Loco o bipolar

Diario de una persona que a los 16 de pronto enloqueció, luego a los 40 cree descubrir que es bipolar y en este momento con medio siglo en este mundo, no tiene claro que es lo que tiene.

jueves, 22 de enero de 2015

El trastorno bipolar es más común de lo que parece

Algunos de los medios de desinformación están difundiendo el mensaje de que el trastorno bipolar es más común de lo que parece y con frecuencia no es diagnosticado, así como también le han construido una imagen glamorosa, ayudado muchas veces, en las creencias acerca de la asociación entre la bipolaridad y la creatividad.


Locura y genialidad
Hay genios locos, pero no todos los locos son genios.

Soy de la opinión que por ser bipolar no se es más creativo, los medios han manipulado las cosas mediante un manejo de la lógica amañado, como de pronto existe o ha existido un bipolar que ha tenido o tiene una gran creatividad, entonces esa cualidad muy particular en un individuo se extrapola a todos los bipolares, entonces según la lógica de los medios de desinformación todos los bipolares son creativos, esto mismo se aplicaría si dijéramos que todos las personas que sufren de parálisis amiotrófica son unos genios y son científicos, cuando en realidad se tiene referencia que difícilmente pueden sobrevivir y menos poder dedicarse a labores científicas, pero como existe una persona que sufre esta enfermedad, que es un genio y que se desempeña como científico, (realmente es una muy rara excepción, tanto así que lo consideran un milagro), entonces todos los que sufren de esta enfermedad son científicos. Los medios de desinformación manejan esta lógica que no es tal, sino la antilógica, ya que convierten un caso excepcional en la regla, creo que Aristóteles debe estarse revolcando en su tumba, con lo que han hecho los medios modernos de la lógica que él planteó en su época.


Hawking: No creo en los milagros a pesar que los medios dicen que soy uno




Otro ejemplo de la lógica que manejan los medios es por ejemplo afirmar que la líneas de Nazca o las pirámides de Egipto fueron construidas por seres extraterrestres, debido a que no se tienen pruebas consistentemente científicas que demuestren que no fueron construidas por alienígenas.


Como las personas en su mayoría dan crédito a lo que se dice en los medios de desinformación de masas más reconocidos, son engañados con la antilógica que estos manejan, de este modo han logrado construir un ideal de querer ser bipolar, porque somos como Virginia Wolf o como Dalí.


martes, 13 de enero de 2015

El nuevo concepto de trastorno bipolar

Navegando por diferentes blogs, llegué al artÍculo médico The medicalisation of “ups and downs”: The marketing of the new bipolar disorder por Joanna Moncrieff

En este artículo se afirma, como el padecimiento que sufro desde hace mucho tiempo se ha convertido en algo mas común,  donde cada vez hay mas pacientes a los que se les debe recetar medicamentos para aliviarlos de su problema.


En la introducción entre otras cosas se dice lo siguiente:


"Durante la última década el trastorno bipolar, antes considerada una rara y devastadora condición mental, se ha convertido en uno de los trastornos mentales más ampliamente diagnosticados.


Este diagnóstico que ya no denota una forma grave y distintiva de perturbación mental, que por lo general requiere atención especializada y hospitalización a menudo obligatoria.


La etiqueta bipolar ahora se aplica a toda una gama de problemas humanos. Los médicos generales, médicos de familia, y los propios pacientes están haciendo cada vez más el diagnóstico y la búsqueda para iniciar el tratamiento.


Esta transformación del trastorno bipolar ha ido de la mano con la creciente popularidad de los medicamentos utilizados para tratar la condición, primero los fármacos antiepilépticos, "estabilizadores del estado de ánimo", y más, últimamente, los antipsicóticos atípicos.


Los fármacos antipsicóticos, una vez reservados principalmente para aquellos con condiciones mentales de desactivación de largo plazo, como la "esquizofrenia", se han convertido en algunos de los mejores medicamentos de venta del Siglo 21, rivalizando con las estatinas, y superando a los antidepresivos en términos de ingresos (Ilyas y Moncrieff, 2012; Instituto IMS para Salud Informática, 2011).


Los fármacos antipsicóticos se prescriben con frecuencia cada vez mayor, tanto adultos y niños (Olfson, Blanco, Liu, Moreno, y Laje, 2006), y los datos de los Estados Unidos sugieren que estos “atípicos” son los más comúnmente prescritos en adultos con trastorno bipolar
(Alexander, Gallagher, Mascola, Moloney, y Stafford, 2011).


En este artículo se describe cómo se ha formado un nuevo concepto de trastorno bipolar a fin de establecer un amplio mercado para los medicamentos como los antipsicóticos atípicos; y se describe cómo se mutó una enfermedad psiquiátrica grave, en algo tan vago e inclusive que la etiqueta se puede unir a toda una miríada de dificultades personales comunes y corrientes, que de este modo se convierten en blancos legítimos para el tratamiento de drogas.


El nuevo desorden bipolar es un producto de las fuerzas sociales, y, como la depresión ante sí, tiene el poder de transformar las percepciones culturales de la naturaleza de las emociones humanas y cómo debemos responder a ellos.


De esta manera, el nuevo concepto tiene el potencial para dar forma a la manera de entenderse a sí mismos y su comportamiento."


Vuelve y juega, cuando se asimila una condición creada por condiciones sociales externas, a una enfermedad mental, se desdibuja la enfermedad real de las personas que lo padecemos y se termina medicalizando una condición personal de causas sociales externas que no lo amerita, pero que conlleva consecuencias negativas evitables.


Parte de esta situación tiene su causa en el cambio de nombre: Del concepto de maníaco depresión, que describe los estados a los que se somete el enfermo, que pueden significar algo parecido a decir que se es un loco, para el común de las personas; se pasó al concepto de bipolar, que es una palabra rara, mas bien vaga que para el lego no significa nada, en mi caso bipolar significaba un tipo de transistor, vine a saber que bipolar se aplicaba a lo que me afectaba la mente hace mas bien poco.


En un aparte del artículo se relata como se ha aumentado la prevalencia de una enfermedad que en su momento estaba alrededor del 1%, llegando a un 24% cuando dice:


“La prevalencia del trastorno bipolar ha aumentado en consonancia con las cambiantes definiciones. Aunque la depresión maníaca clásica se dice comúnmente que afecta alrededor del 1% de la población, la investigación sugiere que menos de una de cada mil personas fueron hospitalizadas por un episodio típico de manía durante el siglo 20(Healy,2008).Para 1998, sin embargo, se afirmó que la prevalencia del trastorno bipolar clásico con una manía fue del 5%, con un adicional de 11% de la población que sufre de trastorno bipolar II(Angst,1998).Para el 2003, se pensó que un total de 24% de la población en general para mostrar algún tipo de perturbación en el "espectro bipolar", basado en un estudio con un criterio amplio para hipomanía sin duración mínima(Angustiaet al.,2003).La investigación epidemiológica de este tipo confirma, pues, la idea de que el trastorno bipolar es común mediante el uso de definiciones sueltas e inclusivas de estado de ánimo anormal.”


Creo saber que tengo una enfermedad maluca, que de seguro puede ser considerada grave, porque en una oportunidad llegue a actuar de forma descoordinada e ilógica, lo que comúnmente se llama un estado de locura, que médicamente se denomina estado psicótico, que me llevó a tener que estar recluido y ser sometido a unos fuertes tratamientos médicos, que me causaron grandes trastornos físicos y también mentales, pero que al parecer revirtieron mi estado mental anormal, después de este episodio he vuelto a tener amagues de llegar de nuevo a esta situación de desorden mental, pero gracias a intervenciones médicas las he evitado.


En mi se han realizado varios protocolos para tratar este problema mental, puedo decir cuales han funcionado y cuales no han sido lo mejor para mi.


Según la experiencia vivida, para mi concepto, los antipsicóticos me funcionaron para parar el estado de locura y volverme un zombie manejable, mientras regresaba a un estado mental equilibrado, pero estos no me sirvieron para nada como medicamento de control pues no me dejaban ser persona.


Más recientemente fui tratado con antiepilépticos, como droga de estabilización emocional y pareciera que funcionan, sin volverlo a uno un ser diferente, pudiendo desempeñarme de forma más o menos equilibrada, sin embargo, sufriendo algunos efectos secundarios bastante molestos y dañinos físicamente.


Por esto mismo creo tener autoridad para opinar, que si realmente no se sufre de una dolencia que como la Dra Moncrieff define: "rara y devastadora condición mental " la cual para tratarla se requiere de un potente arsenal que trae consecuencias negativas tanto físicas como mentales, las cuales pueden ser preferibles a un estado mental desordenado, pero a las que no debiera someterse a quien realmente no padece esta situación.


En otro aparte del artículo dice lo siguiente:


"Lo más probable es que la popularidad del concepto moderno del trastorno bipolar, se debe en gran medida a los considerables recursos que se han dedicado a su creación y difusión.


El éxito comercial obtenido del nuevo concepto de trastorno bipolar, se ha logrado gracias a  la migración de fármacos como los antipsicóticos - atípicos, desde del área de los trastornos mentales graves, hacia un mercado mucho más grande de personas con altibajos cotidianos.  Una licencia para su uso en casos de trastorno bipolar I, permitió que esto ocurra, sin la infracción de las restricciones legales a la comercialización; debido a los fuertes efectos sedantes, era fácil demostrar que estas drogas tuvieron algún impacto en la manía, entonces una vez que se ha obtenido licencia, la noción cada vez más vaga y atractiva de la condición, ayudó a difundir el uso de las drogas más allá de las situaciones para las que había sido probado".


Aquí la doctora Moncrieff explica y demuestra claramente como se legaliza el uso de un medicamento para una condición específica (los antipsicóticos atípicos, para el trastorno bipolar I), a la vez que esta condición se asimila a otros casos similares (estos medicamentos por lo tanto se pueden usar también para el trastorno bipolar II, trastorno bipolar infantil, ciclotimia y otras condiciones del espectro bipolar) ampliando el uso de una forma descontrolada hacia personas que no deberían usarlo.


En mi experiencia como paciente fui tratado con antipsicóticos, en su momento los típicos (haloperidol), que como dije puede que funcionen para aplacar a un paciente en estado psicótico, ya que lo dejan a uno completamente desactivado mental y físicamente, mientras que la condición mental regresa a un estado que puede ser mas controlado, por lo que ella menciona sobre los atípicos se aplicaría también para el mismo caso, y mediante este fin específico puede ser válida la prescripción, pero esta dejaría de ser adecuada para un paciente diagnosticado con la misma condición (trastorno bipolar I) en un estado no tan alterado y menos válida para otras condiciones del espectro bipolar que han sido definidas últimamente, donde no se presentan estas condiciones extremas, sin embargo la estrategia de mercadeo ha generalizado el uso para todas los estados del trastorno bipolar y para todos los nuevos pacientes diagnosticados en el nuevo espectro bipolar.


Los conglomerados farmacéuticos que trabajan para cambiar el concepto de trastorno bipolar han logrado un uso generalizado de un medicamento, que debería ser muy controlado por lo dañino para los pacientes, el cual solo debería usarse en casos extremos y específicos que son muy pocos, donde puede ser un mal menor, mientras se encuentran medicamentos mas adecuados, pero no por una gran cantidad de personas a las que les viene causando grandes daños sin que muchas veces lo sepan.


En la parte final del artículo se habla la complicidad de la academia en este cambio de concepto cuando dice:


"La psiquiatría académica fue cómplice de esta tendencia, que ha culminado con el creciente uso de estas drogas peligrosas en los niños pequeños con problemas de conducta.


En el trastorno bipolar, las compañías farmacéuticas encontraron un diagnóstico que les ha permitido prescribir medicamentos indicados para el tratamiento específico de trastornos graves, a un amplio sector de la población.
 
El trastorno bipolar demostró ser tan una etiqueta tan flexible, como la depresión y la ansiedad lo habían sido en el pasado, lo que permite el uso de antipsicóticos y "estabilizadores del estado de ánimo" en la población en general, sin provocar la reacción que finalmente llegó en contra de su uso sin licencia para enfermedades como la demencia.


Mientras tanto, sólo podemos esperar que mediante la documentación de la estrategia de mercadeo, para transformar el trastorno bipolar, la gente será capaz de tomar decisiones más informadas, acerca de si esta etiqueta y las drogas que se están recetando para tratarla, representan la mejor solución para sus problemas particulares."


Considero que los antipsicóticos podrían asimilarse a una quimioterapia de la mente, son fuertes medicamentos o drogas que se podrían necesitar solo en casos muy puntuales, ya que aunque pueden servir para revertir o controlar síntomas extremos en desórdenes mentales graves, tienen unos fuertes y negativos efectos secundarios, reversibles unos y otros irreversibles, que no deberían sufrir quienes no tienen un desorden mental que lo amerite y menos si no existe un desorden mental como tal, sino por ejemplo, una afectación emocional creada por una alteración psicológica, de pronto causada por un entorno problemático.  Es como si se les estuviera aplicando quimioterapia contra el cáncer para una enfermedad no tan grave, donde sería probable que el paciente sobreviviera y de pronto se aliviara, pero cargará con consecuencias negativas innecesarias para su salud general.


Como lo he afirmado en varias partes de este blog, he sido tratado por diferentes personas que tienen que ver con la mente y es posible que sin estos tratamientos pudiera estar perdido mentalmente, pero también existe la posibilidad de haber salido de este estado anormal sin estos tratamientos, como solía suceder en tiempos pasados a las personas afectadas por este tipo de dolencia mental que me ha afectado (llámese maníaco-depresión, locura por ratos o trastorno bipolar tipo I), pero estoy en este siglo XXI donde el tratamiento que se da a estos problemas es el que he recibido y tengo que adaptarme a vivir con esta realidad.


Sin embargo, ser sometido a estos duros tratamientos, no debería ser vivido por quien realmente no lo necesite, dado que los daños a los que se someterá la persona que se trate con estos fuertes medicamentos, pueden ser de graves consecuencias, a la vez que si no se tiene realmente un desorden mental, no se sentirá mayor alivio ante esta situación, que en cambio, si lo podemos sentir quienes realmente hemos vivido estos estados de locura (digo locura por querer ser mas explicito, pude haber dicho: Estados de tristeza-felicidad injustificados o una alteración del estado de ánimo a causa del trastorno bipolar).


Porque uno como afectado de trastorno bipolar puede encontrar la diferencia entre estar deprimido y estar triste, lo que se siente en términos de síntomas médicos es casi igual, un desánimo total, unos deseos mínimos por vivir; en el caso de los enfermos bipolares se tiene una depresión, cuando la persona se siente mal debido a un problema interno de la mente, no por factores sociales externos, en cambio cuando existen razones externas claras para para sentirse mal, se puede decir que lo que se tiene es tristeza.


Pasa igual cuando uno puede encontrar la diferencia entre estar contento y estar hipomaníaco, en los dos casos se siente un estado de bienestar, todo es bello alrededor, se está de ánimo con todo, pero las causas son diferentes, cuando uno sufre de este desorden mental y se siente animado cuando no hay un factor externo para estar tan contento y más bien las condiciones muchas veces son desfavorables, entonces, se llega a la conclusión que estamos hacia la manía; en el caso de estar contento es claro que se tiene una razón externa para ello, pero esta diferencia solo la podemos apreciar quien sufre de esta enfermedad, para todas las demás personas no existe preocupación alguna cuando se siente felicidad y no se piensa en ello.


Cuando se esta deprimido y se logra cambiar este estado mediante una intervención médica la persona puede sentirse realmente aliviada, porque hay un causa interna del problema que se esta cambiando, pero si lo que sufre la persona es de tristeza, no habrá un real sentimiento de alivio por el uso de un antidepresivo, porque la razón de la tristeza no se combate con medicamentos (si se le ha muerto su mejor amigo, la droga no lo va a resucitar) y esta sensación maluca no desaparecerá gracias a estos medicamentos, sino más bien por el paso del tiempo, de la aceptación y superación ante la situación negativa, aunque lo más seguro es que al final se atribuya al medicamento antidepresivo.


Existe el caso análogo si se quiere atacar la felicidad o la manía con medicamentos, lo más probable es que una persona adulta y consciente no va a querer tratarse con medicamentos cuando siente bienestar, pero si puede tratar a personas que considera que no deben estar tan felices como sus hijos sobre quienes tiene la potestad y como un médico puede decir que lo que tienen no es felicidad si no una manía, los medicalizará con antipsicóticos, que son drogas que no requerirá realmente, que le quitaran la felicidad y lo harán sentir mal, ante lo cual no sentirán alivio para nada. Para uno como paciente de trastorno bipolar, que ha aprendido a distinguir los síntomas a pesar que se puede sentir bienestar cuando se esta en manía, uno puede querer ser tratado para evitar seguir con esta sentimiento, el cual a pesar de sentir bienestar se sabe que es negativo, cuando no hay razones para estar feliz y a pesar de no sentirse tan feliz, después de un tratamiento médico, si se sentirá alivio.


Considero que la medicalización de una enfermedad como el trastorno bipolar puede ser un mal menor para los que realmente sufrimos de esta dolencia mental, pero se convierte en una grave afectación para los erróneamente diagnosticados, además que este hecho se convierte en algo negativo para mejorar los tratamientos, porque los estudios médicos estadísticos se estarían realizando con datos errados por lo que no se podrá llegar a conclusiones certeras.