He encontrado en internet varios artículos escritos por la Dra Joanna Moncrieff entre otros un artículo que escribió recientemente: What you need to know before starting a drug for a mental health problem, el cual puede leerse en español como: Lo que usted necesita saber antes de comenzar a tomar un medicamento para un problema de salud mental, donde plantea lo que se debería explicarle a un paciente, que tendrá que tomar un medicamento para un problema mental, lo cual en realidad nunca pasa. También he estado leyendo otros artículos donde expresa su punto de vista de como funcionan los medicamentos que ella denomina psicofármacos, donde se critica fuertemente el manejo dado a la problemática de las enfermedades mentales y como se esta llegando a crear enfermedades mentales.
La Dra Moncrieff ataca el modelo de acción de los psicofármacos centrado en la enfermedad, que domina actualmente la práctica psiquiátrica, el cual da por sentado que tomar un fármaco es algo bueno, porque restaura el equilibrio psíquico; donde no se tienen en cuenta de forma adecuada los efectos adversos. A pesar de su crítica a la forma como se viene manejando la psiquiatría, no dice que nunca deban tomarse psicofármacos, pero sí que hay que consumirlos con precaución, en casos realmente necesarios, ella afirma que:“Debemos estar seguros cuando los prescribimos y administramos, que los efectos beneficiosos siempre estarán por encima de los efectos perjudiciales.”
Dice la Dra Moncrieff respecto al efecto que producen los medicamentos denominados antipsicóticos:
“Ralentizan el pensamiento de las personas. Un pensamiento dominado por ideas psicóticas, puede ser “controlado” en cierta forma por los antipsicóticos. En estos casos de psicosis aguda, sí podrían ser útiles los antipsicóticos, pero siempre combinados con otros tratamientos.
El problema son los efectos adversos cuando se utilizan los antipsicóticos a largo plazo, como el daño cerebral o disquinesia tardía, caracterizada por movimientos anormales o tics en la cara y deterioro intelectual. También producen una reducción en el volumen cerebral.”
Tomando lo que dice la Dra Moncrieff y aplicándolo a mi experiencia personal tengo para decir que el problema que sufrí cuando entre en una crisis mental, el cual consistía en tener una alteración de mi pensamiento con ideas aceleradas, delirantes y fuera de lógica pude sentir que fue aplacado de pronto para bien mío, mediante fuertes antipsicóticos como el haloperidol (Haldol), sintiendo como se afirma en el primer párrafo, unos efectos de aplacamiento mental, como también físico, una vez que pude actuar de forma mas corriente, entre en remisión y seguí con tratamiento ambulatorio con tioridazina (Melleril) y haloperidol (Haldol), pude sentir entonces lo que afirma en el segundo párrafo ya que estos medicamentos antipsicóticos no me dejaban ser persona, me producían un bloqueo mental, además me provocaban unos movimientos involuntarios anormales, que para controlarlos me daban otros medicamentos como la biperidona, siendo necesario tomar una variedad de pastillas que me confundian aun mas, además ya libre del estado psicótico, los efectos que estos psicofármacos tenían en mi no eran para nada agradables, por lo tanto en contra de lo que dijeran los médicos tratantes de ese momento los deje y pude sentirme mejor sin tomar nada, que cuando tomaba esos cócteles, eso si pasando por una etapa de sensaciones producidas por los efectos de síndrome de abstinencia que fueron un total martirio que afortunadamente deje de sentir y pude superar, como también creo que sentí haber sufrido un daño cerebral debido a su uso, pues después de mi crisis mental vi muy disminuidas mis capacidades académicas, pasando de ser un estudiante con capacidades sobresalientes a ser uno de capacidades promedio tirando hacia abajo, aunque siempre había pensado que este deterioro cognitivo se debía a un daño causado en por la crisis mental.
Para mi caso y no se para otros se aplica muy bien lo que plantea la Dra Moncrieff respecto al uso que pueden tener los medicamentos que se denominan comúnmente como antipsicóticos, que ella mas bien clasifica como tranquilizantes fuertes y como ya fuera de las crisis estos no son útiles y mas bien son perjudiciales, ya que según ella no existen pruebas concretas de que ayudan a prevenir nuevos brotes de los problemas mentales.
En estos últimos días he tomado la decisión de solo tomar medicamentos cuando presente desbalances fuertes y en mi caso he logrado descubrir que mis crisis vienen precedidas por un estado de insomnio, que si logro controlarlo no llego a una crisis o esta no será tan fuerte, en el ultimo año solo he tomado un psicofármaco la levomepromazina (según se dice en Ecured: "antipsicótico con efectos extrapiramidales notorios pero moderados, con efecto sedante más potente que otros neurolépticos".) que de acuerdo con la clasificación de la Dra Moncrieff es un tranquilizante que induce sueño y para mi forma de pensar son simplemente mis gotas para dormir, las cuales voy dosificando según lo fuerte que sea el insomnio, según mi criterio, he llegado a definir una dosificación que he logrado concluir mediante ensayo y error, que para mi fortuna puedo adquirirlas legalmente y sin formulación, aunque cuando acudo al psiquiatra él me las receta, pues en mi país son de venta libre y que solo tomo cuando tengo problemas de sueño, cuando los supero no las uso y no las requiero pues logro dormir muy bien sin ellas, pues según parece no producen dependencia, como si lo hacen según he podido encontrar por internet las benzodiacepinas.
Estoy mas de acuerdo con las apreciaciones de la Dra Moncrieff, que con las apreciaciones de otros como el Dr Breggin que proponen no tomar para nada psicofármacos, porque dicen que no sirven para nada, son dañinos para todos y en todos los casos, llegando a decir que las enfermedades mentales no son tales, sino caprichos de las personas o problemas del alma; que por lo tanto su tratamiento puede ser mejor si no se toma ningún medicamento o mas bien se maneja con solo charlas, oraciones, dando amor y comprensión; claro que este criterio desde el punto de vista estadístico puede ser mucho mas benéfico que el actual logrado por las multinacionales de los fármacos que están intoxicando sin necesidad ya cerca de la mitad de los estadounidenses y quieren que este modelo sea replicado para el resto del mundo. Ya que si se siguiera el punto de vista de la antipsiquiatría el cual plantea que no debe consumirse psicofármacos, solo se perjudicaría a los que realmente tengan un problema mental real, que según las antiguas estadísticas serían alrededor del 1% de la población y se estaría beneficiando al 49% que estaría enferma no por problemas mentales reales sino por problemas mentales creados y que vienen consumiendo sin necesidad una gran cantidad de sustancias tóxicas (psicofármacos).
La Dra Moncrieff ataca el modelo de acción de los psicofármacos centrado en la enfermedad, que domina actualmente la práctica psiquiátrica, el cual da por sentado que tomar un fármaco es algo bueno, porque restaura el equilibrio psíquico; donde no se tienen en cuenta de forma adecuada los efectos adversos. A pesar de su crítica a la forma como se viene manejando la psiquiatría, no dice que nunca deban tomarse psicofármacos, pero sí que hay que consumirlos con precaución, en casos realmente necesarios, ella afirma que:“Debemos estar seguros cuando los prescribimos y administramos, que los efectos beneficiosos siempre estarán por encima de los efectos perjudiciales.”
Dice la Dra Moncrieff respecto al efecto que producen los medicamentos denominados antipsicóticos:
“Ralentizan el pensamiento de las personas. Un pensamiento dominado por ideas psicóticas, puede ser “controlado” en cierta forma por los antipsicóticos. En estos casos de psicosis aguda, sí podrían ser útiles los antipsicóticos, pero siempre combinados con otros tratamientos.
El problema son los efectos adversos cuando se utilizan los antipsicóticos a largo plazo, como el daño cerebral o disquinesia tardía, caracterizada por movimientos anormales o tics en la cara y deterioro intelectual. También producen una reducción en el volumen cerebral.”
Tomando lo que dice la Dra Moncrieff y aplicándolo a mi experiencia personal tengo para decir que el problema que sufrí cuando entre en una crisis mental, el cual consistía en tener una alteración de mi pensamiento con ideas aceleradas, delirantes y fuera de lógica pude sentir que fue aplacado de pronto para bien mío, mediante fuertes antipsicóticos como el haloperidol (Haldol), sintiendo como se afirma en el primer párrafo, unos efectos de aplacamiento mental, como también físico, una vez que pude actuar de forma mas corriente, entre en remisión y seguí con tratamiento ambulatorio con tioridazina (Melleril) y haloperidol (Haldol), pude sentir entonces lo que afirma en el segundo párrafo ya que estos medicamentos antipsicóticos no me dejaban ser persona, me producían un bloqueo mental, además me provocaban unos movimientos involuntarios anormales, que para controlarlos me daban otros medicamentos como la biperidona, siendo necesario tomar una variedad de pastillas que me confundian aun mas, además ya libre del estado psicótico, los efectos que estos psicofármacos tenían en mi no eran para nada agradables, por lo tanto en contra de lo que dijeran los médicos tratantes de ese momento los deje y pude sentirme mejor sin tomar nada, que cuando tomaba esos cócteles, eso si pasando por una etapa de sensaciones producidas por los efectos de síndrome de abstinencia que fueron un total martirio que afortunadamente deje de sentir y pude superar, como también creo que sentí haber sufrido un daño cerebral debido a su uso, pues después de mi crisis mental vi muy disminuidas mis capacidades académicas, pasando de ser un estudiante con capacidades sobresalientes a ser uno de capacidades promedio tirando hacia abajo, aunque siempre había pensado que este deterioro cognitivo se debía a un daño causado en por la crisis mental.
Para mi caso y no se para otros se aplica muy bien lo que plantea la Dra Moncrieff respecto al uso que pueden tener los medicamentos que se denominan comúnmente como antipsicóticos, que ella mas bien clasifica como tranquilizantes fuertes y como ya fuera de las crisis estos no son útiles y mas bien son perjudiciales, ya que según ella no existen pruebas concretas de que ayudan a prevenir nuevos brotes de los problemas mentales.
En estos últimos días he tomado la decisión de solo tomar medicamentos cuando presente desbalances fuertes y en mi caso he logrado descubrir que mis crisis vienen precedidas por un estado de insomnio, que si logro controlarlo no llego a una crisis o esta no será tan fuerte, en el ultimo año solo he tomado un psicofármaco la levomepromazina (según se dice en Ecured: "antipsicótico con efectos extrapiramidales notorios pero moderados, con efecto sedante más potente que otros neurolépticos".) que de acuerdo con la clasificación de la Dra Moncrieff es un tranquilizante que induce sueño y para mi forma de pensar son simplemente mis gotas para dormir, las cuales voy dosificando según lo fuerte que sea el insomnio, según mi criterio, he llegado a definir una dosificación que he logrado concluir mediante ensayo y error, que para mi fortuna puedo adquirirlas legalmente y sin formulación, aunque cuando acudo al psiquiatra él me las receta, pues en mi país son de venta libre y que solo tomo cuando tengo problemas de sueño, cuando los supero no las uso y no las requiero pues logro dormir muy bien sin ellas, pues según parece no producen dependencia, como si lo hacen según he podido encontrar por internet las benzodiacepinas.
Estoy mas de acuerdo con las apreciaciones de la Dra Moncrieff, que con las apreciaciones de otros como el Dr Breggin que proponen no tomar para nada psicofármacos, porque dicen que no sirven para nada, son dañinos para todos y en todos los casos, llegando a decir que las enfermedades mentales no son tales, sino caprichos de las personas o problemas del alma; que por lo tanto su tratamiento puede ser mejor si no se toma ningún medicamento o mas bien se maneja con solo charlas, oraciones, dando amor y comprensión; claro que este criterio desde el punto de vista estadístico puede ser mucho mas benéfico que el actual logrado por las multinacionales de los fármacos que están intoxicando sin necesidad ya cerca de la mitad de los estadounidenses y quieren que este modelo sea replicado para el resto del mundo. Ya que si se siguiera el punto de vista de la antipsiquiatría el cual plantea que no debe consumirse psicofármacos, solo se perjudicaría a los que realmente tengan un problema mental real, que según las antiguas estadísticas serían alrededor del 1% de la población y se estaría beneficiando al 49% que estaría enferma no por problemas mentales reales sino por problemas mentales creados y que vienen consumiendo sin necesidad una gran cantidad de sustancias tóxicas (psicofármacos).
Hola, he buscado tantos blogs donde alguien de información, grupos de ayuda, etc,yo creo que mi enfermedad es una mezcla de muchas a pesar de ser diagnostica bipolar, mi ansiedad a la gente, a salir y hablar con extraños se hace crónica durante periodos, yo tomo lamotrigina y alprazolan (una para evitar bajones y la otra para evitar ansiedad) y aunque me ayudan no logro controlar todo, mis bajones son duros y después el sentimiento de culpa, no se si aumentar mis dosis, y me produce terror regresar al psiquiatra, mi vida no es mala soy funcional, solo desearía poder sentirme feliz siempre, sabes? (Ilusa detectada) en fin, gracias por publicar, luz en tu camino.
ResponderBorrarMe identifico muy mucho con este artículo, donde se desprende una gran realidad, muchos psiquiatras prueban y prueban... Sufro una Bipolaridad y estuve tomando EL TODO durante 1 año... Él cual como a todos me sumió al aletargamiento más profundo. Ya llevo más de un año sin medicación. Trato de domar ese dragón que llevo dentro... Soy totalmente funcional.Mi rutina es rigurosa y metódica. La alimentación es normal, claro he tenido que dejar el alcohol por completo... Llevo dos años y medio sin probarlo.Dos hijos y una mujer que me apoya. Mis emociones claro son una montaña rusa,y por la noche si alguien me despierta mí irritabilidad es muy peligrosa.Para pararme por si alguna vez me descontrolo,llevo en mi cartera suficiente temesta para tranquilizarme e incluso matarme. Voy y vengo y eso me desanima.Tengo 28 años
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