su carácter, significaban algo más: una enfermedad hereditaria que se manifestaba en sus genes, la bipolaridad. Le pedimos que nos relatara su historia para ayudarnos a visibilizar las enfermedades mentales- que tanto estigma tienen- y esto es lo que nos contó.

"La primera vez que oí hablar de bipolaridad fue por mi mamá. Sabía que alrededor de los 30 años la diagnosticaron, que estaba medicada, que lloraba mucho y que no era feliz. No mucho más. Hasta que un día la encontré en la cama inconsciente, y a pesar de todos mis intentos por convencerme de que ella no era capaz de hacer algo así, la realidad me cacheteó y me mostró que no quería vivir más. Una nota y unos cuantos blisters vacíos eran la prueba. A partir de ese día la acompañé a hospitales, grupos, internaciones y diferentes tipos de terapia; convirtiéndome en su madre y ella en la hija a la que yo tenía que cuidar. Mi mamá siempre vio en mí mucho de ella, y no dudaba en decirme que consultara a un médico para ver si yo también tenía su patología. Jamás pensé que algo así pudiera identificarme, pero a mis casi treinta años un médico me dijo: 'Sí, estás dentro del espectro bipolar'".

"No es alguien que quiere algo y un segundo después ya no. Tampoco es tu compañero de trabajo que alterna el enojo matutino con la simpatía vespertina. Es muchísimo más, y justamente por eso es importante dejar de usar el término con tanta liviandad y darle el respeto que se merece. Porque bipolaridad no significa tener un humor cambiante: es una patología delicada que hay que transitar con mucho respeto.

Llevarla a cuestas es vivir diariamente en un subibaja. En un extremo se sienta la depresión y en el otro la manía, y mientras la primera te empuja a estar muy triste, al punto de -a veces- no querer vivir más, la segunda te pone muy eufórico y te llena de una energía incontrolable. Te vuelve insomne y vulnerable en extremo, llegando a sentirte un cuerpo en carne viva, que padece todo mucho más que cualquier otra persona.

Cuando estás feliz, sos como una nena que corre y ríe a gritos porque la desborda la alegría. Te volvés ingeniosa y artística, y lográs hacer cosas con una creatividad única, que brota incansablemente. No por nada la llaman "la enfermedad de los artistas" y es que son tantos. Virginia Woolf, Kurt Cobain, Edgar Alan Poe, Van Gogh, Miguel Ángel y muchos más.

Ser bipolar es también encontrarte gobernada por sentimientos que no te pertenecen, o que no querés que te pertenezcan, pero que te invaden y te transforman en alguien que no sos y que a la vez sos. Es perder el control de las emociones y cometer muchos errores, cargando con la culpa de haber herido sin quererlo, sin darte cuenta. En mis peores picos hasta llegué a creer que algo me poseía, sin poder controlar mis pensamientos, lo que decía o lo que hacía. La bipolaridad también es pérdida, porque perdés muchas personas en el camino: amigos, parejas, y a veces, hasta a vos misma.



"¿Bipolaridad = Genialidad?

Esto opina Blue:
No comparto mucho de lo que se se dice del don bipolar por eso traigo a colación unas palabras de una bloguera:


"Mitos aparte. El "bipolaris vulgaris" no es un genio. Tiene sus dones, sí, quizá, como otros humanos no bipolares. Porque los hay que dicen que no tienen capacidad creativa, y se lamentan por ello. Pues no, tener bipolaridad no es sinónimo de nada."

"


 Por mi corta edad los médicos me recomendaron un tratamiento farmacológico fuerte, con la "esperanza" de que quizás en dos años ya no necesitara seguir con la ingesta de remedios. Me pareció mentira, creí que era demasiado bueno para ser cierto y ni lo dudé, los acepté con los ojos cerrados. Pero a medida que pasaban los días, las semanas y los meses, las reacciones adversas fueron devastadoras: pérdida de memoria, dificultad para expresarme, tics nerviosos, dolor articular, manchas en la piel, pérdida de visión y aumento de peso. Solo duré medio año de tratamiento y lo abandoné, dejando con esas pastillas la ilusión de ¿curarme? en un corto plazo. Descubrí que para no perder la cordura me estaba perdiendo a mí misma y supe que no había camino fácil, que iba a ser duro de todas formas. Así que luego de pensarlo mucho y de hablar con personas cercanas comencé a investigar otras opciones más naturales. Opté por ahondar en hacer cosas que me hicieran feliz y por rodearme de personas que me dieran paz y me sacaran sonrisas. Meditar y hacer terapia ayudan mucho. Tener una vida sana, hacer deporte, comer y dormir bien, también. Pero sobre todo conocerme y aceptarme.

No es un camino sencillo, está lleno de aciertos y desaciertos y hay mucho dolor incluido, porque vivimos todo en carne viva y porque ese beso que se disfruta más, también tiene otra cara, que es que también se sufre en demasía el cachetazo. Es un camino diferente para cada uno, que tiene que ir haciéndose al andar, escuchándose y sabiendo elegir qué resulta mejor para cada persona y tipo de vida. Mi consejo es que nada ayuda tanto como sentirse amado. Por eso es tan importante saber acompañar a quienes lo padecen, entendiendo, no juzgando y estando presente, demostrando afecto y haciendo sentir que uno no los abandona cuando todo parece hacerlo. Del otro lado hay una persona algo turbulenta, pero que en el fondo es como el cielo, que cambia, llueve y después despliega algo tan hermoso como un arcoíris. Mi consejo es que se queden a ver sus arcoíris, porque no cualquier persona es capaz de crearlos después de una tormenta".


jueves, 21 de febrero de 2019

En fuerte depresión

En mi anterior entrada hablaba que estaba sintiendo un aterrizaje suave despues de haber estado algo arriba, creia haber llegado a la normalidad, que en mi caso no es tan normal, pero donde se puede vivir de una forma muy parecida al promedio de las personas, pero resulta que faltaba bajar mas y no como lo crei y lo dije, estuve en un profundo sentimiento de fatalidad, aunque considero que lo que descubrí, es algo que realmente me esta sucediendo, me senti demasiado mal.










 

Entro en lo que se puede llamar en un sentimiento de depresión, inducido principalmente por mi desbalance de emociones, donde analizando mi situación personal encuentro que mi plan de vida para estos dias y los proximos años no se pudo realizar como lo estaba vislumbrando, porque no lo planee, ni ejecute bien, quería hacer unos cambios en mi forma de vida, pero encontré que por varias circunstancias lo que pensé podian ser unas formas diferentes de vivir, no pude concretarlas.




 A veces niego que tenga un problema, o me digo a mi mismo y a otros que puedo controlarlo, ademas el entorno donde me desempeño esta dificil aun para las personas que se denominan normales, que se puede decir para los que no actuamos de forma normal o promedio, somos seres sociales y a pesar de movernos en entornos donde no intercambiamos con muchas personas, esos pocos contactos que hacemos se vuelven infinitos, donde lo que uno hace tiene un efecto en los demas y lo que hacen los demas tiene efectos en lo que uno siente y mis actuaciones erraticas tienen el efecto de bloquear mis aspiraciones respecto a un cambio de actividad.


 Cuando se llega tan abajo en esto de las emociones se quiere acabar con todo, tanto mas de lo acabado que ya se tienen las pocas relaciones que uno hace, ademas que tambien esta mal mi situacion laboral, entonces se queda uno solo, se siente solo, es cuando algunos deciden hacerse daño y se toman acciones en contra del cuerpo, se entra en el alcohol o las drogas o se piensa o se intenta el suicidio, ya se tene un daño al haber llegado tan bajo, como para causarse otro mayor, esa idea la descarto, despues de sentir haber llegado a lo mas hondo y bajo de las emociones, todo a partir de ahi es ganancia, debo retomar mi vida, dedicarme a producir y bien dentro de las limitaciones que tengo, debo dedicarme a lo que puedo hacer y hacerlo de la mejor forma, si para mi ya es un logro no haberme hecho daño fisico; en este bajón fuera del daño sentimental que he hecho y que deja heridas en las pocas personas con quien tengo relaciones sociales, no debo autoinflinjirme mas daños, debo empezar otro ciclo donde siento que mas bajo no puedo llegar y eso espero que pase, pienso que voy a volver a vivir de nuevo de forma normal aunque sea dificil lograrlo.

domingo, 17 de febrero de 2019

Ayer estuve en un bajón terrible

 

 

Una chica bipolar define la depresión

Momentos de tristeza, donde la soledad y la oscuridad van de la mano, mi alma llora y el corazón grita. No importa que tengas familias o una relación amorosa, te sientes solo y por mucho que te hablen e intenten consolarte, el único consuelo es la almohada en la que pones tu cabeza, piensas, lloras y te escondes.




Señorita Insomnio




En mi anterior entrada hablaba que estaba sintiendo un aterrizaje suave despues de haber estado algo arriba, creia haber llegado a la normalidad, que en mi caso no es tan normal, pero donde se puede vivir de una forma muy parecida al promedio de las personas, pero no fue un aterrizaje suave como lo sentí y lo dije, sino que seguí bajando y estuve en un profundo sentimiento de fatalidad, aunque considero que lo que descubrí, es algo que realmente me esta sucediendo, me senti demasiado mal







.


 Entro en lo que se puede llamar en un sentimiento de depresión, inducido principalmente por mi desbalance de emociones, donde analizando mi situación personal encuentro que mi plan de vida para estos dias y los proximos años no se pudo realizar como lo estaba vislumbrando, porque no lo planee, ni ejecute bien, quería hacer unos cambios en mi forma de vida, pero encontré que por varias circunstancias lo que pensé podian ser unas formas diferentes de vivir, no pude concretarlas.

Edgar Alan Poe es mi bipolar famoso preferido


 A veces niego que tenga un problema, o me digo a mi mismo y a otros que puedo controlarlo, ademas el entorno donde me desempeño esta dificil aun para las personas que se denominan normales, que se puede decir para los que no actuamos de forma normal o promedio, somos seres sociales y a pesar de movernos en entornos donde no intercambiamos con muchas personas, esos pocos contactos que hacemos se vuelven infinitos, donde lo que uno hace tiene un efecto en los demas y lo que hacen los demas tiene efectos en lo que uno siente y mis actuaciones erraticas tienen el efecto de bloquear mis aspiraciones respecto a un cambio de actividad.


 Cuando se llega tan abajo en esto de las emociones se quiere acabar con todo, tanto mas de lo acabado que ya se tienen las pocas relaciones que uno hace, ademas que tambien esta mal mi situacion laboral, entonces se queda uno solo, se siente solo, es cuando algunos deciden hacerse daño y se toman acciones en contra del cuerpo, se entra en el alcohol o las drogas o se piensa o se intenta el suicidio, ya se tene un daño al haber llegado tan bajo, como para causarse otro mayor, esa idea la descarto, despues de sentir haber llegado a lo mas hondo y bajo de las emociones, todo a partir de ahi es ganancia, debo retomar mi vida, dedicarme a producir y bien dentro de las limitaciones que tengo, debo dedicarme a lo que puedo hacer y hacerlo de la mejor forma, si para mi ya es un logro no haberme hecho daño fisico; en este bajón fuera del daño sentimental que he hecho y que deja heridas en las pocas personas con quien tengo relaciones sociales, no debo autoinflinjirme mas daños, debo empezar otro ciclo donde siento que mas bajo no puedo llegar y eso espero que pase, pienso que voy a volver a vivir de nuevo de forma normal aunque sea dificil lograrlo.

jueves, 14 de febrero de 2019

Aterrizaje suave

De nuevo organizándome, logrando una estabilidad emocional como antes no había logrado, cumpliendo las metas que me había propuesto hace ya varios meses atrás.

Como mi forma de ser es algo extraña, no logro acomodarme fácilmente en grupos de personas de forma normal o si logro entrar no me siento bien del todo, muchas veces tengo que entrar en algún grupo donde no soy el promedio, voy a contar lo que me está pasando en estos días, estoy haciendo estudios de posgrado universitario, en mi caso estoy haciendo contacto con otros graduados en lo mismo que yo, pero con ciertas diferencias que hacen que mi entrada en este grupo de personas que se ha creado sea especial y me cause ciertas incomodidades, mis colegas son bastante menores que yo, lo que hace que haya una brecha generacional, la forma como ven el mundo es diferente a la mía. Además a pesar que no me considero incapaz de aprender nuevas cosas, si se me dificulta un poco; yo a la edad que mis compañeros tienen en este momente no sufría por comprender los temas, ahora si, además la forma en que se estudia y trabaja en la actualidad es diferente a como lo hacía yo digamos cuando estaba por el lado de los años de ellos, de eso hace unos veinte años, esto es una barrera que tengo, otra es mi personalidad, tengo problemas para expresar debidamente mis sentimientos a veces soy muy brusco en lo que digo no mido las palabras que digo, otra es que no leo adecuadamente las señales no verbales o no capto los mensajes que son claros para la mayoría porque tengo problemas en el manejo que la mayoría hace entre lo que se llama la teoría de la mente, eso apenas lo vengo a captar últimamente y esto mas que sufrir de altibajos emocionales es lo que me ha complicado mi adaptación a vivir en sociedad y sentirme adecuadamente y estable en esta vida.

En la última cita que tuve con un psiquiatra apareció otra caracteristica que según parece puedo tener, es algo que causa mucha impresión pero que hasta donde he leido no lo debería ser, claro que suena terrible, en una de las apreciaciones respecto a mi perfil de persona con problemas mentales dice algo como que tengo rasgos de personalidad esquizoide, hasta donde he podido entender sin haber profundizado mucho en lo que significa, creo yo entender que en terminos coloquiales una persona que tiene problemas para socializar, es algo que apenas vengo a saber pero que parece que no es peor que lo que he sido catalogado anteriormente porque suena mucho peor maniacodepresivo.

Entonces autoanalizándome y atando cabos como se dice: He logrado vislumbrar con certa claridad el porque a veces me siento abrumado por las situaciones y me siento como frustrado porque choco contra el muro de las relaciones personales. que no manejo adecuadamente como el promedio de las personas, entonces muchas veces puede ser que no esté deprimido sino mas bien frustrado, porque no logro adaptarme a los cambios, ya que un cambio implica cambiar de relaciones personales y es algo que se me dificulta demasiado pero que apenas ahora vengo a darme cuenta que las tengo.




viernes, 1 de febrero de 2019

Conservando la estabilidad

Me considero estable desde el punto de vista de esto que se llama el trastorno bipolar, es mas, como he estado en estos últimos años unos 4 o 5 aproximadamente, se puede decir que estoy normal y que no sufro de este trastorno, he tenido en este período crisis personales que he afrontado como lo habría hecho una persona promedio, esto ha significado llorar por pérdidas sufridas, he tenido pasar por momentos difíciles, tambien estar alegre cuendo he podido disfrutar plenamente con personas que amo y me aman, pero considero que no he tenido una crisis de lo que puede ser mi problema mental, apenas hace unos pocos días me vi de nuevo subiendo ya mas de la cuenta y de nuevo tuve que acudir de nuevo a tomar algo para forzar cambios en el funcionamiento de mi mente.

Sufrir de un problema mental (no de una enfermedad mental), como este que me aqueja no es agradable, pero no puedo echarle las culpas de todo lo malo que me pueda pasar, ni maldecir por esto, se debe vivir a pesar de tener problemas, yo tengo este en especial pero todas las personas sufren de algun problema o de varios y asi siguen en este mundo cruel, tengo muchas cosas a mi favor, por eso castigarme por lo que a veces me hace sentir este sube y baja emocional no considero que sea de ayuda.



De nuevo pienso acudir a un especialista, en estos próximos días voy a una cita, uno diferente a los que me han visto, como lo he dicho antes: No estoy de acuerdo en que hay que tomar medicinas por todo el tiempo y por el resto de mi existencia, no descarto que pueda necesitar de algo de forma temporal y coyuntural, para ayudarme a vivir con esta condición, siempre y cuando este por salir de la estabilidad, pero solo para esto, como una ayuda temporal, como un bastón que uso mientras puedo volver a caminar sin su necesidad.

He aprendido a convivir con estos fantasmas que me aquejan, se como espantarlos, si no logro hacerlo pues los ignoro y puedo seguir mi vida con ellos al lado, pero sin que me hagan actuar de modo anormal y poder vivir mi vida plenamente.

He pasado una etapa de transición llamaría yo, he viajado por la vida en estos días sin tener un rumbo fijo, pero alerta a oportunidades que pueda tener, en este momento una ilusión alumbra mi existencia, es una sensación que no sentía desde hace tiempo, de nuevo vislumbro unas favorables condiciones de vida futuras, como los marineros antiguos que creían saber que iban para cierto lugar pero no tenían la certeza al respecto, entonces al ver tierra firme tenían ya mas claridad respecto al destino al que esperaban llegar y que habían logrado cumplir con el objetivo del viaje.


viernes, 11 de enero de 2019

TESTIMONIO


Esta entrada es una republicación de la revista mente sana la entrada original la pueden encontrar en la siguiente dirección https://www.mentesana.es/testimonios/en-la-mente-de-un-bipolar_68

Habla de las experiencias de una persona que ya ha vivido y sobrevivido a muchos de los inconvenientes que trae el ser bipolar.



¿Cómo es la mente de un bipolar?
El trastorno bipolar afecta a todos los aspectos de la vida de quienes la padecen. Un diagnóstico a tiempo y seguir unas pautas claras son clave para limitar su impacto.
Rafael Narbona

Cuando me pidieron que escribiera sobre el trastorno bipolar, pensé de inmediato en mi hermano Juan Luis. Al igual que yo, padecía la enfermedad, pero nunca se la diagnosticaron y se quitó la vida a los cuarenta años, incapaz de comprender que sus altibajos no eran un rasgo de su carácter, sino la expresión de una cruel enfermedad.

Desgraciadamente, el diagnóstico estigmatiza, pero también clarifica y ayuda a convivir con una patología que hasta hace poco se denominaba psicosis maniaco-depresiva.

Mi relación con mi hermano no se caracterizó por su intensidad, sino por largos periodos de separación y pocas experiencias compartidas. Cuando yo nací, él ya no vivía en casa. Por su trabajo, viajaba mucho al extranjero. Sus visitas eran imprevisibles. No le gustaba avisarnos. Simplemente, se plantaba en la puerta y llamaba.

A veces, sonriente y cargado de regalos. Otras, huraño y malhumorado. Yo era un niño y no comprendía bien sus reacciones. Si preguntaba por su infancia y adolescencia, siempre me respondían: “Muy cambiante. Encantador, cariñoso, extrovertido y, de repente, huraño, frío y con tendencia al aislamiento”.

Energía para acabar
En sus últimos años, nos vimos un poco más y noté que algo no funcionaba bien. Un viaje a Guinea Ecuatorial aceleró la tragedia, pues contrajo el paludismo y experimentó alucinaciones. Quizá fue la quinina o algo que desconozco, pero mejoró semanas antes de suicidarse. Su mente se estabilizó, recuperó su sentido del humor y se mostró más activo.

En el punto más bajo de la depresión, careces de iniciativa incluso para hacer algo trágico

 ‘‘La depresión ya no controla mi vida’’  
TESTIMONIO

‘‘La depresión ya no controla mi vida’’
Por entonces, yo no sabía que el suicidio exige energía y determinación. Su fatal decisión se consumó a una hora indeterminada de la madrugada. Esa misma mañana había recogido un traje del tinte, habíamos paseado por el Parque del Oeste e incluso habíamos bromeado.

Sin embargo, ya había adoptado las medidas necesarias para poner fin a su vida. Probablemente, su mejoría le dio las fuerzas necesarias para hacerlo. Es algo bastante habitual. En el punto más bajo de la depresión, careces de iniciativa, incluso para hacer algo trágico e irreversible.

Trastorno Bipolar: hacia una sociedad libre de prejuicios
Yo tampoco comprendía lo que me sucedía cuando se apoderó de mí un profundo abatimiento mezclado con brotes de euforia. A los treinta, me diagnosticaron depresión. Diez años más tarde, consideraron que se habían equivocado y que en realidad era trastorno bipolar.

No se trata de un caso de negligencia médica, sino de una confusión habitual. Normalmente, se tarda una década en averiguar que –en algunos casos– la depresión solo es una de las dos caras de la bipolaridad.

No voy a repetir mi historia, que ya he relatado en estas páginas y en un libro autobiográfico. Solo quiero despejar dudas y enviar un mensaje de esperanza. Cuando me diagnosticaron trastorno bipolar, yo ya sabía que la bipolaridad era una forma de psicosis. Dicho de este modo, puede sonar aterrador, pero lo verdaderamente aterrador es que aún se asocie la psicosis a conductas violentas o antisociales.

Para muchos, Norman Bates, el asesino con “doble personalidad” que interpreta Anthony Perkins en Psicosis, la famosa película de Alfred Hitchcock, es el arquetipo de enfermo psicótico. Es más, se tiende a confundir psicosis y psicopatía, cuando lo cierto es que se trata de fenómenos completamente distintos.

Lo verdaderamente aterrador es que aún se asocie la psicosis a conductas violentas o antisociales

La psicopatía es una alteración de la personalidad que aniquila la empatía o incluso frustra su aparición. Es algo común en asesinos y maltratadores, pero también hay comportamientos psicopáticos en la vida cotidiana que pasan desapercibidos.

El maltrato psicológico y la manipulación emocional son notas características de la psicopatía y pueden detectarse en el hombre que golpea a su pareja, el padre o la madre que pega a su hijo, el desalmado que abandona a su perro o el jefe que humilla impunemente a sus subordinados.

Una percepción incomprendida de la bipolaridad
La psicosis no afecta a la empatía, sino a la percepción de la realidad. Deforma los hechos, alterando su significado. Puede consistir en interpretar un gesto banal como una cruel forma de rechazo, pensar que eres el centro de las miradas o sentir que un entorno normal contiene unas insoportables dosis de hostilidad.

En los casos más graves, la psicosis puede presentarse acompañada de alucinaciones auditivas y, más raramente, visuales.

Un enfoque liberador de la salud mental     
        
ANTIPSIQUIATRÍA

Un enfoque liberador de la salud mental
La psicosis puede inducir comportamientos hondamente autodestructivos, pero solo en un 3% de los casos se traduce en actitudes violentas hacia los demás. No incluyo en esa estadística los incidentes sin relevancia penal. Casi nunca se menciona que el riesgo de sufrir una agresión física, maltrato psicológico o cualquier forma de abuso sexual se multiplica por cinco, si se padece alguna enfermedad mental.

Las dos caras de la moneda
La bipolaridad no es “doble personalidad”, si bien es cierto que los estados de manía y depresión afectan a la forma de ser, instigando cuadros de exaltación o congoja. La psiquiatría diferencia entre trastorno bipolar de tipo I y trastorno bipolar de tipo II. En el tipo I, la deformación de la realidad es más aguda y las alucinaciones son frecuentes, pero no aparecen necesariamente. La manía se dispara y el afectado pierde el control de sus actos.

La bipolaridad no es “doble personalidad”, pero los estados de manía y depresión afectan a la forma de ser

En el tipo II, la pérdida de contacto con la realidad es menor y la excitación, menos intensa. De ahí que se hable de hipomanía. Hay una situación particularmente complicada: los estados mixtos con ciclación rápida. En esos casos, la depresión y la manía se manifiestan al mismo tiempo, a veces con diferencia de horas o minutos. Se llama ciclación rápida a los cambios bruscos e imprevisibles.

Los estados mixtos se prolongan a veces durante años. Son más resistentes a la psicoterapia y al tratamiento farmacológico. El riesgo de suicido se incrementa peligrosamente. El 15% de los bipolares se suicidan. En los estados mixtos, la estadística sube hasta un 30%. Yo he pasado por una situación de estas características, pero afortunadamente logré salir de esa espiral.

Vivir con este trastorno: una dura realidad
Actualmente, disfruto de un estado de eutimia o estabilidad. La posibilidad de sufrir nuevos episodios nunca se esfumará, pero gracias a la psicoterapia, la psicofarmacología, la higiene del sueño, la meditación, el ejercicio físico, un entorno afectivo positivo y una rutina enriquecedora, donde desempeña un papel esencial la escritura, he logrado alejarme de la depresión y la manía.

Podría enumerar los síntomas de la bipolaridad, pero prefiero relatar mi experiencia, no sin advertir previamente que existen suficientes recursos para neutralizar los síntomas y hacer una vida prácticamente normal.

El don de la bipolaridad: úsalo a tu favor  
             
CREATIVIDAD

El don de la bipolaridad: úsalo a tu favor
Perdí a mi padre a los ocho años y, al parecer, eso cambió mi carácter. Hasta entonces, fui un niño extrovertido y alegre, pero poco a poco me hice solitario, introvertido y melancólico. A los treinta años, una serie de acontecimientos traumáticos agravaron esas tendencias. La tristeza se hizo insoportable.

Lloraba por cualquier motivo. Apenas podía dormir. No lograba concentrarme ni ilusionarme por nada. Era incapaz de tomar decisiones. El más pequeño esfuerzo me resultaba agotador. Perdí veinte kilos en un mes. Obsesionado con la muerte, ideaba planes de suicidio, sin otra preocupación que fracasar.

Si me pidieran una fórmula para ayudar a un bipolar, no vacilaría: ternura, infinita ternura

Creo que la manía brotó como un mecanismo patológico de defensa. De una forma relativamente brusca, pasé de la tristeza a la euforia. Seguí perdiendo peso y mis horas de sueño se hicieron aún más escasas, pero una energía incontenible me empujaba a realizar proyectos disparatados, hablar sin parar, establecer nuevas relaciones.

Ya no me sentía cansado. Subía las escaleras de tres en tres. Compraba cosas innecesarias de forma compulsiva. Mi concentración no mejoró. De hecho, las ideas fluían por mi mente a una velocidad vertiginosa, pero ya no experimentaba deseos de morir. La apatía sexual se convirtió en hiperactividad. Con la autoestima por las nubes, me sentía capaz de todo.



DE PRODUCTIVIDAD Y MANIA

Se ha dicho que la bipolaridad es la enfermedad de los artistas y no es falso. La lista de grandes creadores afectados por la enfermedad es muy abultada: Beethoven, Schubert, Schumann, Chaikosvki, Van Gogh, Munch, Virginia Woolf, Poe, Mark Twain, Hemingway, Sylvia Plath, Anne Sexton, Herman Hesse, Nietzsche, David Foster Wallace.

No pretendo compararme con ellos, pero yo, que he publicado dos libros y más de mil artículos en quince años, empecé a escribir durante mi primer brote de manía. Hijo de un escritor olvidado, había descartado seguir los pasos de mi padre, quizá porque mi autoestima era muy débil. Con la manía desapareció cualquier complejo o inhibición. Van Gogh realizó casi novecientas obras en una década, padeciendo un estado mixto.

¿Significa eso que la bipolaridad es una de las puertas de acceso al arte? No creo, pero parece innegable que en una mente creativa la manía incrementa el flujo de ideas e intuiciones, lo cual puede alumbrar periodos de alta productividad. Es el caso de Van Gogh o Sylvia Plath, que escribía a un ritmo trepidante.

Plath afirmaba que tenía un don, pero todo indica que muchas veces escribió bajo los efectos de la hipomanía. No conviene alimentar mitos o visiones románticas. Van Gogh se suicidó con treinta y siete años. Sylvia Plath con treinta. Cuando la hipomanía se convertía en manía o caían en una profunda depresión, no podían trabajar. Si no se hubieran quitado la vida, nos habrían legado una obra más vasta, rica y compleja.

Infinita ternura
No hay que sucumbir al pánico ante un diagnóstico de bipolaridad. Es posible educar las emociones y hay infinidad de recursos para abordar los momentos críticos. Siguiendo ciertas pautas, se puede llevar una vida satisfactoria en lo personal y laboral, con razonables expectativas de éxito y felicidad.

Me hubiera gustado decirle esto a mi hermano, me habría agradado oírlo cuando yo empecé a sufrir los mismos problemas, no renuncio a pensar que algún día la sociedad reaccionará con solidaridad y comprensión, sin estigmatizar ni marginar a los afectados.

¿Cómo podemos actuar ante un caso de trastorno bipolar?     

   
CONSULTORIO

¿Cómo podemos actuar ante un caso de trastorno bipolar?
Si alguien me pidiera explicar con un término el trastorno bipolar, no dudaría: vulnerabilidad, extrema vulnerabilidad. Si me pidieran una fórmula para ayudar a un bipolar, tampoco vacilaría: ternura, infinita ternura. “La ternura salvará al mundo”, escuché una vez. Quizá no es cierto, pero sí estoy seguro de que puede salvar muchas vidas.

Cómo estar mejor si eres bipolar

Una buena higiene del sueño. Dormir entre ocho y nueve horas al día es esencial. El descanso será más reparador si antes de acostarte das un paseo de media hora y te das una ducha de agua caliente. Conviene cenar al menos dos horas antes y acostarse todos los días a la misma hora, sin prolongar el sueño innecesariamente. Dormir más de nueve horas puede provocar síntomas de depresión. Y una noche sin dormir puede precipitar una recaída.

Hacer ejercicio habitualmente. La actividad física es un excelente antidepresivo. La mente se relaja y libera endorfinas. La Universidad Estatal de California (EE. UU.) realizó un estudio sobre los ejercicios que reducen la tristeza y la ansiedad, y llegó a la conclusión de que el yoga mejora los cuadros depresivos hasta el punto de permitir bajar las dosis de medicación. El ejercicio nos brinda la oportunidad de salir al exterior, relacionarnos y desconectar de los problemas cotidianos.

Mantener una rutina gratificante. Casi nadie puede escoger completamente su estilo de vida, pero hay que hacer lo posible para llevar una existencia satisfactoria, distribuyendo el tiempo inteligentemente. Si sentimos que cada día es una sucesión de penalidades, preservar nuestro equilibrio será más complicado.

Planificar las tareas que producen estrés. Cualquier cambio o novedad puede constituir un motivo de estrés. Debemos anticiparnos a las circunstancias que disparan nuestra ansiedad. Un simple viaje puede crear mucha angustia. Por eso, conviene prepararse mentalmente y organizarse para no enfrentarnos a sorpresas desagradables. No es buena idea dejar cosas para última hora.

No centrarse solo en la medicación. La medicación no cura. Solo mantiene los síntomas a raya. Esto a menudo es imprescindible, pero el camino real para mejorar (y para necesitar menos medicación) es el psicoanálisis u otras psicoterapias.

Aprender a distanciarse de las emociones. Quizá es complicado, pero es posible. Si aprendemos a observar nuestras emociones y distanciarnos de ellas, no nos afectarán tanto. La meditación puede ayudarnos mucho. No se trata de reprimir emociones o recuerdos, sino de dejarlos pasar. En la mente, nada es definitivo. Contemplar un paisaje o sentir el sol en el rostro puede ayudarnos a superar la ofuscación.

Cultivar la amistad. La tendencia al aislamiento es uno de los síntomas más peligrosos y dañinos del trastorno bipolar. El ser humano está incompleto sin un círculo que proporcione cariño, ayude a mejorar la autoestima y soportar las contrariedades. “Nada es más útil a un ser humano que otro ser humano”, escribió Baruch Spinoza en el siglo XVII. Y casi nadie se ha atrevido a cuestionarlo.

Ponerse metas, elaborar proyectos, ser positivo. Es básico elaborar un proyecto de vida, fijarse metas realistas, sentir que avanzamos. El pesimismo es terriblemente destructivo, pues paraliza la iniciativa y nos desalienta ante la más pequeña dificultad. Ser positivo contribuye a mejorar nuestra calidad de vida y a materializar nuestras ilusiones. El optimismo solo es negativo si alimenta expectativas irracionales.

No exponerse innecesariamente . Las actitudes de evitación no son buenas, pero a veces no es conveniente asumir tareas que nos desbordan. La muerte un familiar produce mucho sufrimiento. A veces es recomendable delegar en otros determinados trámites. No debemos sobrevalorar nuestros recursos.

Evitar las relaciones tóxicas. Una persona vulnerable está más expuesta a relaciones tóxicas. No debemos permitir que nadie dirija nuestra vida, decidiendo por nosotros. Una relación de pareja tóxica es especialmente desestabilizadora. Conviene alejarse de personas celosas, culpabilizadoras, dominantes y chantajistas.

No precipitarse a la hora de tomar decisiones. Los bipolares son hiperemotivos e impacientes, lo cual les incita a ser impulsivos. Una decisión importante puede esperar, y si es algo secundario, tampoco hay prisa. Dar marcha atrás no siempre es factible, por eso hay que pensar bien las cosas.

Relativizar los fracasos. El fracaso es una experiencia inevitable y necesaria que nos ayuda a madurar. Si no conseguimos algo, podemos intentarlo otra vez. O cambiar de objetivo. Si no culminan un ascenso a la primera, los alpinistas aprenden de cada error y lo intentan de nuevo. Debemos seguir su ejemplo. Y si la montaña nos resulta inaccesible, buscar otra a la altura de nuestras posibilidades.

Mantener una vida sexual satisfactoria. Como el ejercicio, el sexo es un buen antidepresivo. A veces, la medicación provoca una disminución de la libido, pero eso no afecta al contacto físico, las caricias, los besos. Sentir la cercanía de otra persona es una fuente de bienestar que siempre contribuirá a que estemos mejor.

No sincerarse con los extraños. La familia cercana y los amigos íntimos deben conocer tu problema, pues si no es así, pueden malinterpretar tus emociones. Pídeles que se informen sobre la enfermedad: la relación mejorará y podrán comprenderte mejor. En cambio, no hay ninguna necesidad de compartir tus circunstancias con personas que podrían responder con rechazo.

No perder la esperanza. Es lo más importante. El trastorno bipolar afecta a millones de personas y la mayoría logra controlar la enfermedad. Si estás en un mal momento, no caigas en la visión túnel, que lo pinta todo negro. Aunque no se perciba a primera vista, siempre hay alternativas. Y si no las percibes, pide ayuda. Hay asociaciones que te pueden prestar apoyo.