Loco o bipolar

Diario de una persona que a los 16 de pronto enloqueció, luego a los 40 cree descubrir que es bipolar y en este momento con medio siglo en este mundo, no tiene claro que es lo que tiene.

viernes, 31 de mayo de 2019

De nuevo suspendiendo los medicamentos

Después que he visto llegar a una estabilidad de mis emociones, veo la necesidad de poder rendir mejor en mi vida diaria, he tomado de nuevo la decisión de suspender las medicinas, de todos modos la suspensión la hago de forma paulatina, para que mi organismo no se descompense de forma inmediata, para que pueda alcanzar una normalidad en la forma de comportarme, a la vez sentir que soy yo mismo, sin estar afectado por las sensaciones que  me inducen los medicamentos.

Esto de dejar los medicamentos para una persona, que como yo ha sido catalogada como afectada por un trastorno mental, es una situación complicada, ya que muchos consideran no es buena, es la opinión de casi todos los psiquis, la familia y otras personas que saben que uno tiene problemas mentales, es difícil, pero resulta que para mi concepto y para mi caso es algo que es necesario para poder rendir en el aspecto laboral, con los medicamentos uno está calmado y es lo mas parecido a una persona normal, sin embargo, es muy complicado hacer todas las cosas que puede hacer una persona promedio, como ser altamente productivo laboralmente, los medicamentos que estoy tomando hacen que este demasiado tiempo durmiendo y si no es durmiendo, bastante apagado y somnoliento, siento que no puedo fluir en mi vida diaria, cuando los dejo veo que puedo producir mejor aunque a veces puedo acelerarme, que es lo que tendría que saber manejar sin medicamentos, además de poder dormir lo suficiente, para lograrlo tengo que apegarme a llevar una vida muy juiciosa, ordenada, que puede ser aburrida para muchos y también en algo para mi, es sin embargo, preferible a tener una existencia afectada por los efectos de las drogas psiquiátricas recetadas.

Para poder sobrellevar mi vida viviendo en sociedad, debo autocontrolar mis emociones y  comportarme de forma normal aun sin tomar drogas, para esto debo apegarme a unas rutinas diarias y estar analizando mis emociones, tomo esta decisión además porque he sentido que estoy estabilizado, no estoy tomando la decisión de dejar los medicamentos cuando estoy en esa etapa de sentirme bien y que soy capaz de cualquier cosa, en este momento no me siento tan  feliz, estoy mas bien algo bajo de emociones pero muy aterrizado y llevo algo de tiempo así, en mi situación no cuento con nadie que avale esta situación; en otras oportunidades he dejado los medicamentos psiquiátricos, logrando hacer las cosas como las pueden hacer las personas normales, el inconveniente viene después cuando de nuevo llego a una etapa de desbalances y que puedo perder el control de mis actuaciones, para esto pueden pasar varios días, meses y hasta años, últimamente como en las veces anteriores, cuando veo señales de alarma principalmente que dejo de dormir un mínimo número de horas y siento que me acelero mas de la cuenta, ahi de nuevo vuelvo a tomar medicinas que me frenan y me ponen lento pero que tomo antes de que la situación me cause problemas fuertes, he logrado evitar problemas graves y poder vivir mejor las etapas que logro ser yo mismo sin tomar medicinas, y cuando decido de nuevo tomarlas lo único que me pasa es que de nuevo me vuelvo lento y rebajo mi capacidad productiva al mínimo, pero prefiero esto a desbocar mis emociones y tener problemas con mi entorno, esta situación la he manejado así en los últimos años, en los cuales pienso he podido vivir de buena forma aunque no me haya sentido todo el tiempo bien.

Digo porque si es de sentirme bien todo el tiempo, esto lo puedo lograr mejor con las drogas psiquiátricas las que me hacen estar muy calmado todo el tiempo y hace que no me preocupe mayor cosa de lo que me esta pasando alrededor, la vida pasa entonces de forma mas fácil y se puede tener una sensación de felicidad, pero cuando reflexiono veo que esto no es una existencia plena, el dejar los medicamentos y poder vivir acoplado dentro de mi entorno social implica un gran esfuerzo, sin esa sensación de felicidad.

El poder producir y vivir sin tomar medicinas psiquiátricas durante largos períodos es algo que he logrado varias veces, donde mi vida no ha sido fácil, pienso que tampoco lo es para una persona promedio, reflexionando veo que en esos momentos he vivido de forma plena, donde el diario vivir es complicado pero siento que ha valido la pena este esfuerzo.







sábado, 25 de mayo de 2019

Edgar Allan Poe y sus problemas mentales



"Los hombres me han llamado loco; pero todavía no se ha resuelto la cuestión de si la locura es o no la forma más elevada de la inteligencia, si mucho de lo glorioso, si todo lo profundo, no surgen de una enfermedad del pensamiento, de estados de ánimo exaltados a expensas del intelecto general.
Aquellos que sueñan de día conocen muchas cosas que escapan a los que sueñan sólo de noche
"

Eleonora. [fragmento]
Cuento de Edgar Allan Poe
Traducción: Julio Cortázar.

 Edgar Allan Poe es considerado uno de los mejores escritores del siglo XIX y entre otras cosas se le otorga el título de fundador del genero literario de terror, como también fue uno de los primeros escritores del género de ciencia ficción, muchas de sus historias son similares a las de Julio Verne.

Hoy muchas personas se dicen seguidores de sus ideas, de su forma de ser y existen hasta sectas (los góticos), donde se dice que él es el gran maestro.

Sus escritos son muy poéticos y figurativos, es considerado un poeta, aunque de pronto los escritos mas famosos son los de prosa.

La vida de una persona como Poe, se vió afectada por una personalidad inestable, sobre todo en los últimos días de su vida.

Poe en muchas oportunidades fue tildado de loco, de degenerado, de vicioso, de des-adaptado, pero la realidad fue otra; su vida estuvo marcada por desbalances mentales, que lo hacían muchas veces actuar de modo poco común y que lo llevaron a sus excesos y de pronto a sus adicciones, pero también fueron la fuente de inspiración de sus escritos.

Su vida fue intrincada, huérfano de ambos padres; todos sus amores bastante complicados, se le acusa muchas veces (según Cortázar y algunos investigadores de forma infame e injusta) de haber sido un degenerando, un pervertido, un loco, un alcohólico empedernido; pero según las últimas investigaciones serias, su personalidad se pudo deber mas a problemas mentales que por ser una persona malvada, los terroríficos eran los personajes de sus historias, no Poe.

Muchas veces se quiso mostrarlo como un loco o un vicioso, esto se hacía con el fin de poder vender mejor sus escritos después de muerto y en vida para denigrar de él por sus coterráneos, debido a la envidia que les despertaba, por ser tan buen escritor.

Los personajes de sus historias muchas veces son siniestros, con facetas oscuras, tenebrosas, llenos de maldad; en sus escritos hay descripciones macabras de acciones muchas veces crueles, donde en cortos relatos se muestra una psicología depravada, personajes capaces de las acciones más horribles, por estas historias se considera el padre del genero de terror, sin embargo, son solo historias de ficción y esto no quiere decir que su autor fuera como los personajes de sus cuentos.

Alguna vez según palabras de Poe "Como ofensa, mis enemigos atribuyeron mi locura al alcohol en vez del abuso de alcohol a mi locura"

La adicción al alcohol o a las drogas es algo más común en personas con desequilibrios mentales, que en los que no lo son, por lo que en la antigüedad quienes padecieron ciertos trastornos mentales casi siempre eran alcohólicos, dado que era la droga mas común y fueron muy criticados por esto.

En el caso de Poe al parecer el alcoholismo fue el desencadenante de su muerte, mas bien temprana, murió a los 40 años, pero su muerte también estuvo bastante influenciada por sus desequilibrios mentales, según se intuye leyendo sobre su vida, antes de su muerte estaba en un periodo largo de depresión profunda del cual no pudo salir.

La vida de este poeta fue relativamente corta, considerando que era de una familia mas bien acomodada, podría haber llegado a una vejez tranquila,  sus problemas mentales (no se puede considerar que fuera loco, aunque muchos lo catalogan como tal) lo afectaron seriamente, lo marcaron fuertemente, pero también lo inspiraron.

Su legado y virtud fue saber narrar de una forma casi real, parte de los sentimientos causados por sus afecciones, mediante relatos de ficción escritos de una forma poética.

Instrumental, de James Rhodes, autobiografía de alguien que ha sufrido problemas mentales y problemas de adaptación a la sociedad

Instrumental, de James Rhodes (Libro)





Voy a repostear un artículo sobre el libro, lo leí hace poco, es la autobiografía de alguien que ha sufrido problemas mentales y problemas de adaptación a la sociedad.

Varios apartes de lo que se describe en este libro son parecidos en algo a lo que yo he sentido muchas veces, me identifico con el autor en mucho de lo que describe en cuanto a sus problemas mentales y de adaptación a la sociedad, el autor y a la vez personaje del libro fue víctima de abusos cuando niño y sufrió problemas mentales, mucho más fuertes que los míos, que lo llevó a estar internado en instituciones para personas con problemas mentales en tres oportunidades, tuvo varios intentos de suicidio, estuvo en el mundo del alcohol, de las drogas y se autolesionaba, pero después de todo logro salir adelante organizar su vida y llegar a ser una persona con cierta fama.

En mi caso, cuando era niño físicamente no fuí víctima de abusos sexuales, aunque si fui acosado y afortunadamente ahora vengo a saber no se como, logré evitar que me hicieran daño fisico, solo estuve internado en una oportunidad en una institución para personas con problemas mentales (manicomio) y no toque el mundo de las drogas, aunque si estuve un tiempo tomando bastante alcohol y todavía lo consumo, con poca frecuencia y en poca cantidad, por lo que se puede considerar que tengo un cierto grado de alcoholismo, lo otro es que no soy ni mínimamente famoso.

Esta es una historia de extremos y el caso mío no es de tantos extremos, pero concuerda y me identifico en lo que se refiere a como narra como funciona el cerebro de una persona con  problemas de adaptación a esta cruel sociedad.


La siguiente es una entrada de la pagina titulada La piedra de Sisifo la puede encontrar en  https://lapiedradesisifo.com/2017/09/29/instrumental-de-james-rhodes/, la  copié y pegue de internet.

 "Es difícil creer que algunos libros no sean producto de un milagro.  El libro Instrumental de James Rhodes lo es, Rhodes se ha convertido en uno de los pianistas más célebres del momento, estaba tan empeñado en autodestruirse que el hecho de que haya llegado a los cuarenta años ya es en sí un milagro. Como también lo es la publicación de este libro, este descenso a los infiernos más profundos, después de que la ex mujer de Rhodes interpusiera una demanda para detener su lanzamiento, argumentando que el relato que en él se narra podría angustiar al hijo del pianista, que padece TDAH y dispraxia, además de asperger. 










 Finalmente la corte suprema dictaminó que el derecho de Rhodes a contar su historia era primordial, amparándose en su libertad de expresión. El argumento de Rhodes difícilmente podía rebatirse: es como pedirle a la víctima de una violación que se calle, que no divulgue el crimen. ¡Y voilà! el libro Instrumental está en las librerías.

   Rhodes nació en el seno de una familia acomodada, pero su vida dio un vuelco de ciento ochenta grados cuando, entre los cinco y los diez años, fue violado en infinidad de ocasiones por un profesor de educación física.  Rhodes evita eufemismos como «abuso infantil», que no dan cuenta de la monstruosidad de las heridas físicas y mentales. que deja una experiencia como esta. A partir de ahí se torció todo. Hablar de trauma es quedarse corto. Rodhes desarrolló tics, TOC, depresión, drogadicción, alcoholismo, tendencias suicidas, y muchas más cicatrices, tanto por dentro como por fuera. Nada conseguía sacarlo a flote. Y motivos no le faltaban para seguir viviendo: el nacimiento de su hijo, una carrera exitosa como pianista, buenos amigos, gente dispuesta a invertir tiempo y dinero en él. No importa lo bien que le fueran las cosas. En el último momento Rhodes siempre encontraba la forma de joderlo todo. Cada uno de los capítulos del libro relata un momento crucial en la vida del pianista, ya sea de caída o de recuperación. En algún lugar de su cabeza, hay una retorcida idea que le dice que él es el culpable de sus violaciones; se tortura por ser víctima y por sentirse como víctima. Es como si esas violaciones se hubieran convertido en el inicio y en el centro de su vida.

   Solo la música ‒y tal vez el amor hacia su hijo‒ consiguió arrancarlo de ese abismo. Porque Instrumental no son solo las memorias de una existencia torturada. Recuperando el subtítulo del libro, además de locura hay también música y medicina. Instrumental es la confesión de cómo la música le salvó la vida a un pobre diablo. Cómo lo convirtió en alguien admirado ‒en esta sociedad tan superficial que suele tender a emparejar éxito y felicidad‒. Instrumental es un intento de hacer más atractiva la música clásica. ¿Y qué mejor forma de hacerlo que decir: «la música clásica me salvó la vida»?


   Pero Instrumental es mucho más que una declaración de intenciones, es un mapa de ruta de lo que Rhodes hizo con la música clásica. No solo dijo que había que hacerlo sino que consiguió hacerlo. Despojó a la música clásica de su halo aburrido y polvoriento, atrajo a un nuevo tipo de público más joven y fresco, hizo más humanos a los compositores y a los intérpretes, consiguió que un canon inaccesible y elitista, de poca relevancia fuera del mundo académico o especializado, se hiciera popular. Es como si después de que la música clásica le salvara la vida, se sintiera en deuda y quisiera salvarle la vida a la música clásica. Instrumental también es un ensayo de divulgación musical. Cada capítulo o «tema» se abre con la sugerencia de un pieza musical ‒a la que es posible acceder a través de una página web gratuitamente‒ y con una pincelada del contexto histórico, social y biográfico de su compositor. Cada uno de los compositores elegidos, al igual que Rhodes, arrastra su propia herida. En una visión tremendamente romántica de la creatividad, Rhodes trata de describir cómo cada uno de ellos, al igual que él mismo, utilizó la música como sanación, como terapia.

   Y que no solo la música ‒y, por extensión, el arte‒ salva a los hombres, es también un mensaje que encontramos en Instrumental. También hay buenas personas dispuestas a ayudar a otras personas. Desde la Blanche Dubois de Un tranvía llamado deseo, nadie ha dependido tanto de la amabilidad de los extraños como James Rhodes. La carrera musical de Rhodes se recondució cuando Franco Panozzo, un agente musical internacional, le escucha tocar el piano y lo pone en contacto con el célebre profesor de piano Edoardo Strabbioli, con quien Rhodes tomará algunas lecciones en Verona y le hará centrarse en la
música. Cuando empieza a canalizar su estrés haciéndose cortes en los brazos con cuchillas de afeitar un amigo millonario llamado Bob le paga una estancia en una clínica en Arizona, mientras que Sir David Tang apoya a Rhodes en su sueño de convertirse en pianista de conciertos. ¿Y qué decir de Denis Blais, que no solo financió su primer álbum sino que se convirtió en su representante y que, en buena medida, gran parte del éxito de Rhodes se debe a él?

   Una poderosa historia de supervivencia, lucha, triunfo y esperanza. La historia de un niño que busca refugio en la música, de un hombre que abandona sus sueños por la trampa de un éxito financiero vacío y que retoma su camino, abrazando la existencia que quiere. Un ensayo sobre la industria de la música, una crítica a la psiquiatría, una advertencia a la sociedad para que protejan a sus niños. Para alguien que haya tenido contactos esporádicos con la música clásica es puede suponer un despertar. Todo eso y mucho más es Instrumental, y todo con una prosa agitada, al ritmo de la música, a ratos encolerizada y a ratos brillante, no siempre dentro de los límites de la corrección, pero desde luego llena de emoción. La experiencia que Rhodes vivió fue extrema y qué mejor manera de transmitirla que a través de una escritura igualmente extrema.Pocas veces la faja de un libro, que lo proclama como «libro del año» de una manera que puede parecer un tanto egocéntrica, esconde tanta verdad. Y qué poca justicia pueden hacerle mis palabras a esa verdad, comparada con la lectura del libro."