Loco o bipolar

Diario de una persona que a los 16 de pronto enloqueció, luego a los 40 cree descubrir que es bipolar y en este momento con medio siglo en este mundo, no tiene claro que es lo que tiene.

domingo, 22 de diciembre de 2013

Sobre el Litio y otros medicamentos de control para el trastorno bipolar

Cuando descubrí que era bipolar aquí en internet, una de las cosas que mas me atormentaba era la mención de los tratamientos que se aplican para tratarlo, electroshocks, fuertes antipsicóticos (los cuales tuve la oportunidad de probar en carne propia), el litio y otros medicamentos.

A pesar que durante mucho tiempo para mi no era claro que sufría de trastorno bipolar, porque durante muchos años, (unos 25) no se me explicó nada al respecto, sufrí de unas tres crisis fuertes todas con tendencia a la manía llegando a tener cuadros psicóticos (o lo que se llama comúnmente locura), la primera me llevo a estar internado el algo parecido a un manicomio y las otras dos estuve bajo manejo psiquiátrico ambulatorio, durante estos períodos estuve medicado con antipsicóticos, para parar las crisis y luego me lo dejaban como medicamento de control.

El protocolo de medicamentos que se me dejo, según mi forma de sentir no me dejaba vivir, ni sentía que mejorará mi condición, sentía que los antipsicóticos solo me funcionaba como solución a los problemas que tenía cuando llegaba a una crisis de manía, luego una vez un poco estable sentía que no los necesitaba, por lo que optaba dejarlos y esperar a tener que tomarlos de nuevo si tenía de nuevo un viraje hacia la manía con cierta consideración, normalmente era un tiempo bastante largo entre crisis, cuando me iba hacia la depresión me aguantaba sin tomar nada, dado que a pesar que no era agradable el sentimiento, no se porque, nunca le tuve confianza a los antidepresivos, es mas, nunca los he tomado, adicionalmente nunca he tenido intenciones serias de suicidarme, aunque si me he sentido aburrido con la vida, adicionalmente ahora que se bien cual es mi tipo de trastorno bipolar que es del I, veo que sin querer hice bien no tomando antidepresivos, pues la mayoría de estos no son recomendables para mi caso o casos parecidos.

Entre las crisis tenía problemas debido a mi enfermedad: Subidas y bajadas, no tan fuertes como para llamarlas así, por lo que no les daba importancia, sin embargo, me causaron grandes inconvenientes, que pensaba eran debidas a mi personalidad, no por estar afectado por una enfermedad mental: El trastorno bipolar.

Descubrir claramente que era lo que realmente tenía, me impacto bastante, identificar plenamente lo que sentía a diario, como una característica de un estado anormal llamado trastorno bipolar y que como solución para estar mejor se planteaba la necesidad de estar medicado de tiempo completo, no fue algo que me agradara, pero que mirando las alternativas existentes y de acuerdo con las experiencias que pude leer por la red, parece que es lo mas preferible.

En mis tratamientos anteriores, en los cuales me había ido mal, me habían dicho los médicos que tenía que medicarme de por vida si quería estar mejor, sin embargo, no lograron convencerme, porque no lograba sentirme a gusto con el funcionamiento de mi cerebro, con la medicación recibida.

Aun después de entender un poco mejor que significa ser bipolar, seguí mi vida negando a medicarme, participaba en foros, leía otros blogs con experiencias personales donde se planteaba que era mejor estar medicado; pero cuando leía como vivían muchos de los pacientes, pensaba internamente si logro controlarme sin medicarme, como la alternativa a lo que cuentan de lo que es vivir medicado, sobre todo cuando se hablaba de los efectos del litio, que es según entiendo el tratamiento de primera linea y el mas usado en muchos países.



Decidí entonces que para mi era preferible vivir mal sin el litio (con los efectos del trastorno bipolar), que vivir mal con el litio (con los efectos secundarios del litio), aunque mejor del trastorno bipolar y esta fue mi posición.  Sin embargo, leyendo por internet encontré que había investigaciones sobre otros medicamentos que han demostrado una efectividad, que aunque no es tan alta como el litio, a cambio tienen menores efectos secundarios y entre estos estaban los anticonvulsivos, pensé entonces que si iba de nuevo a consultar al psiquiatra y con el conocimiento adquirido en internet, pedirle que en mi caso se ensayara con algo que no fuera el litio.

Fui pues a consulta, esta vez no estaba en crisis y mas bien considero que estaba estable, le conté mi caso al psiquiatra, sin decirle que pensaba que tenía trastorno biporla, ni que estaba prevenido en contra del litio, me dijo de una forma un tanto preocupada que sufría de trastorno bipolar y me dijo lo mismo que había leído muchas veces por Internet, (aunque tampoco le dije que ya lo había leído), que era una enfermedad incurable, pero tratable; con buenas perspectivas para muchas personas si se le daba un buen tratamiento al problema.

En este momento el medico me veía normal y así me lo expresó, pero de acuerdo a lo que yo le conté, debía reiniciar un tratamiento con medicinas, me recetó entonces solo dos: Ácido valpróico y levomepromazina (que le dije que era el medicamento que tomaba desde mi primera crisis y que lo hacía solo cuando sufría de insomnio), que empezaría con una dosis muy baja de ácido valpróico, para mirar como reaccionaba mi cuerpo ante él, que es mas, dicha dosis podía ser inocua, es decir, que no afectaba para nada lo que sentía, ni actuaría sobre el trastorno bipolar, que empezara con esta fórmula y volviera en un mes.

A mi siguiente cita me interrogó de lo que había sentido: Le conté que había sufrido algo de cólicos estomacales y una rinorrea por unos días que me habían pasado, después no sentí efectos secundarios asociados al medicamento, me dijo que lo de los cólicos era posible que lo siguiera sintiendo porque al ser un ácido tiende a afectar el estomago, pero que si estos habían pasado es posible que los soportara hacia el futuro, también que este medicamento lo tomara siempre con comidas para que evitara esta situación, también que era posible que sintiera agrieras que debía manejar si eran muy fuertes con un antiácido (aunque después otro psiquiatra me dijo que lo hiciera solo en casos muy extremos, porque si lo hacia de seguido le quitaba el efecto al ácido valpróico) me dijo que iba a reajustar la dosis a una mayor aunque muy baja comparada con lo que normalmente se receta para la mayoría de los pacientes.

Durante mucho tiempo no sentí nada apreciable, después de uno o dos meses empece a sentirme como deprimido o lo que muchas veces se denomina entre los que sufrimos de trastorno bipolar como plano, como sin sentimientos, no es una sensación agradable, en la siguiente cita con el especialista, me dijo que como mi perfil es de ir mas hacia la manía, el ácido valpróico me tiraría hacia el lado depresivo y que eso era lo que sentía, que esto iba a cambiar, adicionalmente que este medicamento tiene su efecto visible a largo plazo, que tenía que seguir por mucho tiempo tomándolo para lograr resultados.

También sufrí de altibajos emocionales pero esta vez sentí que rebajaron en su intensidad y se espaciaron en el tiempo, después de un largo periodo deduzco que he mejorado: No es una sensación apreciable, porque no siento que sea diferente, si no que estoy un poco mas cerca de lo que puede sentir cualquiera, por lo que no es un cambio en lo que se siente, si no mas bien que no se tienen cambios, lo que a veces es difícil de apreciar, pero que si se analiza es posible dilucidar.

Con el ácido valpróico a diferencia de los antipsicóticos, al tomarlos como medicina de control, no se tienen tantos efectos secundarios como pesadez mental y física (lo que en mi medio se denomina estar como sonso o ser como un zombi, eso si sin haber muerto), dificultad para pensar y ademas otros efectos dañinos que no se sienten, pero que han sido comprobados como: El daño neuronal; los efectos secundarios son mas bien por el lado del sistema digestivo, es mas, existe una fórmula que evita estos problemas el valproato que es un derivado del ácido valpróico, pero que en mi país no se consigue como genérico,  tiene un costo de unas cinco veces y no lo cubren los seguros por lo que si me aumenta el problema estomacal lo tomaría.

En mi caso parece que el ácido valpróico funciona, puede que en otros no y así lo dicen los estudios médicos, según las últimas pruebas clínicas después del litio, el ácido valpróico es el medicamento con mayor efectividad para el trastorno bipolar y en muchos casos es el de recetar como primera opción, adicionalmente se ha comprobado que tiene mejor adherencia por parte de los pacientes por tener menos efectos secundarios.

Como otra anotación hablando con un amigo que esta estudiando medicina, me contó que en el curso de psiquiatría que vio en Colombia, el medicamento de primera linea para el trastorno bipolar es el ácido valpróico, por encima del litio.


lunes, 25 de noviembre de 2013

Prevalencia del trastorno bipolar y otras dolencias mentales

A pesar que mis condiciones alrededor no han cambiado para nada, a pesar que la situación climática a la cual le estaba echando la culpa de mi depresión, en vez de disminuir ha sido peor en estos días, pues la lluvia ha sido una constante en todo el día y no se ha podido salir mayor cosa, solo lo necesario. Amanezco hoy de mejor ánimo, no tan acelerado como para decir que me fuí para el otro lado porque logré también dormir bien, afortunadamente, sin haber tomado medicamentos para el sueño, tampoco tome ningún medicamento contra la depresión pues los evito, solo he tomado el medicamento de control el cual vengo tomando sin alterar sus dosis ni su frecuencia.  Como se puede concluir mi sentimiento cambió simplemente porque si, porque así es nuestra enfermedad.

Precisamente mirando lo del problema de la depresión, estuve leyendo por internet y he encontrado una cuestión que se trata repetidamente: El aumento en los valores que se establecen en lo que se denomina prevalencia de las enfermedades mentales mas conocidas como: La esquizofrenia, el trastorno bipolar y la depresión; partiendo desde valores menores al 1% llegando a valores mayores al 10%  en el caso de la depresión y a valores entre el 2% y el 5% para el trastorno bipolar; la explicación que se da a este hecho, la cual sería la mas lógica, es el afán de aumentar las ventas de medicamentos y de lucrar a gremios como los trabajadores de la salud mental, los laboratorios productores de medicinas y las aseguradoras médicas.

En el blog mad in america encontré el artículo La enfermedad bipolar Antes de la Era Psicofarmacólogica que esta en inglés pero que en resumen dice:

"Antes de 1955, la enfermedad bipolar era un trastorno poco frecuente. Sólo había 12 750 personas hospitalizadas con ese trastorno en 1955; Además, sólo había unos 2.400 "primeros ingresos anuales" en los hospitales psiquiátricos del país.

La evolución de los pacientes fue relativamente buena. Setenta y cinco por ciento o menos de los pacientes de primer ingreso se recuperaría en 12 meses. A largo plazo, sólo alrededor del 15% de todos los pacientes de primer ingreso se convertiría en una enfermedad crónica, y 70% a 85% de los pacientes tenían buenos resultados, lo que significaba que trabajaban y tenían una vida social activa.

 Hoy en día, la enfermedad bipolar se dice que afecta a uno de cada 40 adultos en los Estados Unidos. Una rara enfermedad se ha convertido en un diagnóstico muy común. Hay varias razones para esto. En primer lugar, muchos medicamentos - tanto ilegales y legales - puede mezclar los episodios maníacos, y por lo tanto el uso de las drogas lleva a muchos a un diagnóstico bipolar. En segundo lugar, los límites de diagnóstico de la enfermedad bipolar se incrementan considerablemente." 

Leer esto me asustó profundamente pero me hace reflexionar al respecto, en mi caso estoy casi seguro que tengo una enfermedad mental, pero ¿Será posible que seamos tantos?, no lo puedo creer, mirando a mi alrededor pienso que somos una excepción, la cual se trata de volver algo mas común, porque en este mundo consumista y mercantilista los enfermos mentales somos un mercado pequeño, el cual es poco rentable, pero que si se crece artificialmente se convierte en un mercado interesante pues pasar de menos del 1% a mas del 10% es multiplicar por mas de 10 veces un negocio, algo difícil de hacer con otro tipo de negocios sobre todo en esta época de crisis económica que vivimos.

Si se mira por el lado de la cronicidad se pasa de atender un asunto puntual, a tener tratamientos de por vida algo que también beneficia a los negociantes de la salud mental.

Un ejemplo hipotético claro, muy probable que ocurra o que haya ocurrido, es cuando a una persona se le diagnostica como enferma de depresión porque se encuentra muy mal anímicamente pues se le ha muerto su mascota de muchos años, al diagnosticarla se le declara como enferma de depresión, se le formulan antidepresivos de última generación y una serie de psicoterapia para tratarla y sacarla de su estado.

Es posible que después del tratamiento esta persona pueda sentirse algo mejor o mejor (algo que también hubiera pasado sin haber hecho nada), pero como fue catalogada como enferma mental crónica, seguirá medicada de por vida, pues así lo tienen definido los manuales de psiquiatría moderna, entonces esta persona que posiblemente estaba sana, pero que se encontró triste por una perdida emocional,  se convierte en un enfermo mental mas, debido principalmente a que los medicamentos que se le recetaron la convierten en una adicta a estos y que por ser diagnosticada como enferma mental, entra a ser cliente para el resto de su vida de los comerciantes de medicamentos y de los negocios de tratamiento de enfermedades mentales.

Adicionalmente se ha definido como un nuevo paradigma en la psiquiatría: Que para cualquier dolencia mental es necesario tomar medicamentos variados para toda la vida del paciente, algo que puede ser valido en algunos casos, que lo mas probable serían pocos, pero no para todos creo yo, ademas muchas de las enfermedades mentales tienen lo que se llaman crisis, las cuales una vez superadas pueden ser tratadas con pocos medicamentos y de pronto ninguno, según hablo en un post anterior se encontró con base en estudios clínicos que para cierto tipo de pacientes con esquizofrenia, tenían una mejor calidad de vida cuando no eran tratados después de la crisis con fuertes antipsicóticos, que los que fueron tratados, los cuales adicionalmente tuvieron una perdida adicional de las capacidades mentales a la causada por la enfermedad en si, debido a los antipsicóticos donde se tienen evidencias del daño que causan en el cerebro.

Pienso que no todo lo logran los médicos y los medicamentos, también nosotros mediante un sentimiento interno propio (lo que se denomina insight) de nuestra enfermedad y con el apoyo del conocimiento que se puede adquirir, según información disponible en las redes, podemos intuir cuando necesitamos o no, los medicamentos, en lo cual debemos apoyarnos en los médicos, porque en nuestro caso lo que sentimos son ciclos de un problema que nos toca soportar y manejar, que es mejor con un mínimo de pastillas, cuando estos no provocan mayores problemas.



sábado, 23 de noviembre de 2013

Con depresión

Aunque no estoy tan desesperado como para pensar en dejar este mundo, ni para decir que mi vida no vale la pena, me siento realmente mal, mi animo esta por el suelo, tengo varias cosas por hacer que son relativamente de rutina, que puedo y lo mas probable es que las haga en el día de hoy, pero estoy como se puede decir atormentado por tener que hacerlas, es como un sentimiento de ansiedad que me paraliza, mi razón tiene claro que es lo que me pasa, estoy deprimido, una sensación muy desagradable que parece no dejar que viva.



Trato que escribiendo me pueda desahogar, para poder hacer bien y a tiempo lo que tengo que hacer, así no tenga los ánimos.

Se que al lamentarme por lo que me pasa no voy a lograr nada, pero es lo que siento, adicionalmente mi cabeza esta como embotada.

Me siento además como algo mareado desde ayer,  claro que este síntoma estoy casi seguro no tiene nada que ver con mi tb, porque nunca lo he sentido como algo asociado a mis desbalances.

Como raciono que este sentimiento es debido a mi trastorno bipolar, no culpo a nadie de ello, no le hecho la culpa a esta sociedad, no le hecho la culpa a este mundo difícil y a esta época en la cual me tocó vivir, ni creo que se deba a que un ser superior me castiga por algo que debí haber hecho mal o porque me esta poniendo a prueba, por lo que si rezo este sentimiento vaya a cambiar, considero que lo que siento se debe a que mi cuerpo funciona así, deficiente, algunas veces por falta u otras por exceso de algunas sustancias del cerebro, que provocan un estado de animo muy bajo u otras veces muy alto, también se que estas deficiencias son por a una característica heredada y desarrollada en mi vida, que no adquirí porque quise o debido a una enfermedad contagiosa.

También porque razonando mis circunstancias a mi alrededor son buenas: Tengo familia que quiero y me quieren a pesar de lo que tengo, mi situación económica es buena, tengo trabajo aunque no sea estable, se que puedo soportar lo que siento, no se si en otras circunstancias pasaría lo mismo.



Tener una explicación a lo que me pasa tampoco me hace sentir bien, voy a tomar prestadas unas palabras de alguien que paso por acá y dejo plasmadas lo que se puede sentir en un momento como el que estoy viviendo ahora.

"Momentos de tristeza, donde la soledad y la oscuridad van de la mano, mi alma llora y el corazón grita. No importa que tengas familia o una relación amorosa, te sientes solo y por mucho que te hablen e intenten consolarte, el único consuelo es la almohada en la que pones tu cabeza, piensas, lloras y te escondes."




Si, son momentos de tristeza se puede decir casi infinita, donde a veces aunque queramos a otras personas. no las queremos ver ni que nos vean, solo queremos estar solos, como ahora lamentando la mala situación por la que pasamos, que con el tiempo esta va a cambiar, aunque en este momento ese tiempo sea eterno.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Eutimia

Es un estado que se define para los que sufrimos de trastorno bipolar, donde se tiene un control de los sentimientos y se tiene una estabilidad aunque no estemos curados, se puede decir que en este estado los que sufrimos esta dolencia mental actuamos y somos como cualquier persona, aunque es posible que sintamos algunos desbalances, estos apenas serán apreciables por nosotros y de pronto por alguien muy allegado, es cuando estamos en EUTIMIA que para mi es estar estable, cuando reflexionamos de forma correcta sobre nosotros, cuando podemos desarrollar bien nuestras potencialidades y cuando realmente podemos actuar objetivamente sin las influencias de nuestros estados alterados que nos hacen demasiado optimistas o demasiado pesimistas.

Lo anterior lo digo como prólogo a una entrada que encontré en el blog de un escritor y ensayista español: Rafael Narbona con quien me siento identificado en la mayoría de sus apreciaciones incluyendo en las que tienen que ver con el trastorno bipolar, donde gracias a su buen estilo detalla de una forma casi poética lo que se siente estar afectado por el trastorno bipolar en sus diversos estados.

A continuación me permití copiar y pegar en su totalidad la entrada Eutimia la cual esta en su blog http://rafaelnarbona.es.


 “Las personas que no conocen el dolor son como iglesias sin bendecir” (Luis Rosales, La casa encendida)



Son las doce de la mañana. Estoy solo frente a un paisaje desnudo, que enlaza campos de trigo y cebada. Es el paisaje que contemplo a diario. Salvo las retamas y una hilera de árboles que bordean un riachuelo, no hay nada. Sólo tierra y cielo. Hace un hermoso día de otoño, con una luz que prefigura una posible eternidad. Un pájaro se ha posado en la higuera del jardín y canta alegremente. Parece que el mundo está bien hecho, que ser hombre no es una fatalidad, sino un privilegio. Por primera vez pienso que la conciencia es una carga ligera. No es un fuego que nos lacera, sino una lumbre que nos permite contemplar las cosas y sentir su misterioso latido. Las crisis depresivas y los brotes de manía parecen tempestades remotas, vendavales que se perdieron en un lejano horizonte. Miro mis manos y noto su calma. Son como dos niñas que juegan bajo el sol, con el corazón alborozado porque el aire se enreda en su pelo. La muerte se ha escondido en un pozo y se ahoga como un verso que no encaja en un poema. No sé si vivo un paréntesis o un sueño, que la realidad disipará con un manotazo airado, pero agradezco esta tregua que me ha permitido descubrir el prodigio de una mañana y acallar los aullidos que me invitaban a liberar la sangre de mis venas.

Antes pensaba que vivir era adentrarse en un río y hundirse en su penumbra con unas piedras en el bolsillo, experimentando la perfección de no ser. La muerte me parecía un templo que aguarda nuestra ofrenda, prometiéndonos una paz inaudita. Deseaba traspasar su umbral y escuchar ese silencio que cae lentamente, como la nieve sobre el mar. Ahora no entiendo ese anhelo, pues observo mi carne y advierto su impaciencia por caminar hacia dentro, buscando la felicidad en el mismo lugar donde se malogró un día. Pienso en mi frente apoyada en el cristal de mi cuarto, intentando comprender lo que había al otro lado. De niño, el estrépito del exterior me aterraba. Cada vez que el autobús doblada la esquina y bajaba la calle, sentía que mi pecho se convertía en un grito. Era como andar descalzo entre cristales. Tal vez ahí empezó mi viaje hacia la locura. Tal vez ese viaje no finalizará hasta que pueda mirar por una ventana y amar el ruido que delata el existir de los otros. El miedo no fue lo primero y no puede ser lo último. Mi niñez no empezó con ese temor, sino con la dicha de ser una presencia entre dos seres que se amaban. Aún recuerdo a mis padres encaramándome sobre un mirador para que observara la Casa de Campo, con sus árboles respirando como un gigante dormido. No recuerdo la primera vez que contemplé el mar, pero no he olvidado la sensación de que ardía como unos ojos recién nacidos, deslumbrados por lo que aún no comprenden. El sonido de las olas me hizo pensar en un abejorro que se demora en una flor, despreocupado y tranquilo. Aún no sabía qué era lo efímero, pero ahora entiendo que la importancia de las cosas no se mide por su duración.





Eutimia. Parece el nombre de una planta, pero es el nombre de un estado de ánimo. En el caso del trastorno bipolar, designa el equilibrio, la remisión de los síntomas, los períodos de calma y estabilidad. No es el feliz desenlace de una enfermedad que puede hibernar durante largos períodos y despertar abruptamente, pero sí constituye un tiempo de bienestar y sosiego. Algunos elogian mi valentía por sincerarme y no ocultar mi condición de bipolar. Me parece excesivo hablar de valentía. Simplemente, creo que disfruto de un entorno favorable, que no me cuestiona ni censura. Es cierto que si continuara en las aulas, todo sería más difícil. Los prejuicios y la intolerancia de padres y profesores no me permitirían escribir abiertamente, relatando mis vivencias. La sociedad no es compasiva, sino mediocre, servil y vengativa. Ser un profesor jubilado –tal vez sería más exacto decir “escupido por el sistema”- me ha proporcionado una insólita libertad y no encuentro ningún motivo para no hablar sobre una patología que marca el ritmo de mi existencia. 

Ignoro cuánto tiempo se prolongará la eutimia, pero cada día encaro el futuro con más optimismo. La bipolaridad sigue ahí. Es 6 de noviembre y hace calor. Hace dos días, el frío barría la estepa castellana y la oscuridad prevalecía sobre la claridad. A pesar de mi mejoría, los cambios atmosféricos siguen influyendo poderosamente en mi estado de ánimo. De hecho, escribo estas líneas ligeramente deprimido. Me agrada la luz. Considero que es una buena razón para vivir, pero cuando aparece súbitamente algo se desordena en mi interior. ¿Se producirán nuevas recaídas? ¿Volveré a sentir un dolor sin fondo y el deseo de desaparecer por una grieta? ¿Regresará la manía, con sus muecas horripilantes y su verborrea incontenible? Ya he cumplid 50 años y noto que mis humores se han aquietado. La melancolía sigue cosida a mi piel, pero la desesperación ya no se bebe mi alma. El suicidio ya no invoca mi nombre y mis huesos ya no temen despertar cada mañana.

Son las cinco de la tarde y el sol ha descendido. Las sombras comienzan a inclinarse en la pared. El cielo ha empalidecido, pero mi memoria ya no jadea como un moribundo, que agoniza entre sombras y alucinaciones. Pienso que he vuelto hacia mí mismo, hacia ese cristal de mi infancia donde apoyaba la frente. Sigo escuchando al autobús que dobla la esquina, pero el sonido del mundo ya no me hiere como una cuchilla. Mis manos me han salvado. Su impulso de escribir me ha rescatado del luto y el llanto. Seguiré tropezando, pero ya no caminaré por el vientre de la muerte, soñando que mi carne se enfría. Ya no escribiré breves notas de despedida ni levantaré los remos, deseando que los arrecifes me lleven a pique. Confiaré en la corriente y no lamentaré haberme alejado de la orilla. Ya no deseo desnacer, sino conocer mi vejez en el espejo y sentir que he sido humanamente, que mi existir no ha sido en vano, pues he besado los labios de la esperanza y mis labios se han regocijado, con la alegría de un jardín que reverdece después de un largo ocaso.


Escrito por Rafael Narbona 6 de Noviembre de 2013.

lunes, 21 de octubre de 2013

Mi experiencia con antipsicoticos

De nuevo contando mis cosas en esta red, estuve leyendo sobre los tratamientos para enfermos de esquizofrenia y como según estudios serios se ha llegado a la conclusión que les ha ido mejor a los pacientes que no han tenido medicamentos de control, principalmente lo que tiene que ver con antipsicóticos, después de remitir de una crisis, que los que han sido medicados de por vida con estos antipsicóticos.

Dan como una prueba que en países donde los pacientes esquizofrénicos no son tratados, la evolución es mejor si se compara con los pacientes de países donde son tratados de por vida principalmente con antipsicóticos después de las crisis.

En mi caso pienso que sufrí algo parecido, después de mi crisis fuerte, volví a la realidad gracias a unos fuertes cócteles de drogas que sentí me paralizaron por completo, (unos antipsicóticos fuertes como son el haloperidol y tioridazina) y desperté siendo otro, no se si para bien o para mal.

Mi mente cambió y no volví a ser el mismo que antes de la crisis, no se si de no haber sido tratado hubiera llegado a la misma situación, hubiese estado mejor o de pronto hubiese sido peor, son cosas que no se pueden saber.

Lo que si sentí fue los efectos de los medicamentos que se me dieron como control en ese momento, que eran antipsicoticos, nunca pude soportarlos por largo tiempo, aunque me habían convencido que no convenía dejarlos, sin embargo, lo hacía.  Ahora he logrado acoplarme a los medicamentos que tomo, no son antipsicóticos, son de otro tipo, en este momento no siento mayores efectos secundarios, aunque es posible que los tenga, ademas parece que algo de efecto hacen, son cuestiones de la evolución en la forma de tratar a los que sufrimos de estos problemas.

Como lo he dicho en post anteriores existe una tendencia muy fuerte al uso de los antipsicoticos para muchas personas que realmente no los necesitan y esta tendencia es influenciada por los laboratorios farmacéuticos que les interesa vender mas que ayudar a las personas; según he podido entender los antipsicoticos son drogas bastante fuertes que lo que hacen es casi paralizar la mente, que pueden ser útiles cuando una persona esta en un estado que se denomina psicótico o mejor dicho fuera de razón, ya logra calmarla, pudiendo llevarla a un estado de tranquilidad y de pronto aterrizarla en este mundo, sin embargo, una vez logrado este objetivo parece que no serían útiles como medicamento de control, sin embargo, como negocio para las farmaceúticas no sería bueno así, porque sería usado en cortos tiempos y no para toda la vida.

Encontré el siguiente párrafo del artículo:  Un dilema bioético a propósito de los antipsicóticos de Miguel A. Valverde - Psicólogo Clínico. Unidad de Agudos de Psiquiatría del Hospital de Navarra UHP-II, Pamplona.

"Algunos científicos han discutido el uso de antipsicóticos, con preguntas como:

¿Son peores los efectos de los psicofármacos que el trastorno a tratar? ¿Hay alternativas al tratamiento farmacológico? ¿Es la evolución del trastorno con fármacos mejor que sin ellos? ¿Es mayor la calidad de vida del paciente con esos fármacos? ¿Se recuperan mejor los pacientes que toman estas drogas? ¿Es la persona sin fármacos mas incontrolable y conflictiva? La psiquiatría dominante en nuestro país, y en EEUU, afirma sin dudarlo que a estos pacientes les va mejor con los antipsicóticos, aunque hay numerosos trabajos, a menudo más rigurosos, que indican lo contrario.

Y este es el dilema planteado por Andreasen y que se dirime entre daños, beneficios y riesgos comparados. Y opta por la idea de que los fármacos son dañinos pero insustituibles."

En este artículo y en otros similares se habla que los antipsicóticos son usados para muchas enfermedades mentales y que su uso es casi insustituible en algunos casos como en los estados psicóticos de pacientes afectados mentalmente, pero su uso continuado, para pacientes ya estabilizados y en remisión esta siendo discutido y parece que en ese caso es mas el daño que causan que los beneficios que traen.

Aunque los antipsicoticos parecen insustituibles para los casos de esquizofrenia en estados de crisis, este caso no aplica para otras enfermedades mentales para las cuales no parecieran ser muy útiles, pero si traén consecuencias negativas incuestionables como se informa en el artículo SE CUESTIONA LA EFICACIA DE LOS FÁRMACOS ANTIPSICÓTICOS

En mi caso particular soy una victima de esta situación, hasta donde parece mi enfermedad no es esquizofrenia, sin embargo, en mi primer tratamiento de control después de ser dado de alta fui recetado según me dijo el psiquiatra en su momento: para toda la vida si quería estar mejor con TIORIDAZINA comercialmente mas conocido como MELERIL un antipsicótico muy fuerte, el cual según vengo a saber ahora, para mi fortuna deje de tomar relativamente pronto y continué mi vida sin este medicamento, ahora se ha encontrado con base en evidencias comprobadas que este medicamento es altamente dañino y esta prohibido en el mercado.

Segun se dice en La nota informativa de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios sobre meleril donde ordena: "La anulación de la autorización de comercialización de Meleril® será efectiva el 30 de junio de 2005, fecha a partir de la cual cesará su comercialización"

En el artículo  ¿Cómo la esquizofrenia y los antipsicóticos afectan al cerebro? se dice entre otras cosas:
"Los investigadores también analizaron el efecto de la medicación sobre el tejido cerebral. Aunque los resultados no fueron los mismos para todos los pacientes, el grupo encontró que, en general, cuanto mayor sea la dosis de los medicamentos antipsicóticos, mayor es la pérdida de tejido cerebral.
Es, sin duda, un resultado incómodo, porque psiquiatras, pacientes y familiares deberán interpretar este hallazgo: ¿deberíamos dejar de usar la medicación antipsicótica? ¿deberíamos reducir las dosis de estos fármacos? De hecho, los científicos han reconocido que se pasaron un par de años tratando de analizar estos resultados más profundamente para demostrar que se trataba de un error. Pero no. Al final, al parecer, se trata de un hallazgo sólido. Sin duda alguna, si los resultados de esta investigación resultan ser del todo ciertos, podría cambiar la manera en la que los médicos utilizan fármacos antipsicóticos para tratar la esquizofrenia."

Según lo anterior si se tienen evidencias muy fundamentadas sobre los efectos bastante adversos de los antipsicóticos, en pacientes con esquizofrenia, que es un problema donde se recetan casi como una necesidad, pues no se han encontrado alternativas principalmente en los casos de crisis, ¿Por qué entonces son recetados para otro tipo de enfermedades mentales donde existen opciones terapéuticas diferentes y que no causan tanto daño?, de nuevo la respuesta esta en la política mercantilista de las multinacionales farmacéuticas.

A continuación dejo unos enlaces donde se tiene información al respecto incluidos unos post míos donde toco el tema.

SE CUESTIONA LA EFICACIA DE LOS FÁRMACOS ANTIPSICÓTICOS
Un dilema bioético a propósito de los antipsicóticos
 ¿Cómo la esquizofrenia y los antipsicóticos afectan al cerebro?
Ocho trabajos sobre fármacos antipsicóticos
http://unbipolarmas.blogspot.com/2012/02/el-insight.html
http://unbipolarmas.blogspot.com/2009/10/mi-problema-de-trastorno-bipolar-ii.html









martes, 8 de octubre de 2013

Mi problema mental

De nuevo hago un resumen de lo que fue y lo que es en este momento es para mí este problema mental que sufro: El trastorno bipolar, este post son apartes con correcciones de un post anterior el cual define mi problema, actualizando las situaciones pues difieren de cuando lo escribí hace más de un año.

¿Qué es para mí ser un paciente de trastorno bipolar?

Como le he vivido, como lo he sufrido y también como disfruto mi vida así.

Lo encontraran a continuación:

Soy paciente masculino, 46 años, que sufre de trastorno bipolar, he vivido y manejado el problema, sin saber como se llamaba, ni que significaba ser bipolar, hasta hace unos 5 o 6 años, cuando gracias a la Internet me he enterado de que es lo que me pasaba y que se puede hacer para vivir mejor a pesar de sufrir con esta situación.

Aún a pesar de que entiendo algo mejor que es lo que sufro, sigo sintiendo los sube y bajas, como decía una amiga bloguera que ya no está en la red, sigo en la montaña rusa de las emociones y no se siente bien en ella, igual me pasa en las montañas rusas de verdad es un ratico de emoción, pero después sientes que no ha sido una experiencia buena.

Mi problema mental, son una serie de sentimientos encontrados, que se desencadenan en situaciones de crisis personales. que me acompañan desde que tenía 16 años, cuando llegue a una crisis psicótica, lo que para el común de la gente es que me enloquecí.

He sido tratado por médicos de la mente (llámense psiquiatras, psicólogos, psicoterapeutas etc), tal vez en otro tiempo podría estar completamente loco o sin estarlo ser considerado loco y estar abandonado en un manicomio o vivir aislado del mundo, podría ser un vagabundo por la vida o de pronto desubicado, o de pronto habría que tenido que afrontar por mi mismo la situación y habría que tenido que resolverla; en la antigüedad y aun hoy en día eso les pasaba a los bipolares y muchos vivieron felices o no sin saber que es trastorno bipolar.

Mi problema mental ha estado últimamente bajo control, como he logrado identificar los sintomas negativos, cuando tengo los primeros, los paro cortando el avance hacia una crisis; he logrado dilucidar que en mi caso particular lo que me desencadena las crisis es la falta de sueño, unido o aislado a un acelere que me da, que se produce por un clic de un hecho que me afecte emocionalmente, como por ejemplo un viaje, un cambio en el trabajo, quedarme sin trabajo, una perdida emocional.

Según lo que estado leyendo por Internet, sufro de trastorno bipolar tipo I, lo cual hace que tenga un desbalance en los estados de ánimo, además de sufrir con problemas de concentración, relaciones interpersonales complicadas, cuando se desencadena la manía o hipomanía tengo problemas en los ámbitos laborales y personales, como también puedo entrar en una depresión profunda.

Haciendo un resumen de mi problema este ya daba síntomas desde que yo tenía unos 14 a 15 años y de pronto un poco antes. Siendo un niño y un joven privilegiado ya que tenía una familia estable era uno de los mejores de la clase y del colegio, físicamente no era feo, sin embargo, era muy introvertido y vivía un poco aislado, mis relaciones con los demás eran complicadas, me inquietaba la situación social de mi país y de mi entorno; sufría por lo que veía o oía, era un lector compulsivo, disfrutaba más de leer que de jugar o compartir con otros niños o aún de la televisión, pienso que si cuando niño hubieran existido los juegos de video que hay hoy hubiera sido un adicto de ellos, fuera de esto mis lecturas que en un principio fueron de aventuras y temas juveniles entretenidos pasaron a ser de temas que yo llamo existencialistas, Herman Hesse, Wiliam Faulkner, Virginia Wolf, Dostoievski, Hemigway, Franz Kafka, pasaron a ser mis preferidos, me interese también bastante en la política, la historia, la física y la filosofía.

De estudiante era académicamente muy bueno, con la posibilidad de no tener que estudiar mayor cosa pues con solo asistir a clase o leer una vez los temas de un curso era suficiente para dominarlos y aprobar con las máximas notas las pruebas académicas, después de mi primera crisis sentí que perdí esa gran capacidad mental, aunque tampoco me volví un bruto, si me costaba más trabajo aprender y no volví a ser tan brillante.

Mis relaciones interpersonales no eran buenas; tenía de pronto uno o dos amigos sin ser muy unido con ellos y a pesar que tuve una o dos novias antes de mis 16 años, realmente no me interesaban y si las tenía era por tratar de hacer lo que los demás hacían.  A pesar de poder haber hecho parte activa en grupos de amigos (galladas: Que en esos años y en mi entorno no eran violentas como pasa mucho ahora) no lo hacía y después de estar en algún que otro evento me aislaba de estos grupos, en este tiempo y según lo que se dice en términos psiquiátricos sufría de depresión, que sin ser muy profunda ya que nunca tuve ideas suicidas, era si muy constante y en esos días nunca fui atendido por un psicólogo o psiquiatra.

Así en este estado de cosas terminé los estudios secundarios e inmediatamente a una edad muy temprana: 16 años recién cumplidos, comencé los estudios universitarios; en la mitad del primer semestre, el cual hasta ese momento venía aprobando con las máximas notas, sufrí del primer episodio de manía que empezó de improviso cuando de un momento a otro era el dueño del mundo, me sentí súper y a pesar de que deambule de un lado para otro sin mucha coordinación, era la persona más contenta con la vida y con lo que me rodeaba (según comparaciones con lo que dicen los que usan drogas era como una traba pero bastante larga y muy intensa), de pronto toda esta felicidad terminó con un internado de 2 meses en una clínica psiquiátrica y a partir de ese momento se me enredo la vida, después de que me remitieron de este episodio maníaco, siguió una fase también muy profunda de depresión que duro pienso que unos 6 meses; me retire de la universidad provisionalmente pues no era capaz de estudiar, mis compañeros me miraban extraño pensaban que estaba loco y hasta alguno llego a decírmelo en la cara, mi vida se volvió muy dura, si no fuera por el apoyo de mis padres y mi hermana que no me abandonaron sentimentalmente, pienso que no hubiera soportado seguir viviendo, es más, a pesar de que tuve una depresión tan intensa, nunca pensé en que lo mejor era morirme y menos en suicidarme, el estar vivo se lo debo a que mi familia fue una contención que me salvó.

Después de casi un año de mi primera crisis, reingrese de nuevo a la universidad, académicamente no volví a ser el mismo, pues a pesar de ser bueno, ya no era tan brillante, sin embargo, esto lo cambié por poderme adaptar mejor a mi entorno social, poder tener y estar en grupos de amigos, tener novia y disfrutar compartir con ella, después de esto mi vida siguió casi normal, es posible que tuviera episodios de depresión y de pronto de hipomanía, pero no fueron fuertes ni apreciables, terminé mi carrera universitaria me casé y empecé a trabajar, entonces mi enfermedad paso a segundo plano durante algún tiempo.

Viví durante algunos años una época para mi muy buena, donde cambié de familia, pase de convivir con mis padres y hermana, a vivir con una esposa e hijos, donde madure como persona y tuve mi enfermedad en segundo plano durante mucho tiempo, luego vino una recaída algo fuerte cuando cumplí 33 años, que aunque no fui internado, si sufrí de síntomas de manía algo fuertes y su consecuente depresión, estuve en tratamiento médico mientras disimulaba mis problemas en el entorno laboral y familiar, solo mi padre supo bien que era lo que me pasó, recibí tratamiento psicológico y sobre todo psiquiátrico, logrando estabilizarme nuevamente.

Entre la primera y esta segunda crisis fuerte no tome droga de control pues me negué a hacerlo, además porque vengo a saber ahora que lo que me mandaban no es lo más adecuado, me recetaban en ese entonces Clorhidrato de Tioridazina cuyo nombre comercial es MELERIL, un antipsicótico que funciona en las crisis de manía y así lo sentí, pero como control no, pues después de realizar estudios se ha encontrado que no es lo mejor y si lo son otros medicamentos como el que estoy tomando ahora, el Acido Valpróico, un anticonvulsivo que a la vez funciona como droga de control para el trastorno bipolar.

Como no soportaba los síntomas de los efectos secundarios de los medicamentos que me recetaron, durante mucho tiempo no tome medicamentos de control, apenas hace unos 3 años que los tomo.

Trato de que siendo consciente del problema que tengo y que he compartido con mi familia más cercana de que es y como se presenta esta enfermedad, vivir el mayor tiempo posible sin llegar a una crisis y si esta se presentara ellos saben que deben hacer conmigo (convencerme a ir donde el psiquiatra y si no voy por cuenta mía, llevarme aun en contra de mi voluntad).

Después de esta segunda crisis bastante fuerte, durante unos 7 años tuve unas 6 crisis menores , una un poco más fuerte que las otras por la que volví donde un psicoanalista que me hizo terapia y me recetó medicamentos que me normalizaron pero cuyo tratamiento no continué cuando me sentí un poco mejor.

Fuera de estas crisis, en algunos momentos me sentí un poco maníaco o también algo deprimido, sin sentir, ni causar mayor molestia; trate de llevar mi enfermedad que en ese momento no sabía que tenía, con auto control y con la ayuda de mi familia, con algunos medicamentos, limitando los efectos y atacándola ante los primeros síntomas de ir hacia una crisis, básicamente regulando el sueño, ya que desde mi primera crisis vengo tomando unas gotas que sirven de somnífero, la Levomepromazina, la cual regulo su cantidad de acuerdo a la intensidad del insomnio hasta que este cede.

En mi caso, como también en el de otros bipolares regular el sueño es uno de los factores más importantes, esto me lo dijo uno de los médicos que me atendió últimamente y lo he encontrado muy repetidamente en la Internet.

Las veces que he tenido crisis de manía (en mi caso no he tenido una crisis depresiva si no he tenido antes una crisis de manía) empiezan con un insomnio que va aumentando paulatinamente y de forma simultánea empieza a manifestarse la manía sin llegar al delirio y a la psicosis que pienso solo sentí en mi primer crisis, (claro que si no me controlara las crisis estoy seguro que llegarían a este estado).

A partir de mis 40 a pesar que trate de seguir con esta situación, comencé a tener cada vez mas episodios de inestabilidad, según lo que he leído llegué a una etapa que se denomina ciclado rápido, pues a pesar de no tener crisis fuertes si tenía estados de manía - depresión, que se repetían constantemente, trate de seguir así pero no me sentía bien por lo que opté nuevamente visitar a un psiquiatra de eso hace unos 3 años.

Esta vez visité al psiquiatra estando en una etapa eutímica, pues no me sentía ni maníaco, ni depresivo, este me explico cosas que había leído por Internet, entre otras que era una enfermedad incurable, pero tratable, que debía tomar medicamentos de por vida si quería estar mejor; de nuevo empecé a estar medicado, lo cual vengo haciendo de forma juiciosa  durante los cuales me he sentido mejor aunque no me siento curado del todo, pues como he relatado en otros apartes del blog tengo altibajos emocionales que no puedo evitar.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Llegando a la depresión

Tal como lo pensaba: Deprimido, me siento mal, aunque analizando mi situación actual no existe razón para estarlo.
Mis obligaciones me obligan a salir y a realizar muchas cosas, sin embargo, las hago por impulso, por mi fuera no saldría en todo el día de la casa.
Todo es tan raro, hace unos pocos días no podía estar quieto, tenía ánimos para todo, para trabajar en varios frentes y a la vez para querer salir después de haber laborado por muchas horas, ahora solo espero tener cualquier oportunidad para tirarme en la cama donde me siento aun peor.
Era una situación de esperarse, pero cuando se llega a ella realmente es difícil soportarla, aunque como consuelo digo: Es mejor que estarla embarrando por estar acelerado.
Hasta escribir estar lineas me costó mucha dificultad, pues no quiero hacer nada, solo lo hago para mostrar como es nuestro problema y sus diversas facetas.
Afortunadamente tengo a quien echarle la culpa, a mi problema mental, no a otros, ni llego a pensar que mi vida es una completa desgracia, por lo que no se merece la pena vivir mas, que es lo que he visto en otros y era lo que de pronto pensé antes cuando no tenía bien claro mi dolencia.

 
Aun así después de reflexionar y de encontrar la explicación lógica a todo lo que siento, sigo sintiéndome mal, muy mal y solo el tiempo permitirá que cambie mis sentimientos.


domingo, 8 de septiembre de 2013

En estabilidad

Me siento de nuevo estable, he podido dormir normalmente durante varios días seguidos y mi animo es mas parejo.

Aunque tengo mucha presión por cuestiones laborales, he sabido soportarla.

Estar de nuevo estable aunque no es tan emocionante como cuando se esta en hipomanía, si es mejor para el bien de uno, se deja de hacer cosas que pueden ser perjudiciales.

Hasta ahora no he sentido depresión pero no hay garantía que de pronto en unos días la sienta.

Lo mas probable es que deje de escribir de seguido como lo he hecho en los últimos días, porque en mi caso siempre escribo bastante cuando estoy en hipomanía.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Saliendo de una hipomanía

Hoy nuevamente me levanto con dificultad, ayer me acosté a una hora mas normal y logre dormir 8 horas que es lo que se recomienda para poder estar regulado.

Ayer como dije en el post anterior: Dormí demasiado y cuando lo escribí no sabia como me iba a comportar el resto del día, considero que estuve algo acelerado, entre una situación normal, tal como la exigen las labores cotidianas y un poco hipomaníaco porque sentí que hice cosas un poco salidas de lógica, que espero no hayan sido muy evidentes, ni que me traigan consecuencias en la empresa donde trabajo.

Para mi el día de ayer fue demasiado agitado, pero logré creo yo salir adelante, el gerente de la empresa donde trabajo me citó en la mañana y me preguntó por un plan de trabajo que debía tener listo, el cual precisamente ya había terminado, le expliqué a groso modo este plan, una vez terminada la entrevista me dijo que si lo presentaba oficialmente a los subgerentes, le conteste que claro, entonces, los cito para este mismo día a la última hora de la tarde, por lo cual se generó una situación de mucha presión, que sin haber tenido tiempo de planear me toco afrontar, a mi modo de ver salí bien.

Hoy espero estar mejor, tuve un sueño mas normal anoche, llevo ya dos días con somníferos, que me frenan mucho al día siguiente, sobre todo en las primeras horas de la mañana, pero es mejor así, que estar acelerado, aunque uno se siente mejor estando acelerado.

Espero estar en un punto medio de equilibrio emocional, donde no este acelerado, claro que lo mas probable es que caiga en depresión, si lo hago espero no me haga sentir mal por mucho rato.


miércoles, 4 de septiembre de 2013

Un rebote de mis sentires

Hoy después de unos días de insomnio, dormí como unas 14 horas, me acabo de levantar y aún tengo sueño, sin embargo, me toca ir a trabajar y si no fuera por esta situación seguiría durmiendo más, hace 2 o tres días estaba durmiendo entre 3 y 5 horas.

Respecto a mi acelere este ha disminuido y aunque no me siento deprimido, si me siento mas tranquilo.

Claro que estoy bajo los efectos secundarios de mis gotas para dormir, de las cuales llevo dos días seguidos tomándolas, por lo que la dificultad para levantarme puede deberse a su efecto hipnótico y no a que mi cabeza haya reaccionado.

Toca esperar cuando su efecto secundario pase y en el transcurso del día ver como sigo actuando, si acelerado, si normal o si me voy para el otro lado el de la depresión.

Me toco aguantarme los días pasados el insomnio porque debía trabajar horas extras y responder por unas situaciones que dentro del horario normal no me era posible, por lo que no podía tomar somníferos, con la consecuencia que estaba entrando en hipomanía por esta situación, espero que esta por fin haya cedido y poder laborar normal.

Tengo muchas cosas por hacer pero debo hacerlas sin afectar mis horarios de sueño, voy a proponerme a terminar todo dentro de este espacio, que aunque es de unas 16 horas muchas veces no me alcanza.




miércoles, 28 de agosto de 2013

Ahora tengo bastante carga laboral

Dentro de mi desempeño como freelance (que vive del rebusque), he logrado conseguir dos importantes contratos, uno de los cuales requiere tiempo completo en este momento y otro que inicia con poca dedicación, pero que también puede convertirse en dedicación de tiempo completo en un corto plazo, estoy entonces en una encrucijada, hace poco no tenía si no un trabajo a medio tiempo, que me hacía sentir bien, equilibrado, productivo, útil y de un momento a otro debo soportar una carga laboral mas grande, tengo que ser capaz, porque esta oportunidad no la tenía hace mucho tiempo, además creo que he estado estable por un tiempo largo, de pronto subo o bajo algo, pero no tanto que afecte mi desempeño diario, espero eso si que esta situación no desencadene en una crisis, no lo creo y haré de mi parte lo que sea para que esto no suceda.

En este momento siento que estoy del lado de la manía, osea hipomaníaco, pero aún asi, tengo que desempeñar mis labores, lo cual es complicado, pues tengo que luchar contra la razón engañosa a la que muchas veces me lleva la tendencia a la manía, como creer que tengo la razon siempre, cuando estoy muy hacia la manía me cierro en decisiones que muchas veces no son buenas, porque según mis razonamientos estoy siempre en lo correcto, (aunque es posible que lo este), pero mi forma de actuar es precipitada.


jueves, 22 de agosto de 2013

La inteligencia emocional y el trastorno bipolar

Leyendo sobre lo que muchos llaman la inteligencia emocional, encontré datos y detalles importantes tanto desde el punto de vista de quienes sufren bipolaridad, como de otras personas expertas o no en problemas de la mente.

Analizando mi caso como persona afectada del trastorno bipolar y mi relación con los demás, esta puede verse muy afectada y afectar por lo tanto mi inteligencia emocional, que se define como la capacidad de relacionarse socialmente de forma efectiva con otros y poder desempeñar labores que requieren de estas interacciones para triunfar en determinado campo.

La inteligencia emocional se puede definir como la capacidad de adaptarse muy bien en un entorno social y sobresalir en este, sin ser el mas inteligente en otros aspectos como las capacidades matemáticas, linguisticas, científicas, etc,...

Muchas veces quien tiene mas inteligencia emocional es el que triunfa en los negocios, en los aspectos de liderazgo empresarial, político o religioso.

Tener una alta inteligencia emocional consiste en ser mas sociable y saber aprovechar esta sociabilidad para desempeñarse mejor en sus quehaceres.

¿Cómo afecta un problema como el trastorno bipolar a la inteligencia emocional de una persona? Quién sufre de trastorno bipolar, cuando esta en situaciones de crisis puede tener problemas serios de adaptación social, osea que su inteligencia emocional sera baja, porque cuando la tendencia emocional es hacia la de manía, se es mas impulsivo, acelerado, poco diplomático, obstinado, por lo que se tratará de hacer muchas cosas, la mayoría de las veces sin contar con la ayuda o participación de otras personas, puede que esta forma de actuar llegue a ser ser efectiva, en casos donde socialmente impera el autoritarismo, pero en otros casos provocaría un rechazo entre el grupo y socialmente no se podría sobresalir, ni llegar a tener lo que se define como inteligencia emocional. Si se esta en el lado contrario, el de la depresión, se tratará de estar aislado, de participar poco en cuestiones sociales, se tomarán actitudes negativas, por lo que ante el grupo se vera como una persona poco sociable, por lo que desde el punto de vista de inteligencia emocional esta tampoco será buena.

Para alguien afectado por el trastorno bipolar solo cuando se esta estable, se podrá tener una inteligencia emocional alta o baja, dependiendo de que la persona como tal tenga las cualidades para serlo como parte de su personalidad.







Grandes aspiraciones

Las grandes aspiraciones o los grandes deseos, eso de querer llegar a ser alguien grande, es algo que en la mayoría de los casos causa gran frustración, se sea o no bipolar, es una situación que se nos ha vendido en la filosofía actual, la que nos venden los medios de desinformación, pero no todo el mundo puede llegar a ser lo que aspira y mas si lo que se quiere son metas muy grandes (como ser muy famoso, muy rico, muy importante, muy poderoso), pues estas metas solo las alcanzan unos pocos, que llegan allí la mayoría de las veces, no porque lo han querido, si no por ventajas externas o por cuestiones del azar, sin embargo, para la mayoría que tienen estas metas, nunca las van a alcanzar, se convierten entonces en fuente de estrés, que no permiten llevar una vida plena.

miércoles, 21 de agosto de 2013

Sobre mi estadía en una institución mental y mi recuperación.

Recordar y escribir sobre tiempos pasados es bastante difícil, dado que la memoria sobre hechos vividos hace muchos años pueden contaminarse con situaciones que de pronto no fueron como uno las tiene en su mente, como también cuando uno las cuenta tiende a adornarlas por lo que es posible que con ese fin pueda también distorsionar lo que fue realmente la realidad, sin embargo, voy a tratar de contar sobre lo que fue mi estadía en una clínica de salud mental y lo que esta implicó para mi evolución posterior.

Estuve internado en una institución mental, una clínica privada que de salud mental la cual muchos denominan en estos lados clínica de reposo, la cual era muy diferente a las instituciones publicas de salud mental que en esos días y todavía aún se denominan manicomios, a la cual fui llevado cuando tenía 16 años, de donde afortunadamente salí mejor de lo que entré, a partir de esta experiencia empecé a sentir que tenía problemas mentales, los cuales no me han abandonado, pero que gracias a muchos factores he podido sobrellevar y he logrado vivir como cualquier parroquiano.

Haciendo un recuento con base en mis recuerdos de lo que fue mi estadía en la institución mental que me atendió cuando tuve mi primera y mas fuerte crisis de mi trastorno bipolar puedo decir entre otras cosas lo siguiente:

Mi llegada se dio porque mi situación mental era bastante crítica, llegue a un estado de psicosis fuerte donde no tenía claro la realidad, estaba en una etapa de manía fuerte, que desemboco en un estado de perdida de la noción de la realidad, mi estado de ánimo era bastante exaltado, tenía un sentimiento de felicidad que nunca volví a experimentar, creía que estaba dotado de superpoderes, no como los superamigos, si no desde el punto de vista de conocimientos, tenía ideas que para mi concepto podían cambiar los paradigmas filosóficos, que permitían resolver infinidad de temas tecnicocientíficos, en conclusión era capaz de pensar como en su tiempo lo hicieron Aristóteles o Platón o en la época actual como lo hace digamos Stephen Hawkins o como lo hizo Einstein en su momento.


Mi mente era como un caleidoscopio



Era tanta mi desconexión con la realidad y tan evidente a la vista de los demás, que mis padres acudieron donde un médico amigo el cual no tenía especialidad en psiquiatría, pero si el conocimiento básico de como se deberían tratar los trastornos mentales, este médico descartó que estuviese drogado o en estado inducido por drogas suministradas por otros como lo es la escopolamina, muy de boga en esta zona  y que se consigue fácilmente en cualquier potrero, este descartó estas posibilidades y dio un diagnóstico de que estaba afectado por un problema mental, que no puede determinar exactamente cual es, pero que dijo: Puede ser tratado sin muchos problemas y dejar a la persona en condiciones iguales a las que se tenía antes de presentar la crisis, este realizó la remisión con un psiquiatra de la capital provincial a donde fui llevado.

Una vez pasada la entrevista inicial con el psiquiatra, este determinó que debía ser hospitalizado de inmediato, así no fuera de mi aceptación; a pesar de no estar muy consciente, ni muy aterrizado en la realidad, no me acuerdo de haber contrariado esta decisión y acepte ser internado o eso es lo que me parece que sucedió.

Sobre la estadía en la institución mental que me atendió tengo vagos recuerdos, por el tiempo que ha pasado desde que estuve en este sitio unos 30 años y porque desde que llegue empecé a recibir unas fuertes dosis de hipnóticos y antipsicóticos, en resumen pasé dormido por mucho tiempo y los pocos minutos en los que estaba despierto me comportaba como un zombi, donde mis movimientos eran pesados y mi mente poco funcionaba, me acuerdo que en una oportunidad cuando estuve algo mas despierto, que hablaba con los enfermeros y con otros pacientes, exponiendo mis ideas delirantes, después de otro tiempo de oscuridad volví a interactuar con otras personas de la clínica ya de una forma mas coherente, me acuerdo de los últimos días donde estuve como en una especie de terapia de grupo, principalmente de una noche, cuando intercambie opiniones con otras cuatro o cinco personas mas que estaban en situación similar a la mía o que ya habían salido en remisión, pero que volvían como apoyo de pacientes internados, donde cada uno hablaba de su experiencia y porque estaba o había pasado por esa clínica de salud mental.

Uno de los que participó en esta reunión de grupo, contó su experiencia bastante difícil, que por estar en estado maníaco y a la vez tener problemas de alcohol y drogas, cometió muchas locuras como se dice coloquialmente, una de ellas lo llevo a sufrir un fuerte accidente que lo dejo cerca de la muerte, dejándole como secuela definitiva la pérdida de una de sus extremidades inferiores; su estancia en la clínica le permitió superar el trauma del accidente, como también superar su problema de dependencia, por lo cual estaba muy agradecido con todas las personas que lo atendieron.

Me acuerdo vagamente de mi compañero de cuarto, era un señor maduro unos 40 o 45 años, que trabajaba con una empresa portuaria, el cual estaba internado para superar el alcoholismo, no hablé mucho con el por mi situación mental, como también por la diferencia de edad, en esos días yo era un adolescente de 16 años.

Después de salir de la clínica sentí que mi capacidad mental disminuyó mucho y con la idea no se si real, que mi enfermedad y/o la droga que recibí me produjeron daños en mi cerebro, que pude haber perdido muchas neuronas y por consiguiente tener deterioro neurológico, sin embargo, después y en este momento llego a la conclusión que esto pudo haber sucedido, pero lo que viví fue un mal menor, comparado si no hubiese sido contenido por la hospitalización y el tratamiento médico, que fue pasar la crisis confinado y drogado, dado que de no ser tratado como lo fui, la crisis psicótica pudo seguir por mas tiempo causando mas daño neurológico, lo mas probable es que hubiese presentado una remisión espontánea, pero en esta situación o después de este llegar a tener mayores problemas, como caer en dependencias como drogas psicoactivas o en el alcohol.

Pienso que llegue a una situación difícil y critica, pero que logré superar, también que lo que pase fue lo mejor aunque no haya sido muy agradable que digamos.

Después de salir de la clínica seguí fuertemente medicado pero en mi casa, empece entonces a pasar por un episodio de fuerte depresión, el cual por desconocimiento achaqué a los medicamentos que me recetaron,  pero que se debió al rebote normal de mi enfermedad, en ese momento no se me explicó como me afectaba mi enfermedad, si no que simplemente se me dijo que estaba enfermo y que debía cumplir el tratamiento medico porque si y punto, por eso es que tome los medicamentos por un tiempo mas, hasta que los deje de tajo, sin importar lo que pasara y afortunadamente no paso mayor cosa, pues poco a poco volví a recuperar mi forma de ser normal, llegue a creer que me había curado, pero años después volví a sentir que mi enfermedad reaparecía.




sábado, 3 de agosto de 2013

De nuevo en una rutina

Estoy de nuevo en una etapa de rutina laboral que trae una rutina social, hace mucho tiempo no vivía esta situación, tengo un empleo que aunque es a tiempo parcial requiere de una interacción laboral fuerte, por lo que estoy en un grupo de trabajo, esto hace que tenga que coordinar labores con este y fuera de este con otros empleados de la institución donde laboro, para mi ha sido bueno pues adicional a la mejora sentida con la última medicación que estoy llevando, me sirve como adaptación social y me ayuda a tener una estabilidad emocional que de pronto no tenía cuando alternaba periodos de labores cortas con periodos de inactividad laboral.  Claro que me siento algo explotado pues a pesar de ser a tiempo parcial el tiempo que estoy dedicando a veces se acerca al de tiempo completo, claro que mis compañero que laboran a tiempo completo trabajan como el doble de horas de este; cosas de la situación económica y laboral que toca muchas veces soportar.

No he dedicado por lo tanto un tiempo para leer sobre mi problema y por lo tanto no he tenido suficiente inspiración para escribir a este respecto, adicionalmente no tengo que contar de desbalances pues no subo ni bajo de ánimo, solo vengo sintiendo las alegrías o tristezas que me provoca la vida.

Tengo por comentar la situación del libro de 12 personajes literarios analizados por psiquiatras sobre todo en el capitulo donde trata al personaje de 100 años de soledad José Arcadio Buendía, que lo ubica muy bien como afectado por esquizofrenia, según el psiquiatra que lo analiza, de acuerdo con las condiciones de su enfermedad, en la actualidad podría haber sido tratado cuando empezaron los primeros síntomas y es hasta posible que pudiera llevar una vida muy aproximada a la normal, lo único es que como tal no hubiese sido interesante como historia para contar en un libro. Algo similar le paso al científico John Nash que desarrollo esta enfermedad, sin embargo, logro superarla, gracias a los nuevos avances y a su propia voluntad.

En la actualidad es posible tratar y mejorar la vida de muchas personas que sufren de problemas de la mente ejemplos hay muchos, por lo que me siento optimista al respecto.

miércoles, 19 de junio de 2013

Una comparación muy interesante entre un loco y un artista

Según palabras del escritor Daniel Ferreira:

"Quisiera solo aventurar una diferencia entre el poeta (artista) y el loco. ¿Cómo hacerlo sin fatigar? Comparando algunos rasgos distintivos comunes entre ambas partes: la imaginación, la observación, la obsesión. Lo haré con proposiciones, sin tesis, sin ejemplos. El artista es visionario, pero el loco también. El artista es el que se aparta de una forma convencional de interpretar el mundo, pero el loco también. El artista es el que está obsesionado con sus invenciones, pero el loco también. ¿Entonces en dónde situar la diferencia entre imaginación y locura? ¿En términos fácticos? El artista es aquel que hace obras derivadas de esas percepciones que no controla a través de un lenguaje particular. El loco no. El loco es el que vive dentro de su imaginación y no puede convertirla en obra. Por la realización empieza la separación. De manera que el  loco es aquel que no controla su imaginación, sus pensamientos ni su voluntad. Cuando el loco suplanta al artista, el arte cesa."


sábado, 15 de junio de 2013

12 personajes literarios analizados por psiquiatras

En este enlace esta el pdf de un texto bastante interesante, lo estoy leyendo y me ha gustado hasta ahora.

12 personajes en busca de psiquiatra, narra como 10 especialistas diagnostican a 12 protagonistas de la literatura colombiana.

Es un libro muy interesante, ademas gratuito, hasta el momento he leído el capitulo 6 La vida en otra parte; Las euforias y las melancolías de Agustina Londoño, protagonista de la novela Delirio, de Laura Restrepo por Rodrigo Córdoba.

Este libro lo leí hace poco, soy dado desde mucho antes de saber exactamente como se denomina técnicamente al problema que sufro, leer libros sobre personajes o de escritores que sufren de problemas mentales, sobre todos los similares a la dolencia que tengo. Creo que, por eso me han gustado los libros de Poe, Hemingway, Virginia Wolf, Dostoyevsky y en este caso el libro Delirio escrito por Laura Restrepo, desde una vez que lo vi en una vitrina de una librería, me interesó por el título y por las referencias que tenía de la autora que es de mi gusto.

Delirio es para leerlo y sacar muchas conclusiones de él, trata la vida de una pareja en la cual uno de los integrantes sufre de una dolencia mental, la otra sobrelleva el problema sin saber muchas veces que hacer, perdido entre los problemas de pareja, de la relación con las familias de cada uno, sobre todo la relación con la familia de la afectada por el problema mental. Muestra el sufrimiento del paciente mental como de su pareja y su movimiento en el entorno que muchas veces no ayuda, no es una novela rosa pero tampoco es cruel, mas bien algo muy real.



Sobre los otros libros tratados, algunos los he leído y otros tengo referencias sobre sus personajes a traves de otros autores o crìticos literarios.

Lo recomiendo sinceramente. En próximos post voy a tratar al respecto.


Los doctores que participan en este libro son:

César Augusto Arango-Dávila
Rodrigo Córdoba
Silvia L. Gaviria Arbeláez
Pedro G. Guerrero G.
Francisco Lopera R.
Mario Alberto Peña García
David A. Pineda Salazar
Noemí Sastoque Parisier
Jorge Téllez Vargas
Camilo Umaña Valdivieso

Editor
Fernando Gómez Garzón

A continuación se presenta como abrebocas la introduccion del libro:

"Entre tantas respuestas que se han dado a por qué leemos novelas, hay una especialmente pertinente para esta ocasión: porque nos permiten habitar en la piel de los otros, experimentar vidas ajenas y adentrarnos en mentes distintas a la nuestra. Las novelas son, por tanto, una forma de conocer el mundo, aun cuando suelan levantarse sobre los pilares de la ficción.

Pero conocer no siempre significa comprender. A veces ni los mismos seres humanos, presuntos dueños de sus actos, entienden los juegos de su mente. Por eso exigimos explicaciones para todas esas euforias, nostalgias, ilusiones, culpas, cóleras y olvidos; reclamamos respuestas racionales para adaptarnos al mundo y prodigarnos una mejor calidad de vida.

Este libro tiene, en consecuencia, un propósito educativo.un selecto grupo de psiquiatras y neurólogos han sido invitados a responder cómo, a la luz de nuestro tiempo, habrían diagnosticado y tratado a diversos personajes de las letras colombianas ante el improbable escenario de que tocaran las puertas de sus consultorios. Como resultado, los lectores navegarán por las mentes de estos seres nacidos de la ficción –o de la realidad pero convertidos en ficción– y la comprenderán gracias a la interpretación que los especialistas aventuran a partir de los elementos disponibles en las narraciones.

Esta publicación no reemplaza la lectura de las creaciones literarias. Simplemente, toma unas pocas citas de referencia y las aborda de manera exclusiva desde la perspectiva de la salud mental. Ofrece un contexto básico, sí, pero abiertamente invita a volver a los anaqueles de la biblioteca, tomar las obras y leerlas –o releerlas– desde una dimensión pocas veces explorada.

Con 12 personajes en busca de psiquiatra también deseamos que los lectores adquieran las herramientas básicas para identificar los trastornos mentales, reconsideren sus juicios frente a quienes los padecen y conozcan los avances científicos para su tratamiento. Para cumplir con el propósito educativo que nos hemos trazado, todos los colombianos pueden descargar gratuitamente este libro, en formato digital, desde nuestra página web (www.pfizer.com.co).

La lectura de estas páginas permitirá a las personas ajenas al ámbito de la psiquiatría y la neurología derribar una buena cantidad de mitos: este libro ratifica las bondades de la medicación pero también confirma que no es un destino ineludible; revela los beneficios indirectos de los trastornos mentales pero pone de manifiesto el alto grado de incapacidad y sufrimiento que acarrean para el paciente y quienes lo rodean; muestra la complejidad de la ciencia pero enseña que no es ajena al entretenimiento, la poesía y el humor.

Todos los atributos de este proyecto no serían tales sin la apertura y generosidad de la nómina de psiquiatras y neurólogos de primer nivel que pusieron su saber al servicio de los lectores, y sin la orientación de un editor, Fernando Gómez Garzón, que en este libro amalgama lo mejor de una carrera profesional a caballo entre el periodismo científico y el cultural.

A ellos y a los lectores de este libro, ¡gracias! Con su conocimiento, su esfuerzo y su tiempo contribuyen a hacer de nuestro lema una realidad: trabajar juntos por un mundo más saludable.

Sylvia Varela"

Para un bipolar es difícil saber si se esta realmente feliz o triste


De nuevo presentando un sube y baja, esta vez corto.  Tuve un día normal después de una noche de insomnio, por lo cual a la siguiente tomé mis gotas para dormir y aquí estoy de nuevo, levantado casi a la brava temprano en la mañana, porque tengo un compromiso dentro de poco.

Me siento con depresión aunque no demasiado, ayer después de la noche del insomnio estuve algo ansioso e hipomaníaco; total se configuró un ciclado rápido, pienso que determinado algo por los medicamentos, espero que termine pronto y logre una estabilidad donde me sienta mejor.

Para mi que he convivido con el trastorno bipolar por muchos años y tal como se lo comenté a mi psiquiatra en una cita: Me es difícil saber si estoy realmente feliz o triste. He tenido episodios donde me siento contento por alguna situación y no se si esta es real o no, pues antes, casi siempre, cuando empezaba a sentirme feliz era que estaba en hipomanía o dirigiéndome hacia ella, igual pasaba cuando me sentía triste o deprimido, no podía identificar si esta situación era porque la situación lo ameritaba o porque tenía una fase depresiva de mi enfermedad.

Pienso que ahora analizo mi situación de forma mas clara, posiblemente porque estoy en tratamiento,  tengo un un sueño regulado casi siempre y cuando se me descontrola aunque sea por un día tomo medidas inmediatas, parando el proceso por lo cual no he vuelto a tener fuertes explosiones de ánimo.  He logrado esto porque la medicación actual he podido soportarla, pues me ha funcionado sin trastornarme significativamente otros aspectos de mi vida, como si paso con otros tratamientos anteriores, pienso que realmente he tenido un verdadero episodio feliz.

El trastorno bipolar parece ser un malfuncionamiento cerebral que nos hace sentir felices o tristes sin que halla una verdadera razón para estarlo, nos deforma los sentimientos, de forma similar como a los esquizofrénicos que les deforma la realidad. como explica un psiquiatra "es común sentir alegría frente a un éxito empresarial y tristeza cuando estamos en duelo, por ejemplo. Pero cuando el sistema límbico funciona mal, las emociones, y por tanto nuestro estado de ánimo, se desordenan sin que podamos evitarlo, produciendo topes de exaltación o de congoja que no son coherentes con lo que estamos viviendo en la realidad. Hay una distorsión entre nuestro estado de ánimo y lo que nos sucede. Desde el punto de vista biológico, los neurotransmisores juegan un papel crucial en este desorden. Existen hipótesis sólidas de que, por ejemplo, hay un aumento de dopamina en las fases maníacas y una disminución de serotonina durante la depresión. En cualquier caso, todo esto ocurre sin que medie la voluntad". La explicación científica algo enredada y con términos raros se puede resumir como: Una parte del cerebro que es la que regula el estado de ánimo funciona mal, hace que lo que sentimos no este acorde con las circunstancias y que la persona no es consciente de esto.

En mi vida ha sido muy complicado estar feliz o estar triste y saber si realmente existen razones de estarlo, muchas veces me ha tocado analizar una situación que para la mayoría de los mortales simplemente es eso, paso algo que los hizo sentir de alguna forma.

Parece que el trastorno bipolar cuando se presenta un desbalance del ánimo, se distorsiona la forma de sentir y que en una crisis llega a deteriorar tambien la forma de ver la realidad de igual forma a lo que pasa en una crisis de esquizofrenia, como me paso en una ocasión, siendo realmente de consecuencias graves.

Sigo leyendo y buscando cada vez mas cosas sobre mi enfermedad, me doy cuenta de mucho de lo que me paso en mi vida personal y laboral fue afectado para mal y en muy pocas veces para bien por mi trastorno bipolar.

martes, 11 de junio de 2013

¿Es mi trastorno bipolar una enfermedad inventada?

En este momento tengo un dilema bastante grande, no se claramente si lo que sufro es realmente una enfermedad mental o estoy siendo uno mas utilizado por la estrategia mercantilista de la industria médico farmacéutica para enriquecerse.

Me considero rebelde, de los que no tragan entero, siento que he sufrido de la mente y esto no lo ha inventado nadie, llegue de un momento a otro a enloquecerme, (utilizando términos médicos a presentar un brote psicótico fuerte), me desconecté de la realidad del mundo, mis pensamientos no eran lógicos, me sentía feliz pero actuaba irracionalmente.

Vine a caer en cuenta después de mi crisis que estuve fuera de mis cabales, en este estado no era útil a la sociedad, ya que no podía ser productivo, que de seguir así sería una carga durísima para mi familia y para la sociedad.

Sé que pude regresar de este estado anormal a otro donde me comporto como una persona mas en su entorno, no estoy bien seguro si a causa de los remedios que se me aplicaron, de haber estado recluido o de el hecho que este tipo de stuaciones involucionan después de un tiempo, volviendo a ser normal, la  real conclusión volví a ser uno mas del montón.

Aunque he tomado sustancias que afectan la forma de actuar, básicamente alcohol, algunas veces en dosis que implican perder el dominio de los sentidos, en el momento que estuve en crisis mental no estaba consumiendo psicotrópicos, estoy seguro que esta crisis no fue provocado por estos, si no por un desbalance de los químicos de mi cerebro según la explicación que he encontrado al respecto, tanto por internet como por explicaciones de los médicos que me han tratado.

Hasta ahora solo he hablado de cuando me he sentido descontrolado, como fuera de mis cabales, pero también sentí después de estos episodios de psicosis mas bien eufóricas aunque con ansiedad, la depresión que hace que no se quiera hacer nada, sintiéndose demasiado mal, afortunadamente a pesar sufrir de trastorno bipolar, de ser un rasgo muy característico no he tenido ni un intento de suicidio, si he pensado que morir sería un descanso, cuando he estado en el fondo de la depresión, pero tengo una idea que he ido sosteniendo a través de mi vida: Que para tener días felices hay que pasar muchas veces por días difíciles, que muchas veces se puede sufrir pero hay que ser valiente, se debe seguir viviendo hasta que realmente me llegue la hora de morir, pero no por mano propia.

Soy una persona que cree en la ciencia, a pesar que algunos la manipulan con intereses oscuros, que ha estudiado sobre muchos temas, he leído de diferentes fuentes lo que pasa con algunas de las enfermedades mentales, se también que es un campo donde se esta evolucionando en el conocimiento  que todavía no se tiene una teoría definitiva y precisa sobre estas,

Estoy de parte de las explicaciones científicas, de lo que muchos denominan teoría del desbalance químico  de la psiquiatría aplicada de buena forma, no comparto las explicaciones religiosas o pseudocientíficas como la de la cienciología.

Soy reacio a ser útil a las manipulaciones que se hacen en diferentes aspectos, una de estas es ser utilizado para obtener utilidades económicas, mas allá de lo que realmente se merece por estar mejor de salud, en mi caso uso medicamentos que son genéricos de bajo costo, uno que funciona como estabilizador de ánimo, el cual no provoca efectos sobre la mente como adormecimiento o falta de lucidez como tampoco efectos psicoactivos, el cual fue desarrollado y probado hace ya muchos años, otro que tomo cuando comienzo a sufrir de insomnio, que es un hipnótico y antipsicótico suave que si produce efectos malucos sobre la mente como enlentecimiento de los movimientos corporales y somnolencia, pero que considero necesario tomar, he sentido me ha servido para revertir las tendencias hacia una crisis maníaca que empiezan cuando dejo de dormir bien y retroceden casi siempre cuando vuelvo a una rutina de sueño promedio.

Estoy convencido que lo que tengo no es un capricho, que mi TB es algo real, que podría llamarse de otra manera o que podría tener tal vez otra dolencia, pero que es una enfermedad crónica que tengo que sobrellevar.



miércoles, 5 de junio de 2013

Extrañando a Anfitrite

Otro blog que desaparece de la red y con ella las palabras que se escribieron, es igual a cuando un periódico que es leído se tira a la basura o es llevado al reciclaje.

Aunque internet permite que lo que se ha escrito permanezca por mucho tiempo si se quiere, también es posible que desaparezca de un momento a otro si el autor lo quiere o de pronto por cuenta del sitio editor si lo considera peligroso o que esta en contra de las políticas que define para permanecer publicado.

Este blog junto con otros eran mi referente para muchos de mis temas y estaba pendiente cuando se publicaba algo en él.

Espero que su autora goce de buena salud y pueda disfrutar su vida a pesar de como ella lo decía estar montada en la montaña rusa que es el trastorno bipolar.

Tambien es posible que se haya mudado a otro sitio lo cual pasa mucho en intenet, de ser el caso me gustaría saberlo.

Saludos y abrazos Anfitrite

Hiperactividad en niños y el síndrome de hiperactividad

Leí hace poco un artículo que me pareció interesante sobre el cual quiero hablar, http://actualidad.rt.com/ciencias/view/95483-psiquiatra-descubrio-tdah-enfermedad-ficticia, es sobre el síndrome de hiperactividad en niños (TDAH), el cual muchos dicen que fue una enfermedad inventada, el Dr  Leon Eisenberg fue uno de los colaboradores que en el año 1968 incluyó la enfermedad en el 'Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM por sus siglas en inglés)', antes de morir cuestionó su propia teoría y la forma como había sido usada en el tratamiento de millones de niños.

En años pasados se habló mucho de la venta del ritalín un medicamento que produjo inmensas utilidades a su productora y que básicamente sus ventas se debieron a los niños diagnosticados con TDAH.

Encontré un blog de una madre que dice que no todos los niños hiperactivos son TDAH y da como un caso especial la comparación de la prevalencia diagnóstica en Estados Unidos (mas 9%) y Francia (menos 0,5%).

Según las estadísticas el TDAH a ido en aumento, no precisamente porque los niños sufran mas de ella si no porque existe un interés comercial muy marcado para que aumente, así como pasa con muchas dolencias de la mente.

Una cosa es que un niño sea inquieto, travieso, activo, distraído a que sufra de TDAH; las causas por lo que un niño se comporta "hiperactivo" son muchas, se ha llegado al extremo que de una apreciación desprevenida de alguien que no sabe de los temas de salud mental, al ver un niño corriendo y gritando de felicidad tomarlo como afectado de TDAH.

Cuando se habla de un problema mental de un niño no es algo tan simple y creo que difícilmente la cifra de niños enfermos de TDAH o con problemas mentales sea tan alta como el 20% que es la prevalencia de dolencias mentales de niños en los Estados Unidos según estadísticas oficiales. Esta situación es muy critica tanto para los niños que no sufren de la mente, quienes están recibiendo medicamentos que no necesitan, la mayoría con efectos psicoactivos o con efectos secundarios perjudiciales para otros órganos, como también para los niños que realmente si lo están, porque las pruebas clínicas de los medicamentos que pudieran ayudarles no se hacen con los niños que realmente sufren de la mente.





miércoles, 15 de mayo de 2013

Una droga rara, bastante peligrosa que se vende en las farmacias

De hace unos seis meses para aca en la población donde vivo han muerto dos personas con una droga bastante rara:

Consiste en alcohol antiséptico o el alcohol para heridas, mezclado con agua y jugo instantáneo lo llaman chirrinche, lo consumen los alcohólicos cuando llegan a una situación extrema de no conseguir dinero para comprar licor normal.

Es un veneno pues consiste en alcohol al cual se le agrega un toxico para que no sea consumido pero aun asi se consume y produce el mismo efecto del licor pero envenena a al vez.

Es una forma de drogadicción la cual es legal pero mortal.

viernes, 10 de mayo de 2013

Edgar Allan Poe y su locura o su tb

De nuevo hablando de Poe como lo he dicho en otros apartes de este blog, mi bipolar favorito o mi loco favorito, porque para la época en que vivió él, de 1809 a 1849, a pesar de ser un escritor tan famoso el hecho que por momentos entrara en crisis, hizo que se le tildara de loco.

En este momento analizando lo que el manifestaba en las crisis que sufrió, podrían asimilarse a episodios maníacos debidos a un trastorno bipolar.

Según se dice en un aparte de la biografía escrita por Cortázar en su introducción a su libro de cuentos completos, relata entre otras cosas que en el año de 1842 después de saber que su esposa Virginia enfermaba mortalmente en una carta famosa Edgar reconoce que se "volvió loco" y que bebía en estado de inconsciencia dice textualmente ".. mis enemigos atribuyeron la locura a la bebida, en vez de atribuir la bebida a la locura", en este año tuvo una crisis muy fuerte que llevo a realizar actos denominados de locura1, (típicos de un estado maníaco o psicótico) los cuales una vez superados le permitieron parecer una persona normal, ante esta situación él se defendió con estas palabras: "el mundo solo me ve en los momentos de locura, pero ignora los largos periodos de vida sana y laboriosa" situación muy similar a lo que puede pasarle aun actualmente, a personas sobre todo famosas que se les tiende a criticar por los momentos de crisis, desconociendo los periodos de lucidez donde muchas veces se es productivo. Según dice Cortázar "no todos los críticos de Poe han sabido estimar la enorme acumulación de lecturas de que fue capaz, su voluminosa correspondencia y sobre todo el bulto de su obra en prosa, cuentos, ensayos y reseñas, pero como él lo señala, dos días de embriaguez pública lo volvían mucho mas notorio que un mes de trabajo continuo".

Como señale anteriormente en mis otras entradas: Edgar Allan Poe y su trastorno bipolar y Poe y el trastorno bipolar II,  mi teoría que también es teoría de otros, es que Poe sufría de problemas mentales posiblemente se puede decir que fue afectado por un trastorno bipolar, aunque se dice que pudo también haber sufrido de un tipo especial de Epilepsia o de pronto las dos cosas lo cual es posible.

1 En la biografía de Cortázar se lee: "... Y hacia julio de 1842, perdido por completo el dominio de si mismo, hizo un viaje fantasmal de Filadelfia a Nueva York, obsesionado por el recuerdo de Mary Devereaux, la muchacha a cuyo tío le había dado latigazos, Mary estaba casada, y Edgar parecía absurdamente deseoso de averiguar si amaba o no a su marido.  Después de cruzar y recruzar el rio en ferry-boat, preguntando a todo el mundo por el domicilio de Mary, llegó por fin a su casa e hizo una terrible escena. Luego se quedo a tomar el té, despues de que había entrado a la fuerza a la casa"