Loco o bipolar

Diario de una persona que a los 16 de pronto enloqueció, luego a los 40 cree descubrir que es bipolar y en este momento con medio siglo en este mundo, no tiene claro que es lo que tiene.

jueves, 7 de mayo de 2020

Personalidad y trastornos de la personalidad

https://psisemadrid.org/personalidad-y-trastornos-de-personalidad/

El enlace anterior es una entrada  sobre la personalidad, esta determina a las personas y cada persona posee características propias.

Entre las diferentes personalidades  algunas se consideran especiales, hay clasificaciones de tipos de personalidad que consideran como trastornos a los tipos de personalidad problematicos, divergentes o especiales,  pero en muchos casos es que las personas son de una manera que no puede cambiarse y no puede decirse que sufren de trastornos.

La personalidad es algo inherente a cada persona por lo que  considero no puede tratarse con medicinas.

Por lo anterior aclaro que no estoy de acuerdo con el post cuando define algunos tipos de personalidad como trastornos, sin embargo, público la totalidad del post por ser una buena fuente de información referente a las clasificaciones de los tipos de personalidad.

El post completo dice lo siguiente:


Personalidad y trastornos de personalidad


Se define la personalidad como “el conjunto de rasgos y mecanismos psicológicos internos al individuo, organizados y relativamente duraderos, que influyen en las interacciones y la adaptación de la persona con su entorno intrapsíquico, físico y social” (Larsen & Buss, 2008 p.6). Los rasgos, o disposiciones de la personalidad, describen las características del individuo, su forma de ser y actuar, según dimensiones, categorías o factores específicos. Los mecanismos psicológicos son procesos que implican una modalidad específica de procesamiento de informaciones y emociones, que lleva al individuo a actuar y eligir determinadas opciones, cercanas a su forma de ser. Típicamente, los rasgos y los mecanismos psicológicos están organizados de una manera relativamente coherente entre sí y duradera en el tiempo, especialmente en la etapa adulta (Mischel, 1968; Festinger, 1957).
La personalidad es el resultado de la organización psíquica del individuo, la configuración global de sus características biológicas, cognitivas y emotivo-relacionales, que se expresan a través del pensamiento, comunicación y comportamiento. Influye en cómo el individuo percibe el ambiente y a los demás, cómo elige las situaciones en las que quedarse y cómo actuar en ellas, en como influye en los demás y qué reacciones poner en marcha (Larsen & Buss, 2008).


Los trastornos de la personalidad
Los Trastornos de Personalidad son alteraciones estables y desadaptativas en el funcionamiento de la personalidad que no necesariamente producen cuadros clínicos. Se diferencian de los rasgos de la personalidad en cuanto se desvían de los límites culturalmente esperados y aceptados, convirtiendo en problemáticas las relaciones afectivas y la adaptación a la realidad del individuo.
Las personas con Trastornos de la Personalidad suelen presentar un cierto nivel de estabilidad, son rígidas y enfatizan rasgos que también se encuentran presentes en sujetos normales y con una buena adaptación.


Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, DSM IV), a pesar de la rigidez, las personas con Trastorno de Personalidad son capaces de adaptarse al entorno. Los síntomas son egosintónicos (el Ego de la persona acepta y reconoce la patogenicidad de algunos de sus aspectos) y protegen al individuo de aspectos de sufrimiento profundo (experiencias de abandono, baja autoestima, vergüenza, ansiedad, etc.) que afectan a su equilibrio.
El primer grupo de Trastornos de la Personalidad (cluster A) se caracteriza por elementos de extravagancia, excentricidad, desconfianza y cierre a los demás, la tendencia a aislarse. El grupo «A» incluye los Trastornos de Personalidad: Paranoide, Esquizoide y Esquizotípico
El segundo grupo de Trastornos de la Personalidad (cluster B) se caracteriza por elementos de dramatización, imprevisibilidad y variabilidad emocional. El grupo «B» incluye los Trastornos de Personalidad: Histriónico, Narcisista, Límite y Antisocial.
El tercer grupo Trastornos de la Personalidad (cluster C) se caracteriza por inhibición, es decir, ansiedad y miedo. El grupo «C» incluye los Trastornos de Personalidad: Dependiente, Evitativo y Obsesivo-Compulsivo.
En el anexo del DSM IV (Anexo Eje II) se añadieron dos ulteriores trastornos: el Trastorno de Personalidad Pasivo-Agresivo y el Trastorno de Personalidad Depresivo.
Se considera que el mejor predictor de un buen pronóstico en los trastornos de personalidad es la edad.


Según la Clasificación Internacional de los Trastornos Mentales y del Comportamiento (CIE-10), para diagnosticar un Trastorno Específico de la Personalidad (F60) es necesario detectar un trastorno grave del carácter y del comportamiento del individuo, al que se acompañan alteraciones personales y sociales considerables. Según el CIE-10 los trastornos de la personalidad tienden a presentarse en la infancia y adolescencia y a persistir durante la edad adulta. Para diagnosticar un Trastorno Específico de la Personalidad (F60) se requiere la presencia de una alteración de la personalidad no directamente atribuible a una lesión o enfermedad cerebral importante o a otros trastornos psiquiátricos, que reúna las siguientes pautas:
  • Actitudes y comportamientos que carecen de armonía, que afectan por lo general a varios aspectos de la personalidad; por ejemplo a la afectividad, a la excitabilidad, al control de los impulsos, a las formas de percibir y de pensar y al estilo de relacionarse con los demás.
  • La forma de comportamiento anormal es duradera, de larga evolución y no se limita a episodios concretos de enfermedad mental.
  • La forma de comportamiento anormal es generalizada y claramente desadaptativa para un conjunto amplio de situaciones individuales y sociales.
  • Las manifestaciones anteriores aparecen siempre durante la infancia o la adolescencia y persisten en la madurez.
  • El trastorno conlleva un considerable malestar personal aunque éste puede también aparecer sólo en etapas avanzadas de su evolución.
  • El trastorno se acompaña, por lo general aunque no siempre, de un deterioro significativo del rendimiento profesional y social.


 Algunas notas sobre personalidad
  •  La mayoría de las definiciones de personalidad que aportan los expertos coinciden en señalar que dicho constructo abarca tanto la conducta manifiesta como la experiencia interna.
  • La perspectiva ideográfica en el estudio de la personalidad se fundamenta en el estudio intensivo del individuo.
  • La aproximación clínica al estudio de la personalidad permite el estudio de fenómenos excepcionales
  • En su teoría, R.B. Cattell distingue entre factores temperamentales y motivacionales, argumentando que los factores temperamentales son más estables que los factores motivacionales.


 Algunas notas sobre ansiedad y rasgos
  •  Según J. Gray en su teoría de la personalidad, la ansiedad depende del sistema de inhibición conductual.
  • El estado de ansiedad supone la manifestación de las predisposiciones latentes implícitas en el concepto de rasgo.
  • A la hora de relacionar el bienestar subjetivo con los rasgos de personalidad, Costa y McCrae, argumentan que las personas extravertidas informan de mayor bienestar subjetivo.
  • Según las investigaciones que analizan el perfil de personalidad, la tendencia que, en general, aparece con el incremento de la edad, consiste en una disminución de la Extraversión.
  • Mientras más inestable emocionalmente es una persona, mayor será la posibilidad que se aprecien discrepancias entre lo que piensa y lo que hace.
  • Las dimensiones de personalidad más estudiadas y que se encuentran presentes en la gran mayoría de los modelos factoriales son el neuroticismo y la extraversión.


Trastornos de la personalidad vs. Trasformaciones de la personalidad
Lo que diferencia los trastornos de la personalidad de las transformaciones de la personalidad es la forma de aparición (CIE 10 – F62 Trasformación persistente de la personalidad no atribuible a lesión o enfermedad cerebral: F62 tras una experiencia catastrófica; F62.1 tras una enfermedad psiquiátrica; F62.8 otras trasformaciones persistentes; F62.9 no especificada).


Trastornos de la personalidad en grupos y observaciones
Grupo A (extravagancia, excentricidad, desconfianza y cierre a los demás, por la tendencia a aislarse).
Trastorno de Personalidad Paranoide (desconfianza excesiva o injustificada, suspicacia, hipersensibilidad y restricción afectiva). La existencia de un patrón general de desconfianza y suspicacia general, de forma que las intenciones de los demás son interpretables como maliciosas (criterio DSM-IV).
Trastorno de Personalidad Esquizoide (dificultad para establecer relaciones sociales, ausencia de sentimientos cálidos y tiernos, indiferencia a la aprobación o crítica). La existencia de un patrón general de distanciamiento de las relaciones sociales y restricción de la expresión emocional en el plano interpersonal (criterio DSM-IV).
Trastorno de Personalidad Esquizotípico (anormalidades de la percepción, del pensamiento, del lenguaje y de la conducta, sospecha que no llegan a reunir los criterios para la esquizofrenia). La existencia de un patrón general de déficit sociales e interpersonales asociados a malestar agudo y una capacidad reducida para las relaciones personales, así como distorsiones cognoscitivas o perceptivas y excentricidades del comportamiento (criterio DSM-IV).
En la terapia cognitiva para el trastorno de personalidad esquizotípico, el cambio de creencias paranoides puede dificultarse sino se abordan de forma explícita al inicio las ideas de sospecha sobre el terapeuta.

 Grupo B (dramatización, imprevisibilidad y variabilidad emocional). Los trastornos de personalidad del Grupo B (DSMIV-TR), según los estudios epidemiológicos más recientes, suelen presentar mayor comorbilidad con trastornos por abuso de sustancias con respecto a los trastornos de personalidad en los otros grupos
.
Trastorno de Personalidad Histriónico (conducta teatral, reactiva y expresada intensamente, con relaciones interpersonales superficiales, egocéntricas y de manipulación). La existencia de un patrón general de excesiva emotividad y una búsqueda constante de atención (criterio DSM-IV).
El tratamiento en grupo puede ser muy beneficioso para los pacientes con trastorno histriónico de la personalidad, además ese trata de personas que pueden contribuir a que el grupo esté más motivado y sea más enérgico.
Una diferencia fundamental entre el trastorno histriónico de la personalidad (THP) y la histeria o trastorno de conversión es que la histeria cursa con síntomas físicos y el THP no.
Trastorno de Personalidad Narcisista (sentimientos de importancia y grandiosidad, fantasías de éxito, necesidad exhibicionista de atención y admiración, explotación interpersonal). La existencia de un patrón general de grandiosidad (en la imaginación o en el comportamiento), una necesidad de admiración excesiva y una falta de empatía (criterio DSM-IV).
La preocupación por la posibilidad de ser criticado no caracteriza a las personas con un trastorno narcisista de personalidad.
Trastorno de Personalidad Límite (inestabilidad del estado de ánimo, de la identidad, de la autoimagen y de la conducta interpersonal). Las personas que presentan un trastorno límite de la personalidad se caracterizan por un patrón general de instabilidad en las relaciones interpersonales; inestabilidad afectiva debida a una notable reactividad del estado de ánimo. Sentimientos de vacío crónico. Impulsividad que es potencialmente dañina para sí mismo.


Las personas que presentan un trastorno límite de la personalidad no se caracterizan por dificultades para expresar el desacuerdo con los demás ni excesiva sumisión por el temor al abandono.
La Terapia Dialéctica Conductual (TCD): Es un tratamiento cognitivo-conductual centrado en la enseñanza de habilidades psicosociales específiicas para el tratamiento de personas con Trastorno límite de la personalidad (combina diversas técnicas cognitivo-conductuales, dirigidas a la regulación emocional y pruebas de realidad, con los conceptos de tolerancia a la angustia, aceptación y la plenitud de conciencia, en gran parte derivados de la práctica de meditación budista). Asume entre sus supuestos básicos que si un paciente no hace progresos la carga del fracaso es asumida por la terapia, es decir, la terapia desculpabiliza al paciente. Según la Terapia Dialéctica Conductual, un ambiente invalidante contribuye a la disregulación emocional del individuo con trastorno de personalidad límite a través de la emisión de respuestas erráticas e inapropiadas ante la comunicación por parte del individuo de preferencias, emociones y pensamientos. Utiliza el entrenamiento en mindfulness o atención plena para abordar la regulación cognitiva y del self. El entrenamiento en mindfulness (o atención plena) es la capacidad de llevar la atención a las experiencias que se están experimentando en el momento presente, de un modo particular, aceptándolas y sin juzgar  (Kabat-Zinn, 1990). Es una clase de conciencia centrada en el presente, no elaborativa ni condenatoria, en la que cada pensamiento, sentimiento o sensación que surge en el campo atencional es reconocido y aceptado tal y como es.
Trastorno de Personalidad Antisocial (conducta antisocial crónica en la que se violan los derechos de los demás, se presenta antes de los 15 años). Las personas que presentan un trastorno de personalidad  antisocial se caracterizan por un patrón general de desprecio y violación de los derechos de los demás.
El trastorno de personalidad antisocial es difícil de diagnosticar o de encontrar en edades avanzadas.
La mayoría de los estudios sobre el trastorno antisocial de la personalidad, coinciden en señalar la preponderancia o centralidad de un rasgo de personalidad característico de estas personas: la impulsividad.
  •  Grupo C (inhibición, ansiedad y miedo).
Trastorno de Personalidad por Dependencia (pasividad para que los demás asuman las responsabilidades y decisiones propias, subordinación e incapacidad para valerse solo, falta de confianza en sí mismo). Las personas que presentan un trastorno de personalidad por dependencia se caracterizan por un patrón general de excesiva necesidad de que se ocupen de uno, que ocasiona un comportamiento de sumisión y temores de separación.
Tanto el trastorno de personalidad de evitación como el trastorno de personalidad de dependencia se caracterizan por la presencia de sentimientos de inferioridad e inadecuación personal así como hipersensibilidad a las críticas.
Trastorno de Personalidad por Evitación (hipersensibilidad al rechazo, a la humillación y sentimientos de vergüenza; retraimiento social, a pesar del deseo de afecto, y baja autoestima). Las personas que presentan un trastorno de personalidad por evitación se caracterizan por un patrón general de inhibición social (en la imaginación y en el comportamiento),necesidad de admiración y falta de empatía.
En el trastorno de personalidad evitador  es necesario realizar una diagnóstico diferencial con la fobia social.




Los pacientes con trastorno de personalidad por evitación presentan toda una gama de estados disfóricos. Para su abordaje, siguiendo el criterio de la terapia cognitiva, lo aconsejable es enseñarles a examinar y tolerar cualquier estado de ánimo disfórico. (La disforia es estado afectivo caracterizado por inestabilidad y cambios repentinos entre un polo triste y uno eufórico. En otras palabras, el individuo presenta un estado de tristeza asociado a respuestas agresivas e irritabilidad.)
Tanto el trastorno de personalidad de evitación como el trastorno de personalidad de dependencia se caracterizan por la presencia de sentimientos de inferioridad e inadecuación personal así como hipersensibilidad a las críticas.
Trastorno de Personalidad Obsesivo-Compulsivo (perfeccionismo, obstinación, indecisión, excesiva devoción al trabajo y al rendimiento; dificultad para expresar emociones cálidas y tiernas).
Las personas que presentan un trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo se caracterizan por un patrón general de preocupación por el orden, el perfeccionismo y el control mental e interpersonal, a expensas de la flexibilidad, la espontaneidad y la eficiencia.

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