Desde hace un tiempo para acá, unos tres a cuatro años, he
venido cambiando mi apreciación sobre la definición o nombre de lo
que sufro respecto a mis actuaciones que en un tiempo llame mi
problema mental, que luego gracias o mas bien por culpa de la
internet vine a llamar y de acuerdo con médicos que me atendieron
como trastorno bipolar.
Desde que me etiqueté como bipolar allá por el año 2007 entre a
considerar que sufría de una enfermedad y que esta era crónica, que
no tenía cura por lo que de nuevo tendría que tomar medicinas por
mucho tiempo como lo había hecho antes.
Después de definirme como bipolar cree este blog y lo llamé
unbipolarmás, luego cuando de nuevo vine a sentir que tenía
desbalances acudí donde un psiquiatra que simplemente reconfirmó mi
autoetiquetado y me dió el diagnóstico oficial: Señor usted sufre
de una enfermedad mental llamada trastorno bipolar que fue algo que
gracias a la internet yo ya había definido un año o mas antes, se
puede decir entonces que gracias a la internet es que puede decirse
que soy bipolar, de no ser por esto de pronto no sería bipolar ni
nada por el estilo y mis problemas mentales o de adaptación los
habría resuelto de otras maneras o no habría sufrido de nada porque
al no sentirme que sufro de algo pues simplemente no sufro de nada.
Después de etiquetarme pase a ser uno de los tantos que tendrían
que convivir con medicamentos para poder estar mejor y empecé de
nuevo a estar medicado, antes de definirme como bipolar tomé también
medicamentos psiquiátricos porque tuve un fuerte desbalance cuando
estaba muy joven y por culpa de este llegue a actuar como una persona
loca, por lo que se me dieron medicamentos para controlarme y luego
cuando vine a actuar como una persona normal, simplemente los dejé
porque no me hacían sentir bien y podía ademas actuar como una
persona normal sin tomarlos, esa era mi filosofía hace tiempo, luego
cuando sentí que volvía a acercarme a la forma de actuar de cuando
tuve esto que llamo un fuerte desbalance, pues simplemente volví
donde un psiquiatra y le dije: mire doctor, yo hace unos años tuve
un desbalance y actúe como una persona loca y ahora aunque todavía
soy consciente de lo que hago vengo sintiendo parecido a cuando actué
anormalmente y vengo para ver que se puede hacer, el psiquiatra de
nuevo me volvió a mandar unas fuertes drogas que tomé nuevamente
durante un tiempo y que luego de nuevo dejé.
Desde que apareció la internet he estado leyendo y buscando
información respecto a lo que yo llamo mi problema mental y que
encontré que se llama trastorno bipolar, como que también que en el
momento que tuve mi primera crisis hacia el año 1983 se llamaba
psicosis maníaco depresiva, de acuerdo con mis primeras lecturas en
la internet el trastorno bipolar es una enfermedad incurable pero
tratable si se tomaba todos los días ciertas medicinas que no se
podían suspender pues se volvía a las crisis, en mi caso encontré
que habían cosas que no cuadraban pues en mi caso particular yo
había suspendido las medicinas en varias ocasiones y las crisis
volvían pero después de mucho tiempo y en ese tiempo que vivía sin
medicinas lo hacía de una forma normal y me sentía normal y no
sentía unas fuertes reacciones que si provocaban las medicinas que
tomaba cuando había estado en situaciones de desbalances.
Puedo decir que gracias a que me consideraba unbipolarmas volví
de nuevo a medicarme y recomencé de nuevo a tomar medicinas que
aplacaban los síntomas de mi enfermedad y que gracias a esto podría
al fin vivir mejor, pero resulta que no me sentía mejor, de nuevo
vine a sentir los efectos secundarios de las medicinas que tomaba y
realmente me sentía mal.
Sintiéndome que era un enfermo y que necesito de medicinas pase
varios años y en mi blog cuento lo que sentía durante el período
2007 hasta el año 2014, en ese periodo tome medicamentos pero
también deje de tomarlos durante algunos periodos, pero tenía el
remordimiento que mi enfermedad requiere de medicamentos y que cuando
no los tomo estoy haciendo mal y mi enfermedad puede empeorar por
esta razón.
Llegado el año de 2014 encrontré varios artículos escritos por
la Dra Joanna Moncrieff entre otros:
What
you need to know before starting a drug for a mental health problem,
el cual puede leerse en español como:
Lo
que usted necesita saber antes de comenzar a tomar un medicamento
para un problema de salud mental, donde plantea lo que se debería
explicarle a un paciente, que tendrá que tomar un medicamento para
un problema mental, lo cual en realidad nunca pasa. También encontré
otros artículos donde expresa su punto de vista de como funcionan
los medicamentos que ella denomina psicofármacos, donde además
critica fuertemente el manejo dado a la problemática de las
enfermedades mentales y como se esta llegando a crear enfermedades
mentales.
La Dra Moncrieff ataca el modelo de acción de los psicofármacos
centrado en la enfermedad, que domina actualmente la práctica
psiquiátrica, el cual da por sentado que tomar un fármaco es algo
bueno, porque restaura el equilibrio psíquico; donde no se tienen en
cuenta de forma adecuada los efectos adversos. A pesar de su crítica
a la forma como se viene manejando la psiquiatría, no dice que nunca
deban tomarse psicofármacos, pero sí que hay que consumirlos con
precaución, en casos realmente necesarios, ella afirma que:“
Debemos
estar seguros cuando los prescribimos y administramos, que los
efectos beneficiosos siempre estarán por encima de los efectos
perjudiciales.”
Dice la Dra Moncrieff respecto al efecto que producen los
medicamentos denominados antipsicóticos:
“
Ralentizan el pensamiento de las personas. Un pensamiento
dominado por ideas psicóticas, puede ser “controlado” en cierta
forma por los antipsicóticos. En estos casos de psicosis aguda, sí
podrían ser útiles los antipsicóticos, pero siempre combinados con
otros tratamientos.
El problema son los efectos adversos cuando se utilizan los
antipsicóticos a largo plazo, como el daño cerebral o disquinesia
tardía, caracterizada por movimientos anormales o tics en la
cara y deterioro intelectual. También producen una reducción en el
volumen cerebral.”
Eureka.. Había encontrado una persona que
planteaba claramente lo que había sentido y porque había actuado
como lo había hecho respecto a mi problema mental y porque muchas
veces me negaba a tomar psicofármacos aunque también los aceptaba
cuando me sentía que perdía la cordura. Tomando lo que dice la
Dra Moncrieff y aplicándolo a mi experiencia personal tengo para
decir que el problema que sufrí cuando entre en una crisis mental en
el año 1983, el cual consistía en tener una alteración de mi
pensamiento con ideas aceleradas, delirantes y fuera de lógica pude
sentir que fue aplacado de pronto para bien mío, mediante fuertes
antipsicóticos como el haloperidol (Haldol), sintiendo como se
afirma en el primer párrafo, unos efectos de aplacamiento mental,
como también físico, una vez que pude actuar de forma mas
corriente, entre en remisión y seguí con tratamiento ambulatorio
con tioridazina (Melleril) y haloperidol (Haldol), pude sentir
entonces lo que afirma en el segundo párrafo ya que estos
medicamentos antipsicóticos no me dejaban ser persona, me producían
un bloqueo mental, además me provocaban unos movimientos
involuntarios anormales, que para controlarlos me daban otros
medicamentos como la biperidona, siendo necesario tomar una variedad
de pastillas que me confundían aun mas, además ya libre del estado
psicótico, los efectos que estos psicofármacos tenían en mi no
eran para nada agradables, por lo tanto en contra de lo que dijeran
los médicos tratantes de ese momento los deje y pude sentirme mejor
sin tomar nada, que cuando tomaba esos cócteles, eso si pasando por
una etapa de sensaciones producidas por los efectos de síndrome de
abstinencia que fueron un total martirio que afortunadamente deje de
sentir y pude superar, como también creo que sentí haber sufrido un
daño cerebral debido a su uso, pues después de mi crisis mental vi
muy disminuidas mis capacidades académicas, pasando de ser un
estudiante con capacidades sobresalientes a ser uno de capacidades
promedio tirando hacia abajo, aunque siempre había pensado que este
deterioro cognitivo se debía a un daño causado en por la crisis
mental.
Para mi caso y no se para otros se aplica muy bien lo que plantea
la Dra Moncrieff respecto al uso que pueden tener los medicamentos
que se denominan comúnmente como antipsicóticos, que ella mas bien
clasifica como tranquilizantes fuertes y como ya fuera de las crisis
estos no son útiles y mas bien son perjudiciales, ya que según ella
no existen pruebas concretas de que ayudan a prevenir nuevos brotes
de los problemas mentales.
En estos últimos días he tomado la decisión de solo tomar
medicamentos cuando presente desbalances fuertes y en mi caso he
logrado descubrir que mis crisis vienen precedidas por un estado de
insomnio, que si logro controlarlo no llego a una crisis o esta no
será tan fuerte, fue así como hace ya casi dos años solo tomé un
psicofármaco la levomepromazina (según se dice en Ecured:
"
antipsicótico con efectos extrapiramidales notorios pero
moderados, con efecto sedante más potente que otros neurolépticos".)
que de acuerdo con la clasificación de la Dra Moncrieff es un
tranquilizante que induce sueño y para mi forma de pensar son
simplemente mis gotas para dormir, las cuales voy dosificando según
lo fuerte que sea el insomnio, según mi criterio, he llegado a
definir una dosificación que he logrado concluir mediante ensayo y
error, que para mi fortuna puedo adquirirlas legalmente y sin
formulación, aunque cuando acudo al psiquiatra él me las receta,
pues en mi país son de venta libre y que solo tomo cuando tengo
problemas de sueño, cuando los supero no las uso y no las requiero
pues logro dormir muy bien sin ellas, pues según parece no producen
dependencia, como si lo hacen según he podido encontrar por internet
las benzodiacepinas.
Estoy mas de acuerdo con las apreciaciones de la Dra Moncrieff,
que con las apreciaciones de otros que critican fuertemente la
psiquiatria moderna como el Dr Breggin que proponen no tomar para
nada psicofármacos, porque dicen que no sirven para nada, son
dañinos para todos y en todos los casos, llegando a decir que las
enfermedades mentales no son tales, sino caprichos de las personas o
problemas del alma; que por lo tanto su tratamiento puede ser mejor
si no se toma ningún medicamento o mas bien se maneja con solo
charlas, oraciones, dando amor y comprensión; claro que este
criterio desde el punto de vista estadístico puede ser mucho mas
benéfico que el actual logrado por las multinacionales de los
fármacos que están intoxicando sin necesidad ya cerca de la mitad
de los estadounidenses y quieren que este modelo sea replicado para
el resto del mundo. Ya que si se siguiera el punto de vista de
la antipsiquiatría el cual plantea que no debe consumirse
psicofármacos, solo se perjudicaría a los que realmente tengan un
problema mental real, que según las antiguas estadísticas serían
alrededor del 1% de la población y se estaría beneficiando al 49%
que estaría enferma no por problemas mentales reales sino por
problemas mentales creados y que vienen consumiendo sin necesidad una
gran cantidad de sustancias tóxicas (psicofármacos).