jueves, 19 de julio de 2012

El viaje

Terminé mi viaje, como comenté en la pasada entrada estaba hacia la manía, no fue mi intención, ni mi culpa, pero la situación se presentó, he estado muy preciso con la medicación, siguiendo las pautas que se recomiendan para evitar llegar a un desbalance, pero aún así este se presentó.

En momentos lo disfruté, pues como comenté en la entrada anterior, la deshinibición te permite atrevimientos, tales como entablar una conversación con personas que no hablan tu idioma y que además tienen fama de no entablar conversaciones con extraños aun cuando sean sus vecinos o de su propio país.

Soy latinoamericano y es común en nosotros de terminar hablando con cualquiera, cuando estamos en una situación que provoca estar mas de una media hora con otra persona, así este sea un completo desconocido, pertenezca a otra clase social, sea de una edad diferente a la tuya o sea extranjero, cuando estas viajando es una situación que se presenta a menudo y para mi caso fue algo que no pude evitar, sin embargo, en varias oportunidades fui correspondido, en una ocasión terminé riéndome con una señora mayor que no hablaba ni pío de español y mi manejo del idioma donde fui no pasa de unas pocas palabras, pienso que es el imán de la manía, cuando estamos eufóricos trasmitimos una energía imposible de evitar por otros.

Claro que poco fue color de rosa cuando estuve hipomaníaco, mi familia que viajaba conmigo sufrió por mi, pues sentía pena ajena de lo que hacía, además como he comentado anteriormente, cuando estoy así, tiendo a discutir y a pelear con mis allegados, pues puedo llegar a situaciones que nos afecten, lo de menos es hablar con cualquiera, puedo gastar mas de lo debido, acabar con cualquier presupuesto, porque cuando se viaja el dinero es limitado, por esto me fue retirada la administración del dinero, aun del mío, algo que acepté pues aun estando hacia la manía soy conciente de lo mal que manejo el dinero, solo se me permitía tener dinero a la hora de pagar, porque eso si, dentro del grupo de los que viajamos fui casi el único que era capaz de comprar y hacerme entender cuando los vendedores solo hablaban el idioma nativo, también era capaz de preguntar donde quedaba algún sitio, lograba hacerme entender y entender lo que me decían para ubicarnos y poder continuar con un recorrido, algo chistoso, aún maníaco me volví necesario.

Acudí entonces a tomar mis gotas para en caso de emergencia, las antipsicóticas que a la vez son somníferas que me permitieron sincronizar mi reloj biológico a un nuevo huso horario y ademas reducir los síntomas de la manía, ademas de tomar los medicamentos de control cotidianos, después de esto al tercer día de viaje me sentí mas estable y lo pude terminar estando mas o menos equilibrado.

1 comentario:

  1. Me alegro que aunque fuera al final disfrutaras del viaje y ahora que estás aquí sigas mejorando,ánimos y un saludo.

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