lunes, 28 de julio de 2025

Mi diario bipolar 7 2025

Estoy de nuevo con mis oscilaciones de ánimo, en esta oportunidad no son tan fuertes, no estoy medicado de forma crónica, pero decidí de nuevo tomar un medicamento (recaí en las drogas), tuve un día muy agitado por obligaciones de mi vida diaria y a la vez fue un día de estos de energía desbordante y de inspiración (un episodio hipomaníaco), me dormí temprano y a las dos horas me desperté de nuevo con ánimos para todo, entonces pensé que podría estar entrando en una espiral de manía y decidí que esto debe parar, era cerca de media noche y me tome un calmante, Quetiapina con lo cual pude después de unas dos horas sentir calma y dormir bastante, al otro día sentí un bajonazo bastante fuerte pues hace ya bastante que no la tomaba, llevo ya dos días de emociones bajas pero me siento aterrizado y con capacidad de hacer mi vida diaria de buena manera.

En términos generales se puede decir que mantengo bien de ánimo y que no he vuelto a tener crisis, estas oscilaciones de ánimo no me dejan del todo, sin embargo, creo entenderlas y he podido mantenerlas a raya en niveles que no me creen problemas, no se cuando pero hacia ya bastante tiempo que no acudía a tomar medicinas para controlarlos, como he comentado en otras entradas trato de auto controlarme y logro superar los desbalances.  Cuando subo se que no debo seguir y trato de dormir un mínimo de horas y parar mis actividades, así quiera y sienta que puedo hacer muchas actividades, para cuando estoy en el otro lado aunque me cueste mucho trabajo hago de forma a veces muy forzada actividades que requieran esfuerzo y aunque sienta que no puedo las hago.

Algo que siento que me ha ayudado últimamente es mi entorno familiar y de amistades, mi entorno mas intimo sabe de mi problema mental y me ayudan demasiado, respecto a mis amistades estoy con amigos que no sean de fiestas y de consumo de licor o de otras sustancias y me reúno de forma zanahoria, como decimos coloquialmente por mi entorno.

Respecto a mi vida sentimental, estoy muy bien, de nuevo estoy en pareja y siento que nos entendemos y guardamos buenas relaciones.  


sábado, 26 de julio de 2025

No soy un enfermo mental

🧠 No estoy enfermo de la cabeza, solo tengo una forma distinta de sentir

Reflexión personal sobre salud mental desde la experiencia bipolar

Me han dicho muchas veces que soy raro. Algunos incluso me han llamado loco, y más de una vez, lo he sentido así. Pero no me considero un enfermo mental. Me considero una persona que siente intensamente, a veces de forma extrema, sí, pero también profundamente humana.

Me identifico con esas palabras de Edgar Allan Poe:

“Aquellos que sueñan de día conocen muchas cosas que escapan a los que sueñan sólo de noche.”

Durante ciertos periodos de mi vida, he vivido lo que la psiquiatría describe como estados alterados del ánimo. Hay días en los que me siento lleno de energía, con la cabeza llena de ideas, el corazón acelerado, los impulsos desatados. Me emociono, me enamoro, gasto sin pensar, me creo invencible. Esos momentos pueden parecer mágicos, pero también pueden tener consecuencias duras si no los reconozco a tiempo.

Luego vienen otros días, los grises. Días en los que todo pierde sentido, en los que me aíslo, me desconecto de los demás y de mí mismo. Me invade una tristeza sin causa clara, y la apatía se apodera de mí. No quiero hablar, no quiero salir, no quiero nada. Lo que un día parecía fácil, se vuelve un muro infranqueable.


Esto no es una enfermedad

Lo que acabo de describir se parece mucho a lo que los manuales de salud mental llaman trastorno bipolar. Aceptar ese nombre me costó mucho tiempo. Al principio me resistía: no quería ponerle una etiqueta a algo tan íntimo. Me parecía injusto que una palabra pudiera resumir toda mi experiencia emocional. 

Pero con el tiempo, entendí que negar la existencia de los trastornos mentales no ayuda. Existen. Están bien documentados. Tienen bases psicológicas y sociales. No siempre tienen una causa única ni una cura definitiva, pero sí existen estrategias y tratamientos que pueden mejorar mucho la calidad de vida de quienes los padecen.


Enfermedad, trastorno, condición… ¿importan las palabras?

Sí, importan. Las palabras que usamos pueden abrir o cerrar puertas. Llamar “enfermedad” a lo que vivo es estigmatizante.

No me gusta pensar en mí como alguien “enfermo de la cabeza”. Prefiero pensar que tengo una condición de salud mental que requiere atención y cuidado, igual que cualquier otra condición crónica. Y, al mismo tiempo, reconozco que tengo una forma intensa y a veces compleja de sentir, que forma parte de quien soy.


Hacia una mirada más compasiva

Este texto no pretende ofrecer verdades absolutas, ni recetas. Solo quiero compartir mi experiencia para sumar a un diálogo necesario: el de desestigmatizar la salud mental sin romantizar el sufrimiento.

Hablar de estos temas con claridad, desde la experiencia vivida, puede ayudar a otros a no sentirse solos, a buscar ayuda sin vergüenza, a encontrar palabras para lo que sienten.

Yo sigo en ese camino. Con días claros y días nublados. Pero hoy sé que no estoy solo. Y que nombrar lo que uno vive es también una forma de sanarse.


📚 Referencias y lecturas recomendadas:


💬 ¿Y tú cómo lo vives?

¿También te cuesta encajar en las etiquetas que impone la salud mental? ¿Has sentido que tu forma de sentir es distinta, intensa, inexplicable?
Te leo en los comentarios. Tu historia también puede ayudar a alguien más.

miércoles, 2 de julio de 2025

La Pandemia: Reflexiones de lo que fue mi encierro

  Durante el transcurso de la pandemia global de COVID-19, cada habitante de este planeta experimentó sus impactos.


Imagen descargada de la red DRA



  En este artículo, compartiré percepciones y opiniones sobre esta experiencia singular, según la opinión de otras personas este artículo se podría considerar fake news, sin embargo, aclaro que no lo presento como una noticia sino como una opinión personal, es posible que muchas de mis apreciaciones estén equivocadas o sean erróneas, pero es la forma en que yo experimente lo que se vivió en esos momentos y considero que puede estar influenciada en mi forma bipolar de ver las cosas.








    Los que hoy (siglo XXI de la era cristiana) habitamos el planeta tierra sobrevivimos a una situación de crisis de salud que afectó a casi todos los aspectos de la sociedad, la cual se denominó pandemia, para mi opinión no fue muy claro lo que realmente sucedió, ni el por qué, se me dijo y parece que es lo que uno debe creer: Fue una situación de origen natural, que para protegernos tuvimos que someternos a estrictos controles a la movilidad, agradecer además por ello; esta situación implicó estar mucho tiempo encerrados, evitando al máximo el contacto con las demás personas, estando constantemente en un estado de miedo porque nos podían pegar la peste y era muy probable de que nos íbamos a morir.

    Haber vivido en esta situación de estrés constante no fue favorable para la mayoría de las personas, ya que debido a la pandemia estuvimos encerrados, en mi caso pienso que fue una situación bastante traumática, pues al sufrir de trastorno bipolar esta situación podría haberme disparado una crisis, de pronto si me afectó mentalmente, pero considero no me generó una crisis mental de mi bipolaridad.


    Que un virus cause enfermedad y muerte considero que es algo comprobado científicamente, que es muy contagioso también, sin embargo, considero que lo que nos ocurrió en esta pandemia podría hacer parte de un plan macabro de un grupo secreto de personas que tienen el control mundial y es tan secreto que no se sabe quiénes son, tampoco se tienen mayores indicios al respecto porque sino, no sería secreto, además, para mi fue muy claro que existió durante el periodo de esta pandemia una gran manipulación de la información, opino que el objetivo principal de esta situación sanitaria fue mayoritariamente limitar la movilidad, mantener a la gente aterrorizada y por esta situación encerrada, logrando así dañar la economía de regiones enteras, esta situación económica afectó principalmente a pequeñas y medianas empresas, mientras que algunos grandes conglomerados económicos obtuvieron beneficios, lo que se ha hecho con esta situación es desinflar una burbuja económica la cual existía a nivel mundial, lo que provocó una renovación financiera sacando a flote principalmente a las empresas que colaboran y sostienen las formas de poder mundial actualmente, pero a la vez hundiendo una gran cantidad de empresas y personas que no hacen parte de los principales conglomerados económicos, que pagaron los platos rotos de esta situación, mejor dicho se logró salvar la economía mundial actual que beneficia en mayor medida a un pequeño porcentaje de los humanos, a cambio de hundir la economía y la salud de la mayoría de las personas que habitabamos en el planeta para esta época y realmente no es mucho lo que los afectados pudimos hacer al respecto.


   Espero que en este momento (julio del 2024) el planeta este en el final de esta llamada pandemia, las pandemias o lo que antes se denominaban como: “Pestes”, son fenómenos naturales que se repiten constantemente en la historia de la humanidad, para mi parecer cada epidemia que sucede a medida que avanzan los años es cada vez menos catastrófica que la anterior, sin embargo, esta última la denominada gripa de finales del 19 o la innombrable, me ha tocado vivirla en vivo y en directo y así ha sido para la mayoría de los humanos que estamos vivos en el año 24 del siglo XXI de la era cristiana.


   Esta peste del COVID 19 fue: Manipulada, exacerbada, sobre dimensionada, exagerada etc..., dado que sus consecuencias en la perdida proporcional de vidas humanas han sido mucho menores que otras anteriores, siendo que esto era previsible desde el comienzo de la pandemia, sin embargo, debido a intereses no muy loables de algunas personas, mediante los medios de comunicación modernos como pueden ser en parte las redes sociales, la mostraron como la mas grande y peligrosa; calando un mensaje aterrador en nuestro inconsciente, haciéndonos vivir unos días terribles como nunca antes no nos había tocado vivir.


   Para mi parecer lo real es que la humanidad hace ya cierto tiempo ha podido evitar tanta pandemia y cuando inevitablemente se presenta una, el manejo que se le da ha logrado que los daños no sean tan catastróficos y si a muchos les ha parecido que esta iba ser el final del mundo, el apocalipsis, la gran crisis de salud de la humanidad, realmente esta puede ser considerada un mal menor si se compara con otras, digamos la peste negra, no puedo negar que la pandemia sobre la que estoy hablando fue causada por un virus real y contagioso que provocó enfermedad y pérdida de millones de vidas a nivel mundial.

 
   Los conocimientos científicos actuales han demostrado claramente los mecanismos de transmisión de las enfermedades contagiosas que pueden causar los virus, también puede detectar con una gran aproximación la presencia de los virus en las personas, que las vacunas pueden mitigar los daños que provocan al enfermar las personas, además se está muy cerca de conocer tratamientos donde se puede evitar complicaciones o la muerte de las personas infectadas relativas a este virus del COVID 19, en concreto; esto no se conocía en la antigüedad, cuando las personas morían en cantidades de pronto menores en cifras totales pero mucho mas grandes en términos porcentuales, sin saber ni como, ni cuando las personas se contagiaban, no se tenían tratamientos efectivos, no se sabía de protocolos para evitar tanto contagio, ni se tenía la posibilidad de producir una vacuna para evitar que una vez se contagie la persona los daños fueran menores y controlables, pienso que en esta oportunidad fue mas el miedo el cual pienso causó muchos mas daños que los causados por los que sufrieron por la enfermedad, no se puede negar mató a mucha gente, millones dentro de los ocho mil millones de humanos, pero porcentualmente el daño se puede decir hasta el momento ha sido relativamente bajo.


   Yo soy un sobreviviente de esta pandemia, como lo somos la mayoría de las personas que seguimos con vida en este momento, todo ha de continuar, lo pasado no tiene vuelta atrás.


   Para terminar aclaro de nuevo que: Este artículo representa una reflexión personal y bastante subjetiva sobre la pandemia de COVID-19, basada en mi experiencia y percepción individual. Invito a los lectores a considerar diversas perspectivas y a continuar informándose a partir de diferentes tipos de fuentes.